En la capital colombiana de la Fiesta Brava, un ciclo digno de verse y de analizar bajo muchas facetas.
Al Alimón invitó a dos aficionados de larga trayectoria para que utilizaran este espacio y expresaran sus comentarios sobre la 59 Temporada Taurina de Manizales.
En primer lugar, Gustavo Restrepo Pérez a quien todos le reconocen su sapiencia en tauromaquia. En segundo lugar, Enrique Avilán Acosta (ver recuadro), periodista que ejerce sus funciones en Cali y desde allí emite diferentes comentarios a lo largo del año. Un asiduo asistente a las más importantes plazas taurinas.
Un rosario de recuerdos
El tiro de arrastre se ha llevado al último de la tarde y de la temporada, empaco los impermeables buscando neciamente que los dobleces coincidan, intentando distraer mi estado de alerta que repite socarronamente que debo esperar 12 meses para buscar mi puesto en el tendido, con la esperanza de que en el 2015 el impermeable sea un estorbo.
La nostalgia será llevadera si doy inicio al ritual de pasar lentamente uno a uno los recuerdos del rosario de esta temporada, unidos por la pasión y la tozudez de aficionado que es comparable con la fe del carbonero, siempre a la espera de la gran faena.
Misterios Dolorosos
La lluvia que incomoda y que soportamos siempre. La muerte de Villancico, que pesará sobre Pablo Hermoso como un logro paradojal, haberle ocasionado la muerte a un toro indultado. La Presidencia, que lleva la línea de la irregularidad, y en un plan de emotividad que no le corresponde. Los Novilleros no pegaron un petardo, pero queda la sensación que les falto dar el paso adelante. Acusan el torear poco, la disminución de festejos y el cierre de plazas obstaculizan el desarrollo de su carrera. La ambición y el sentido de la responsabilidad son imprescindibles para formar a un torero. Belmonte dijo que hay que olvidarse de tener cuerpo, y cuando las figuras se incorporan sin inmutarse después de una voltereta para buscar la cara del toro, surgen muchos interrogantes cuando quienes en procura de la alternativa toman, por menos, el camino a la enfermería por sus propios medios.
Misterios Gozosos
El equipo de Monosabios que supo lidiar con el enfangado ruedo. La Banda de Músicos que nos provoca emociones. Las buenas varas, los quites oportunos de El Piña, y Devia, y los pares de Héctor Giraldo y Chiricuto. La empresa que combinó carteles de lujo y abrió espacio en el tendido para abonados jóvenes. Y el público por su asistencia y premio a los toreros con el saludo desde el tercio.
Misterios Gloriosos
Los 10 toreros colombianos: Sebastián Vargas, variado y enjundioso, no deja pasar el tren de las oportunidades, creciendo en conocimiento, sus toques y el sentido de la distancia son su fortaleza. La calidad de Perlaza por naturales y su experiencia permitieron el aprovechamiento de sus toros.
Ricardo Rivera respondió a la expectativa creada desde octubre. José Arcila le está apostando a una nueva faceta que le da resultado. Luis Miguel Castrillón aunque conserva las buenas maneras, esperábamos que sacara la garra del debutante.
Andrés de los Ríos se mantiene fiel a su estilo, lo que merece reconocimiento, sus seguidores esperan que retome la senda del triunfo. Manuel Libardo que dejó destellos en años pasados, llegó restaurado y dio un aldabonazo de anuncio para asumir el relevo. Santiago Naranjo pintureramente nos notificó que inicia la larga andadura de un torero en formación. Pepe Manrique no se alivió y estuvo a la altura del compromiso con la seriedad de siempre. Los notables progresos del Rejoneador José Miguel González darán variedad a los carteles.
Los extranjeros: Iván Fandiño corrió con la peor suerte y sin toros aptos no pudimos apreciar sus virtudes y valorar la evolución que lo señala como uno de los triunfadores de la temporada europea. Juan del Álamo ha dejado una gratísima impresión por las finas maneras toreras y por la destreza para imponerse a los “Mondoñedos”.
Sorprende la capacidad de Sebastián Castella de renovarse siendo fiel a sí mismo, ya no es el torero de la quietud y de terrenos imposibles, en las últimas temporadas vemos crecer a la par su técnica y el buen gusto para ejecutar el toreo. El esperado José María Manzanares quiso aunque no pudo desplegar la magia de su toreo por culpa de la ganadería de su predilección, nos deja pinceladas de su suave capa y ese forzado de pecho que es una escultura en la que se funden mando y estética, y de ñapa un estocadón recibiendo en corto.
Misterios Luminosos
El toro Villancico: galopó sin perder la cadencia, un verdadero atleta de finas condiciones. Dije que Hermoso de Mendoza nos había encantado con sus corceles alados, ahora también atino a decir que lleva capote y muleta a dos pistas materializando en el mundo de los toros (en el que todo es verdad, todo es mentira) aquello del arte de birlibirloque.
El mano a mano: Acudimos con ansiedad de enamorados a cumplir la cita, sabiendo que tal vez no se repita. El viento llegó sin invitación, no soportó estar ausente, pues todo era buenos augurios. Los mano a mano, son eso, una moneda al aire. Olvidamos que los toreros crean arte, exigimos que sean productos de la sociedad post-industrial, en serie y sin desperfectos, les negamos su esencia estética, la individualidad hacedora.
A lo largo de la tarde se percibió la contraposición de estilos y maneras de hacer el toreo, punto a favor para los aficionados, pese al juego desigual de los toros, punto en contra. “El Juli” no concede tregua, ahora anda por los ruedos del mundo compitiendo consigo mismo. Esa permanente insatisfacción espiritual que aguijonea su capacidad creadora le garantizará el paso a la inmortalidad.
No siempre estará igual de fino, pero con el no cabe la abulia; creo que lleva entre sus trastos de torear una vieja edición del álgebra que le permite resolver ecuaciones de dos incógnitas, por supuesto en árabe, que también en esto de los toros aportaron lo suyo.
Con Morante ocurre igual que con las fragancias finas, no es la cantidad o la repetición, es esa impresión que se queda para acompañarnos, por ejemplo su media verónica para la que no requirió capote, solo la yema de sus dedos que congelaron el tiempo, y luego su estoica capacidad para sobreponerse a los pitos, y a si mismo, eso que sería como la ética de los poetas, para buscar la belleza donde no la había, y entonces en un arranque de torería decide crearla. Si la fortuna me permite le diré de nuevo: Tu Eres Morante!!!.
El Festival: resultó ser una noche mágica, la bella composición de José Pablo Escobar a la virgen de la Macarena y ese derroche de torería y entrega de los toreros; el enamoramiento de Santiago Naranjo con su público, que va para largo, no es amor a primera vista, superó las incomodidades de la primera cita. Solo en los toros se conjugan todos los misterios, los revelados y los no conocidos. Así sea.
Un evento con características muy propias *
Hemos asistido a una versión más, la número 59, de la tradicional Feria de Manizales que, como en muchas ocasiones, tiene detalles que la hacen única y muy digna de admirar.
Los encierros, iniciando por la novillada de Achury, mostraron la calidad del encaste que ha distinguido a los ejemplares de la familia Rocha. Uno de vuelta al ruedo, tres aplaudidos y dos pitados, fueron más que los tres noveles Pinilla, Noreña y Manrique Rivera. Una oreja solamente.
Los toros de Santa Bárbara, corrida remendada y parchada con ocho ejemplares de poco trapío, pitados dos, tres aplaudidos y uno silenciado, también registró una solitaria oreja para José Arcila, pero Ricardo Rivera mostró su toreo profundo, Castrillón solo en uno y el rejoneador González, realmente para olvidar. Las corridas de ocho toros, son algo que no se debe repetir.
Los toros de Mondoñedo de la tercera corrida, siguieron siendo el punto de atracción aunque solo uno fue premiado con la vuelta al ruedo, dos silenciados y tres pitados. Perlaza se mostró muy bien en su primero, Andrés de Los Ríos muy fuera de sitio y Juan del Alamo, el triunfador con tres orejas y todo un espectáculo.
Vistahermosa con ejemplares muy chicos y pocos pitones, tuvo uno aplaudido, otro pitado y dos silenciados mientras que Herederos de Gutiérrez tuvo a Villancico, indultado y Joropo silenciado. Allí volvió a destacarse Pablo Hermoso de Mendoza con dos orejas simbólicas, Manuel Libardo en su buen toreo, silencio y oreja e Iván Fandiño sin suerte en los sorteos.
En el Festival, con lleno cómodo, se tuvo uno de los mejores en la historia de estos festejos con un encierro estupendo de Gutiérrez, nueve orejas, novillo toro indultado por Santiago Naranjo y vuelta al 7º.
Finalmente, la corrida del cierre, tuvo un encierro bastante discreto con tres aplaudidos, dos silenciados y uno pitado y con presencia muy discreta en caras y trapío, tres orejas para El Juli y una generosa para Morante. Sus imágenes de pobreza pituna, recorrieron los portales internacionales.
Los premios a Pablo Hermoso de Mendoza, aunque muchos no estamos de acuerdo en que se premie a un rejoneador cuando hay toreros de a pie, consideramos que el premio a la mejor faena a El Juli fue ajustado y, en cambio dejaron sin mencionar a Juan del Alamo.
* Enrique Avilán Acosta
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