El agua del embalse de Hidrosogamoso podría estar aumentando la magnitud de los sismos que han ocurrido en la región después de que se inició su llenado.
Estas observaciones, que fueron presentadas hace varios años ante Isagén por las sociedades santandereanas de Ingenieros y de Geotecnia, fueron una vez más consignadas y emitidas esta semana por el ingeniero fundador de la Sociedad Santandereana de Geotecnia, Jaime Suárez Díaz, quien en un informe enviado a Vanguardia Liberal señala que “el embalse de Hidrosogamoso fue construido sobre una de las fallas del sistema de La Salina, y puede estar actuando como fuente principal de agua hacia el nido de Bucaramanga.
“El agua fría al llegar a la zona del nido, sufre un cambio de fase por las altas temperaturas y se generan grandes presiones hidráulicas, las cuales pueden estar generando el aumento de la magnitud de los sismos que se producen en el nido de Bucaramanga. Esta puede ser la razón para la magnitud 6.6 (grados en la escala de Richter) del sismo del 10 de marzo (de 2015). Este sismo puede haber sido inducido por el agua infiltrada del proyecto Hidrosogamoso hacia el nido sísmico de Bucaramanga”, advierte Suárez Díaz en su informe.
El fundador de la Sociedad Santandereana de Geotecnia consideró de gran importancia que una entidad independiente realice un estudio detallado sobre el tema utilizando instrumentación, con el objeto de determinar el efecto del embalse de Hidrosogamoso sobre la actividad del nido sísmico de Bucaramanga.
“Hablar de catástrofes es ponernos apocalípticos, pero realmente hay unos estudios del nido de Bucaramanga hechos en los últimos tres años por el Massachusets Institute of Tecnology donde se habla de la humedad, de las presiones del agua, que nos traen la necesidad que se haga un estudio de qué podría pasar. Hablar de catástrofes en estos momentos es ponernos a especular, pero el estudio es necesario para saber los efectos. El problema es que un estudio de esas características es muy costoso”, manifestó Suárez Díaz.
Qué hizo Isagén
El fundador de la Sociedad Santandereana de Geotecnia anota en su informe que como respuesta de Isagén a esas inquietudes, no se realizó un estudio completo y adecuado sobre esa problemática y se limitó a traer a Bucaramanga un asesor, el ingeniero Wynfrith Riemer, quien afirmó que no existía problema sísmico alguno relacionado con la represa.
“Es importante tener en cuenta que un estudio realizado por geofísicos contratados por Isagén antes de la construcción del proyecto, el cual fue publicado en la Revista Geofísica Colombiana de la Universidad Nacional, expresaba que existe una actividad sísmica importante en la falla de San Vicente, sistema La Salina, sobre la que se construyó el embalse.
Los resultados de esta investigación fueron desestimados posteriormente por Isagén y por su asesor Wynfrith Riemer. Estos resultados fueron incluidos en el estudio de impacto ambiental para el proyecto de Hidrosogamoso, pero posteriormente fueron modificados por los profesionales extranjeros contratados por Isagén”, consignó en su informe Suárez Díaz.
Estudio
De acuerdo a las últimas teorías desarrolladas por el geólogo Germán Prieto, del Massachusets Institute of Tecnology, los sismos del nido de Bucaramanga pueden tener como causa la “desrigidización” de los materiales por acción de las fuerzas hidráulicas y térmicas. Dice que la acción del agua a alta temperatura y presión, genera una pérdida de resistencia en los materiales a la profundidad del nido de Bucaramanga, y que fuente principal de agua es el embalse de Hidrosogamoso.
Isagén se pronunció
Vanguardia Liberal consultó al director de la obra del embalse de Hidrosogamoso, Adolfo Fehrmann Espinosa, sobre las advertencias hechas por el ingeniero Jaime Suárez Díaz. Fehrmann Espinosa afirmó no conocer el informe, sin embargo aseguró que en el caso que ocurriera un sismo asociado al embalse, este sería superficial, y no a una distancia como la que provocó el temblor del pasado martes (muy profundo de 160 kilómetros y alejado de la zona). “Lo que tiene claro Isagén es que un sismo a una profundidad como la del martes en ningún caso puede ser asociado al llenado del embalse”, aclaró con contundencia Fehrmann Espinosa.
El director de obra del embalse indicó que se acordó contratar un estudio con la UIS, la cual contrató a su vez dos expertos, y que existe el informe en donde la Universidad aclara esta situación. “Este informe recomendó la instalación de un sistema de monitoreo sísmico alrededor del embalse, el cual fue instalado y operando”, afirmó.
Según el funcionario de Isagén, las obras del embalse están diseñadas para afrontar sismos, lo que quedó comprobado tras el movimiento telúrico de esta semana, donde no se reportaron daños en la infraestructura de la presa ni en las vías sustitutivas.
Esta redacción intentó comunicarse con el gerente de Isagén, Luis Fernando Rico, a través de su secretaria y oficina de comunicaciones, sin embargo, al cierre de esta edición aún no se había podido establecer el contacto.
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