FELIPE LOZANO PUCHE
ENVIADO ESPECIAL COLPRENSA | LA PATRIA | OSLO
En medio de una discreción casi absoluta, los equipos negociadores del gobierno de Colombia y de la guerrilla de las Farc se alistan para el primer encuentro oficial del proceso de paz, que tendrá lugar en Oslo (Noruega) entre el lunes y miércoles próximos. Aunque a comienzos de septiembre trascendió que las partes venían sosteniendo encuentros secretos en Cuba desde enero, el proceso formal arranca ahora, bajo el amparo del gobierno noruego y con los ojos del mundo puestos sobre lo que de ahí vaya a salir.
Desde el Palacio de Nariño han sido enfáticos en recalcar que en esta ronda se tratarán asuntos exclusivamente procedimentales y que, por lo tanto, no cabe esperar que se produzcan resultados concretos. Para el jueves o viernes se tenía previsto un pronunciamiento del jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, pero este no se llevó a cabo.
El significado de estas conversaciones, sin embargo, no se le escapa a nadie. "El proceso de paz se va a legitimar de cara a la comunidad internacional", explica Christian Voelkel, analista para Colombia del International Crisis Group, centro de estudios que se especializa en estudiar los conflictos alrededor del mundo. Añade: "Puede ser que en términos sustantivos no haya nada qué mostrar, pero a partir de ahora aumentan considerablemente los costos de pararse de la mesa para cada una de las partes".
Conscientes de lo que está en juego, los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores noruego han extremado las medidas para resguardar a los negociadores de irrupciones exteriores. Nada se sabe sobre el lugar en donde se celebrarán las conversaciones, más allá de que será en una localidad de las afueras de la capital de este país. El único contacto con la prensa será en la conferencia de prensa programada el 17 de octubre, donde se anunciará lo acordado. Los emisarios de la cancillería han convocado a los periodistas ese día a la sede del ministerio, desde donde un bus los transportará hasta el lugar indicado. Más allá de esos datos mínimos, todas las preguntas son contestadas invariablemente con una misma fórmula: "No comment".
Discreción pertinente
Los analistas consultados por Colprensa coinciden en afirmar que el sigilo con el que se ha conducido el proceso es un buen síntoma. Para Aldo Cívico, director del Instituto Internacional para la Paz de la Universidad de Rutgers (New Jersey), "la discreción habla bien del proceso y permite pensar que las partes perciben que los tiempos están maduros para sentarse a hablar de paz".
En ese mismo sentido se pronunció Francisco De Roux, provincial de la orden de los jesuitas en Colombia: "El silencio de las Farc me genera confianza". Señala que los acercamientos con el Gobierno no se interrumpieron ni siquiera cuando se supo, en noviembre del año pasado, que el Ejército había conseguido dar muerte a Alfonso Cano. De todas formas advierte, quien fuera durante más de una década el director del Programa Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, este primer mes de conversaciones dará una verdadera medida sobre qué tan férrea es la voluntad de paz de las partes.
De la misma manera, la victoria de Hugo Chávez en las elecciones presidenciales venezolanas también es interpretada como un hecho positivo. "Chávez tiene una gran influencia sobre las Farc y la ha sabido utilizar en momentos puntuales para persuadirlas de que mantuvieran los acercamientos", sugiere Adam Isacson, coordinador de Programas de Seguridad Regional del centro de pensamiento Washington Office for Latin America. "Chávez es una fuente de seguridad para las Farc", asegura en el mismo sentido Dorly Castañeda, doctora en Ciencia Política del Instituto de Altos Estudios en Ciencia Política de París, y quien ha estudiado las experiencias de los laboratorios de paz colombianos. La existencia del proyecto político bolivariano le ofrece al grupo guerrillero una alternativa viable a la lucha armada.
Realismo
Según Antonio Navarro, quien como miembro del M-19 hizo parte de la desmovilización de este grupo guerrillero a finales de los 80, es la primera vez que el Gobierno y las Farc plantean una agenda de negociación realista. "Solo en política agraria se proponen cambios de política pública", señala, refiriéndose al documento de entendimiento que firmaron el pasado 26 de agosto en La Habana representantes de las partes y los países acompañantes (además de Noruega, Venezuela, Cuba y Chile). En ese sentido, Castañeda sugiere que este grupo guerrillero "cambió su autoperspectiva", ya que ahora está dispuesta a contemplar cambios que no suponen romper con el orden institucional.
Al mismo tiempo, los golpes militares que han forzado a la guerrilla más vieja del mundo a replantearse por primera vez el propósito de llegar al poder por las armas, también han agrietado la estructura monolítica de este grupo, quizá uno de los mayores peligros que enfrenta el proceso. "Me preocupa que no todas las FARC parecen involucradas en el proceso", advierte el exgobernador de Nariño. Y añade: "Más lo están los del norte y oriente que los del sur y occidente".
En efecto, un informe reciente de la agencia Reuters citaba fuentes de inteligencia según las cuales algunos comandantes del Bloque Sur se oponían a la negociación. "Es muy probable que algunos bloques no se terminen desmovilizando", asegura Christian Voelkel del ICG, "y uno de los grandes candidatos es el Bloque Sur, que opera en regiones donde los incentivos económicos para seguir la guerra son demasiado potentes".
Es en la implementación de los pasos siguientes a la negociación que Adam Isacson adivina un papel protagónico de los Estados Unidos, que hasta ahora se han limitado a declarar su apoyo. En la financiación de proyectos para fomentar el desarrollo rural, en la construcción de una economía que permita arrebatarle víctimas a la guerra. "Si ayudamos a pagar la guerra", afirma, "lo mínimo es que también ayudemos a financiar la paz".
Los equipos
Gobierno
Lo encabeza el exvicepresidente Humberto de la Calle. Están con él los generales (r) Jorge Enrique Mora, de Ejército, y Óscar Naranjo, de la Policía; el comisionado de Paz, Sergio Jaramillo; el presidente de la Asociación Nacional de Industriales, Luis Carlos Villegas; y el exalto comisionado de Paz Frank Pearl.
Las Farc
Ricardo Palmera, alias Simón Trinidad (extraditado en EE.UU., por lo que aún no está claro de qué manera participará); Luciano Marín, alias Iván Márquez; Ricardo Téllez, alias Rodrigo Granda o el canciller de las Farc; Jesús Carvajalino, alias Andrés París, y Luis Alberto Albán, alias Marco León Calarcá.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015