LA PATRIA |Manizales
(Colprensa). El 10 de enero de este año inició la recolección de firmas para que se haga un referendo que permita la cadena perpetua para violadores y maltratadores de niños. El próximo lunes termina dicha recolección y la Registraduría tendrá que revisar las firmas para ver si se puede continuar el proceso.
“Estamos en la recta final de la recolección de firmas del referendo de prisión perpetua para violadores, asesinos, secuestradores y maltratadores de niños”, dice Yohana Salamanca Jiménez, hija de la congresista Gilma Jiménez que en vida impulsó también esta iniciativa.
Durante este fin de semana, en especial el día sábado se realizó un maratón de firmas con el fin de reunir un millón de apoyos, para sumar así más de dos millones de firmas y cumplir así con el mínimo establecido, que según Salamanca tienen que presentar ante la Registraduría: 1’757.000.
Si reciben el certificado por parte de la Registraduría de que cumplieron con el número requerido, el Congreso de la República entrará a decir si se convoca el referendo o no y tendrá que pasar por cuatro debates.
Pero no es lo único. Si las dos cámaras del Congreso lo aprueban, la Corte Constitucional deberá emitir el fallo al respecto, y se convocaría el referendo por medio de un decreto que expida la Presidencia de la República.
Según la Registraduría, el fallo de la Corte, “se refiere al pronunciamiento que debe hacer la Corporación acerca de la constitucionalidad de la convocatoria a un referendo para reformar la Constitución, solo por vicios de procedimiento, al tenor de lo dispuesto en el numeral 2º del artículo 241 de la Carta Política. (Sentencia C-180 de 1994)”.
Ya convocado para ser aprobado por los ciudadanos tendrá que tener el voto afirmativo de más de la mitad de los votantes y ellos deberán exceder la cuarta parte del censo electoral, es decir, más de 8.890.000 personas.
Si todo esto se supera, el Congreso entra a la tarea de hacer las modificaciones en la Constitución que permitan la cadena perpetua, es decir cambiar el artículo 34 que prohíbe el “destierro, prisión perpetua y confiscación”.
Por tanto, aunque prácticamente queda una semana para culminar la recolección de firmas, este proceso solo es el comienzo de un largo camino. Comienzo que tampoco ha sido fácil.
"DONACIONES NO HUBO"
“En una gran caravana y movilización nos vamos a acercar muchos colombianos a la Registraduría Nacional a hacer entrega de esas firmas como símbolo de un regalo enorme a los niños, y para comenzar el principio del fin del dolor más grande que hemos tenido como país que es las violencia que sufren nuestros niños”, afirma Salamanca Jiménez, cuando habla de la fecha en que tienen que entregar todas las firmas.
Ese día se habrán cumplido seis meses de ir diciéndole a los colombianos que firmen para poder impartir, como dice ella, justicia, y que se castigue realmente a esas personas que se han aprovechado de niños y niñas en el país. Pero también se habrá cumplido un semestre de arduo trabajo.
“La mayor dificultad que tuvimos fue realmente poderles llegar a los colombianos para que firmaran el referendo, un tema netamente logístico”, dice Salamanca Jiménez al recordar que cuando empezaron fue ingenua al creer que iban a sobrar apoyos para llevar el proceso adelante.
“Desafortunadamente no tuvimos recursos para este referendo y el tema logístico vale plata, necesitábamos manos, camisetas, formularios, tablas, esferos para poderles llegar a los colombianos a firmar. Necesitamos, por ejemplo, estrategia de redes y eso vale plata. (…) Los primeros cuatro meses fueron realmente difíciles y no se puedo adelantar la mayor parte de firmas, pues en cuatro meses debimos haber superado la meta. Pero en los últimos dos meses gracias a que convoqué a los líderes de los partidos políticos a que se unieran a esta causa se activó”, cuenta.
Salamanca asegura que para este proceso no hubo donaciones, sino recursos que salieron de los bolsillos de su familia y de ella, “es decir, nosotros salíamos, por ejemplo, los fines de semana a los centros comerciales aquí en Bogotá, salíamos mi familia, y quince personas”.
Las tablas, los formularios, y los esferos los aportaba cada uno, y se valían de los elementos que ya tenían y que pertenecían a su madre, la congresista Gilma Jiménez.
“Unas de las grandes estrategias –sin haberla logrado como se merece este proceso-, fue el tema de las redes, yo tenía la página de mi mamá: gilmajimenez.com/, que se creó hace muchos años, así como sus redes. Por ahí anunciamos a los colombianos que estamos adelantando el referendo”.
Pero también se contó con apoyo de personas voluntarias, y de algunos líderes en las regiones, según Salamanca Jímenez. De hecho, lograron el apoyo de Servientrega.
“Nosotros logramos una estrategia con Servientrega, en la que ellos por un tema de responsabilidad social se comprometieron a recibir todos los formularios de todos los colombianos de manera gratuita y nos los hacen llegar a Bogotá”, dice.
Ahora, viendo el retrovisor del trabajo hecho y a solo siete días de cumplir este primer paso, lo que queda es esperar el primer sí, que debe recibir por parte de la Registraduría Nacional del Estado Civil.
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