JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | Manizales
"Nos toca es estar encomendados al señor, esta semana la situación ha sido más complicada porque se han caído varias tejas y mire esa pared como se está viniendo, el riesgo es que nos caiga encima".
El reclamo lo hizo Alfonso Ramírez Castaño, habitante del barrio Las Delicias, quien ayer revisaba junto con varios vecinos la situación de la escuela Jesús María Guingue.
El temor se debe a que este fin de semana varias paredes cedieron y comenzaron a englobarse hacia la calle, lo que aumentó el temor de los habitantes.
Aunque en la noche del pasado viernes los bomberos fueron al sitio y pusieron cintas de advertencia, los habitantes insisten en que están en un riesgo continuo, y que como la estructura está cediendo el ruido es permanente, y no los deja dormir.
Vandalismo también afecta
El mayor problema se genera por el vandalismo del sector, y el robo de vigas y partes de la escuela, que aumentan la inestabilidad de la estructura.
"Yo le puse un candado para evitar que entraran ladrones y dañaran más esa escuela, pero se lo robaron", comenta Hugo Benavides.
Aunque en una reciente entrevista, el alcalde de Manizales, Octavio Cardona, sostuvo que demolerán el establecimiento en diciembre y queel primero de ese mes se adjudicará el contrato a la empresa que se encargará del procedimiento, el temor de la comunidad es que la escuela no aguante más y de un momento a otro se derrumbe.
"Hay niños que pasan por ahí continuamente, y como la estructura es alta, si se cae es muy posible que afecte varias viviendas que están cerca. Por eso pedimos que nos escuchen, estamos en riesgo", dijo.
A inspección
El director de la Unidad de Gestión del Riesgo, Jairo López, sostuvo que ya se advirtió del riesgo y que se espera la decisión de la Secretaría de Obras para su demolición.
El secretario de Obras, César Alberto Gutiérrez, después del reporte de LAPATRIA, visitó ayer la escuela para evaluar los daños. Sostuvo que es claro que hay amenaza de ruina y que por esta razón se adelanta el proceso para su pronta demolición. Descartó que haya lagunas dentro de la escuela que aumenten el riesgo para la comunidad.
Aunque el centro educativo está fuera de funcionamiento desde hace seis años, la gente insiste en que es poca la atención que les han prestado, pues este predio abandonado se convirtió en un foco de delincuencia, consumo de droga, vandalismo y hasta de plagas que afectan su salud.
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