JORGE GIL ÁNGEL
EFE | LA PATRIA | SARAVENA
Vidrios rotos, edificios destruidos y barricadas improvisadas en las calles forman el paisaje de Saravena, municipio de Arauca, donde la guerra entre el Eln y disidencias de las Farc se ha cobrado este año la vida de al menos 45 personas.
La tensión reina en este pueblo fronterizo con Venezuela donde cerca de 50.000 personas viven con la zozobra de lo que pueda pasar a cualquier hora del día o de la noche a pesar de la presencia de militares y policías armados con fusiles ante la inminencia de los ataques de un grupo o del otro.
La gente también se acostumbró al toque de queda impuesto hace semanas, que arranca oficialmente a las 10:00 de la noche y termina a las 4:00 de la madrugada, aunque tan pronto oscurece las calles empiezan a quedar desiertas.
"El conflicto en nuestros territorios es lamentable porque la guerra nos deja solo pérdidas, pérdidas humanas importantes, el desarraigo del territorio. A algunas personas les ha tocado irse", asegura Adelis Contreras, líder comunitario de la vereda Charo Centro, en el área rural de Saravena.
Es precisamente fuera del perímetro urbano donde más se siente la presencia de la guerrilla del Eln y de las disidencias de las Farc, al punto de que en el caserío de Puerto Nariño, por ejemplo, hay pintadas de ambos grupos en las paredes.
"El conflicto causa un gran trauma, la ruptura de un tejido social en las comunidades. Estoy preocupado porque a esto no se le ve ningún fin todavía. Como líderes estamos a la merced de este conflicto porque no tenemos quién nos cuide, solo Dios", dice Contreras, también miembro del Territorio Campesino Agroalimentario, conformado por organizaciones de la región.
A diferencia de otras zonas de Colombia donde el narcotráfico es el principal catalizador de la violencia, en Arauca hay pocos cultivos de coca y los líderes sociales achacan el conflicto a un problema viejo provocado por la extracción de hidrocarburos en la región y disputas con las compañías petroleras.
Entre el 1 de enero y el 21 de febrero hubo en Arauca 99 homicidios, de los cuales 45 ocurrieron en Saravena, mientras que hay 1.781 víctimas de desplazamiento forzado producto de los enfrentamientos y las amenazas, según el Ministerio de Defensa.
A esto se suman las amenazas y la violencia contra los líderes sociales, pues entre enero del 2020 y junio del año pasado fueron asesinados en Arauca seis defensores de DD.HH., según el programa Somos Defensores.
Punto de inflexión
Si bien los asesinatos de los primeros días del año causaron temor entre los saravenenses, lo que aumentó el miedo fue la explosión de un carro bomba el 19 de enero en una zona céntrica del pueblo, que dejó un muerto y cuantiosos daños materiales.
El blanco del atentado fue el edificio Héctor Alirio Martínez, que es sede de decenas de organizaciones sociales de la región y que quedó al borde de la ruina, mientras que edificaciones vecinas sufrieron también grandes daños materiales.
Ese ataque fue ordenado por la disidencia del Frente 28 de las antiguas Farc que es liderada por Ómar Pardo Galeano, alias Antonio Medina.
"'Antonio Medina, del Frente 28, empezó a circular algunas amenazas (en panfletos) en contra de la comunidad, especialmente presidentes de juntas de acción comunal", cuenta a periodistas el personero de Saravena, José Luis Lasso.
El funcionario, afectado por la violencia y desbordado por las denuncias diarias que recibe su despacho, recuerda que una Alerta Temprana de la Defensoría del Pueblo ya había advertido de la "presencia de los diversos grupos en el territorio, del Eln y las disidencias de las Farc" que podría derivar en una "confrontación que implicaba riesgo para la vida de las personas".
Tan delicada es la situación que hasta mediados de febrero ya había recibido200 denuncias por amenazas, desplazamientos y homicidios, todas de víctimas que temen por su vida.
Civiles bajo fuego
Lasso, que detiene su relato por las lágrimas, asegura que otro problema de Arauca es que las disidencias y el Eln se acusan mutuamente de ser aliados del Gobierno y de apoyar a grupos derechistas.
La población civil queda en el medio y aunque muchos "han buscado confiar en la institucionalidad, construir un municipio a pesar de todas las dificultades" lamenta que falten "instituciones que de verdad le den esperanza al pueblo".
Mueren 23 disidentes de las Farc
Al menos 23 disidentes de las Farc, incluido un cabecilla conocido como Arturo, murieron el jueves en una operación ejecutada por la Fuerza Aérea, la Policía y el Ejército en zona rural de Puerto Rondón (Arauca), informó el Gobierno colombiano.
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