BUCARAMANGA (Vanguardia). En operativos realizados por la Policía en el sector de El Portachuelo, en Rionegro, fue hallado el cuerpo incinerado de Ilse Amory Ojeda, la mujer chilena que desapareció en el país el 29 de marzo.
Los uniformados habrían llegado hasta ese lugar, por información puntual, derivada de las investigaciones realizadas desde el momento en que se reportó la desaparición de la mujer que llegó a Colombia a principios de marzo.
Luego de rastreos y labores de campo, los uniformados hallaron solo restos óseos. Después de las indagaciones, se confirmó la identidad de la mujer.
Los restos fueron trasladados al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, en Bucaramanga.
Familiares de la mujer desaparecida y medios de comunicación chilenos posiblemente podrían arribar al país en las próximas horas.
Recordemos que de acuerdo a la denuncia establecida, la mujer habría desaparecido la mañana del 29 de marzo en el sector de la Puerta del Sol, en Bucaramanga, luego de sostener una discusión con su compañero sentimental, por un trío amoroso.
Su novio, capturado
El capturado fue traslado a la Unidad de Reacción Inmediata, URI, de la Fiscalía, y en las próximas horas será presentado ante un juez de control de garantías, en el Centro de Servicios Judiciales de Bucaramanga.
En la última entrevista que Juan Guillermo Valderrama concedió a medios de comunicación, aseguró que desconocía el paradero de su pareja. No obstante, tras un trabajo técnico de investigación, las autoridades establecieron que, al parecer, este hombre estaría vinculado con la desaparición de la chilena.
Juan Guillermo, oriundo de Puerto Parra, Santander, informó a Vanguardia que la última vez que tuvo contacto con Ilse Amory fue el 29 de marzo en un establecimiento comercial de la calle 60 con carrera 17, en Bucaramanga. Ella lo acompañaba a comprar unos materiales para la remodelación de la casa en donde la pareja se estaba quedando, en el barrio El Cristal Bajo.
“Íbamos a conseguir unos materiales, primero pasamos por una tienda. Puse mi celular en la mesa, me entró una llamada de una mujer (la estadounidense Becky Evans, con quien Juan mantenía otra relación amorosa), entonces ella se levantó muy enojada, despechada, con una cara de rabia, molesta, intenté detenerla, pero me manoteó y me dijo que la dejara en paz. Yo me devolví a pagar la cuenta y mientras me dieron el cambio se fue”, relató el joven.
Creyendo que quizás la chilena regresaría en unas horas al inmueble antes mencionado, Valderrama Amézquita dijo que se marchó a esperarla allá. “Pensé que se había ido para la casa (en el barrio El Cristal Bajo, sur de la ciudad), pero en la casa tampoco estaba. Supuse que por el dolor se había devuelto para Chile”, agregó el ciudadano colombiano.
Días después, el sospechoso expresó que se empezó a preocupar luego de que una nuera de la excarabinera chilena le manifestó que al país austral ella no había llegado.
“Me fui para la URI, allá puse el primer denuncio, le saqué copias y los pegué por el sector donde estábamos, hablé con los vecinos. Luego nos entrevistamos con la Sijín e iniciamos la búsqueda así como va”, dijo Juan.
Ojeda González, según la versión de su pareja, tras la discusión se habría ido solo con 10 mil dólares que tenía en ese momentos (cerca de $35 millones) y la ropa que llevaba puesta en ese momento.
“No se llevó el celular, la ropa, ni nada. Solo los dólares que tenía. En estos momentos está dolida y tiene dinero para aguantar un tiempo escondida”, agregó el hombre, quien insistió en que ella se encuentra escondida.
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