Para final de año, tal y como están las cuentas, el gobierno y el Banco de la República han estimado que el PIB crecerá 4,5%. Sin embargo, con lo que parece ser la cercanía de un acuerdo con la guerrilla y el fin del conflicto interno que propone el presidente Santos, el Producto Interno Bruto (PIB) podría crecer entre 1 y 4 puntos porcentuales.
La expectativa del 1% es el llamado “dividendo de la paz” que ha propuesto el Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, el cual en dado caso que se firme el acuerdo puede llegar a aumentar hasta 2% después de que esté lista la primera ola de vías 4G. Adicionalmente, en un estudio de 2013 elaborado por el exdirector del DNP, Mauricio Santa María junto a Norberto Rojas y Gustavo Hernández, se formula que “si se reduce a la mitad la tasa de homicidios y las acciones terroristas, el PIB se incrementaría cerca de 1 punto porcentual”, lo que haría pensar que el crecimiento económico podría ser inmediato.
Uno de los escenarios más optimistas es el que propone Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos de Análisis para el Conflicto (Cerac), ya que para el economista en ausencia de un conflicto armado interno la tasa de crecimiento será mayor a la que hemos experimentado hasta ahora, por la distorsión que produce el conflicto. Restrepo agrega que su proyección de crecimiento adicional es de máximo de 4%.
También, el economista explica que sus cuentas se basan en el estudio del Cerac, en el que se analizó históricamente cómo hubiera crecido el país en ausencia del conflicto, y el resultado fue que la tasa de incremento del PIB pudo haber sido de hasta 8,7% en promedio, y solo quitando el conflicto armado del panorama.
Adicionalmente, el estudio de Restrepo indica que existiría una mejora en la distribución de la propiedad de la tierra, un mejor y más incluyente sistema financiero, una mejora en la percepción de los mercados financieros sobre Colombia, una mayor eficiencia del gasto en seguridad, un aceleramiento en la reducción de la pobreza y se podría hasta frenar la llamada fuga de cerebros, está hasta cierto punto relacionada con el conflicto armado.
Al igual que Restrepo, el director del programa de Finanzas y Comercio Internacional de la Universidad de La Salle, Marcel Hofstetter, indicó que en sus cálculos el crecimiento adicional a mediano plazo podría llegar a 2% del PIB. Esta cifra concuerda con el estudio del economista Felipe Pinilla, quien afirma que sin conflicto se produciría en 110.000 hectáreas de tierra adicionales, generando cerca de 700.000 toneladas más de alimento.
A pesar de que los expertos coinciden en un aumento del crecimiento, hay otros sectores que no son tan optimistas. “El punto de fondo y la discusión es si parte del crecimiento y de ese dividendo ya se ha venido agregando al actual por los aumentos de seguridad que se presentaron en el país desde el año 2000 y el aumento de la inversión derivada”, explicó el exministro de Hacienda Roberto Junguito.
La opinión del exministro se basa en el estudio realizado por Francisco Rodríguez, economista para los países andinos de Bank of America y Merrill Lynch, donde se afirma que el proceso de paz estimularía en adelante el crecimiento de la economía colombiana solo en 0,3% ya que el crecimiento que ha venido registrando en estos años Colombia por encima de sus pares como Chile y Perú podría estar reflejando las mejoras registradas en la seguridad nacional”.
Sin embargo, el director del Cerac expresó que no es posible que Colombia se haya venido adaptando a la paz, y menciona que se podría pensar en un crecimiento adicional de 0,5%, siendo pesimistas, “ya que no tendríamos un gasto improductivo de cerca de dos puntos porcentuales del PIB, más de 500.000 personas sin producir y una continúa destrucción de capital físico y humano”, afirmó.
De igual manera, un estudio publicado por la Universidad de Los Andes asegura que la economía colombiana doblaría su PIB diez años más rápido de lo que lo están haciendo en este momento en un escenario en el que no esté presente el conflicto armado como variable.
En opinión del exministro de Hacienda y Agricultura Juan Camilo Restrepo, “evidentemente se beneficiará aquellos a los que se puede destinar la inversión que ahora se está usando para financiar la guerra. También habría más actividad económica en las regiones por lo que a pesar de que el crecimiento del PIB no fuera inmediato, sino gradual, sí tendría un efecto positivo a mediano plazo en la economía”.
Por su parte, el rector de la Universidad del Rosario, José Manuel Restrepo, indicó que el crecimiento a mediano y largo plazo sí podría ser de 1% o 1,5%, pero para el corto plazo el incremento del PIB se vería restringido por la inversión que hay que hacer en el posconflicto. “La sola generación de confianza en los inversionistas puede tener un impacto en el corto plazo, aunque no tan grande como el 1% del PIB. Hay que recordar que se va a tener que hacer una inversión inicial con todo el tema del posconflicto, y en el mediano y largo plazo sí se puede ver crecimiento de 1% adicional o incluso más”, aseguró. Adicionalmente, el rector del Rosario aseguró que todos los sectores serían beneficiados por el aumento en la confianza inversionista, y señaló al minero como el rubro de la economía al que le podría ir mejor. Para Hofstetter, sin embargo, “el principal beneficiado será el sector agrícola, y todas las inversiones que se hagan en él. Si logramos acercar el mercado de valores y la inversión extranjera al sector agrícola, el impacto económico puede ser muy importante”.
También el profesor de la Universidad de La Sabana, Carlos Alfonso Velásquez, aseguró que la zona del país más beneficiada sería el Suroccidente colombiano, en departamentos como Cauca y Putumayo, y los sectores eléctrico, petrolero y vial serían los ganadores de un acuerdo de paz por el cese de los atentados.
¿Cuánto costaría el posconflicto?
Aún no hay una cuenta clara de cuánto costará llevar a la práctica los acuerdos que se están haciendo. Sin embargo, las primeras estimaciones, recogidas por un estudio de Raddar, el Cesa y la Corporación Bienestar indican que el gobierno tendría que gastar $22 billones anuales durante los próximos 20 años para financiar el posconflicto. Sin embargo, estimaciones recientes, recogidas en el estudio de Fedesarrollo “Escenarios de vulnerabilidad fiscal para la economía colombiana” indican que este periodo posterior a la guerra costaría unos $80 billones, y el rector de la Universidad del Rosario, José Manuel Restrepo explica que la inversión sería de unos $40 billones.
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