Jorge Gil Ángel
Efe | LA PATRIA | Bogotá
Saqueos y trapos rojos son hoy la imagen del hambre en Colombia. Desde los barrios más pobres de Bogotá hasta los pueblos más alejados del Caribe, las protestas de los desesperados por la falta de comida se repiten a diario.
"Estamos que pelamos olla porque no tenemos nada de comer", dice Edward Ávila, un joven que vive en el barrio Arborizadora Alta, en Ciudad Bolívar, donde lidera un bloqueo porque, según dice, siguen esperando las ayudas alimentarias que les prometieron cuando comenzó la cuarentena para contrarrestar el coronavirus, el pasado 25 de marzo.
Sin embargo, la Alcaldía de Bogotá dice que desde que comenzó la cuarentena y hasta ayer, al menos 317 mil 553 familias recibieron ayudas en dinero y que en la ciudad fueron entregados 2,2 millones de mercados, bonos alimentarios y comida caliente.
Abandonados en el Caribe
A tan solo 16 kilómetros de Cartagena, meca del turismo colombiano, se vive una situación parecida en Arroyo de Piedra, un caserío donde la gente, en su mayoría afrodescendientes, está desesperada porque por la cuarentena se cerraron todas sus fuentes de trabajo.
"Acá los hombres trabajan en la construcción y las mujeres, las que no son amas de casa, trabajan en el servicio doméstico en casas de familia de Cartagena o en los conjuntos residenciales cercanos, como el de Barcelona de Indias", dice Nora Rodríguez, líder social del pueblo.
En el mes que llevan confinados, los habitantes de Arroyo de Piedra -en donde predominan las calles de tierra, no hay alcantarillado y el servicio de luz es intermitente- solo han recibido unos kits de alimentos para los ancianos.
"Lo que da la vida es la comida y si no nos dan la comida que el Gobierno autorizó, nos están queriendo asesinar paulatinamente", afirma el dirigente local Remberto Arzuza.
Fomento del autoconsumo
Ante la inédita situación que vive el mundo, donde el hambre podría duplicarse, según el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, la FAO sugiere a las autoridades colombianas fomentar en el corto plazo la producción de alimentos para el autoconsumo.
El director en Colombia de la ONG Acción contra el Hambre, John Orlando, asegura que reorientaron sus operaciones en el país por la imposibilidad de la gente de respetar la cuarentena, “sobre todo las personas que dependen del día a día", que sobreviven con trabajos informales.
Por ello han entregado en las últimas tres semanas en el país dos mil kits de comida que permiten a familias de cinco personas alimentarse entre ocho y diez días.
"Si a la gente no le damos la posibilidad de quedarse en casa, y lo primordial es la comida, no van a poder mantener el aislamiento y si no mantienen el aislamiento eso tiene un efecto en los riesgos de contaminación con el covid-19”, John Orlando, director en Colombia de la ONG Acción contra el Hambre.
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