EFE | LA PATRIA | MEDELLÍN
La final soñada de la Copa Sudamericana de fútbol acabó en tragedia para el club brasileño Chapecoense, cuya expedición a Medellín dejó 71 muertos y seis heridos al accidentarse en una montaña el avión en que viajaban, según precisaron ayer las autoridades.
El aparato, un Avro Regional RJ85, de fabricación británica, de la aerolínea boliviana Lamia, con capital venezolano, y que llevaba 77 personas a bordo, se declaró en emergencia el pasado lunes a las 10:00 de la noche por fallas eléctricas cuando se aproximaba al Aeropuerto Internacional José María Córdova, que le presta sus servicios a Medellín, sede del Atlético Nacional, el que hoy sería el rival de Chapeconse.
Menos de dos horas después, la Aeronáutica Civil (Aerocivil) confirmaba el accidente sufrido por el avión en las faldas del Cerro Gordo, entre los municipios de La Unión y La Ceja, en Antioquia, y a solo 17 kilómetros en línea recta de Rionegro, localidad donde está situado el aeropuerto de Medellín.
La cifra de 81 ocupantes del aparato suministrada inicialmente por las autoridades, y de 75 fallecidos, fue corregida luego por el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Iván Márquez, quien explicó que cuatro personas que estaban en la lista de viajeros no embarcaron a última hora.
El del lunes en la noche es el peor accidente aéreo ocurrido en territorio colombiano en este siglo, pues el siniestro reciente más grave fue el de un avión de American Airlines que costó la vida a 165 personas el 20 de diciembre de 1995 al chocar con el filo de una montaña cuando se disponía a aterrizar en Cali (suroeste) procedente de Miami (EE.UU).
Ayer en la madrugada, todavía en medio de la oscuridad, socorristas rescataron a los primeros sobrevivientes del avión boliviano, lo que dio una luz de esperanza, pero al amanecer las autoridades ya daban por cerrado el trágico balance.
La delegación deportiva, compuesta por 22 jugadores del Chapecoense, 25 directivos, personal técnico e invitados y 21 periodistas de medios brasileños e internacionales, partió el lunes de Sao Paulo con destino a Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) donde abordaron el avión de Lamia, que llevaba una tripulación de nueve personas.
Seis de las 77 personas sobrevivieron: los futbolistas Alan Ruschel, Jackson Follman, y Helio Neto; el periodista Rafael Valmorbida Henzel, y los tripulantes Ximena Suárez (azafata) y Erwin Tumiri (técnico), quienes fueron ingresados en distintos hospitales cercanos a Medellín, según la Aerocivil.
Los 77 cadáveres ya fueron recuperados en el lugar del accidente y fueron trasladados a Medellín para su identificación y posterior entrega a los familiares.
El presidente, Juan Manuel Santos, definió lo sucedido como "una tragedia que nos enluta" pese a que ninguno de los fallecidos era colombiano, al tiempo que expresó su "solidaridad" con las familias de las víctimas y con Brasil.
La Cancillería colombiana dijo por su parte que ese ministerio "viene funcionando como puente entre las autoridades colombianas y las de Brasil y Bolivia" para apoyar los trámites de repatriación.
Responde la aerolínea
El director general de la aerolínea Lamia, Gustavo Vargas, aseguró ayer en La Paz que el avión había pasado todas las revisiones y que el piloto y el copiloto estaban certificados en Suiza y habían superado dentro del margen los controles semestrales.
Alegó que cada vez que realizaron una reparación en la aeronave recibieron el visto bueno y no habían tenido ni incidentes ni accidentes.
El misterio puede ser resuelto por las dos cajas negras que ya fueron encontradas en perfecto estado, según la Aerocivil.
Mientras tanto, un equipo de unos 45 expertos entre médicos forenses, patólogos, genetistas, radiólogos, odontólogos, antropólogos y asistentes fue dispuesto para identificar a las víctimas en un plazo de dos o tres días, según el Instituto de Medicina Legal.
Los sobrevivientes
Alan Ruschel: lateral izquierdo de 27 años tiene un trauma abdominal y una luxofractura de columna vertebral.
En la clínica San Juan de Dios le hicieron una cirugía y después fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica Somer, donde le practicaron una resonancia magnética.
Ximena Suárez Otterburg: auxiliar de vuelo, de 28 años, se encuentra estable y consciente. Permanece en una habitación de la clínica Somer, con laceraciones en una pierna.
Rafael Valmorbida: periodista deportivo con 20 años de experiencia en radio y televisión. El parte médico de la clínica San Juan de Dios de La Ceja da cuenta de que el paciente ingresó con tórax paradojal con fracturas en las costillas. Fue sometido a una intervención quirúrgica y trasladado a la sala de cuidados intensivos, donde continúa estable.
Jackson Follmann: portero suplente, de 24 años, fue trasladado al Hospital Universitario San Vicente Fundación de Rionegro, donde reportaron que llegó con politraumatismos. Los médicos tuvieron que amputarle una pierna por la gravedad de las heridas. Tiene varias fracturas y lesiones vasculares.
Hélio Zampier Neto: defensor, de 31 años, internado en la clínica San Juan de Dios de La Ceja, el deportista tiene un trauma severo de cráneo, además de traumas abdominales y toráxicos. Neto fue sometido a una cirugía de ortopedia.
Erwin Tumirí: técnico aeronáutico de nacionalidad boliviana. El hombre fue trasladado a la clínica Somer, donde se encuentra estable y consciente, con lesiones en tejidos blandos en el antebrazo y el mentón que no comprometen su vida.
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