LA PATRIA | MANIZALES
El informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sigue fastidiando al presidente, Iván Duque, quien volvió a criticarlo: "Es muy importante que ojalá el reporte pudiera mencionar con más contundencia la violación a los derechos humanos ocasionados por los bloqueos y las prácticas violentas”, dijo Duque ayer a medios de comunicación, al terminar una ceremonia militar por los 70 años del Comando General de las Fuerzas Militares.
En un apartado sobre consideraciones de los “cortes de ruta” como el organismo internacional califica a los bloqueos, reza lo siguiente: “La CIDH pudo observar que las consecuencias de ciertos cortes de ruta en Colombia han derivado en un profundo malestar (...) La Comisión reconoce que este malestar se origina en serias afectaciones particulares y colectivas; y condena que algunos bloqueos hayan comprometido gravemente derechos como la vida, la provisión de alimentos, la potabilización de agua, la salud, entre otros”.
A Duque le parece que el informe se quedó corto en condenar los bloqueos e insistió en que “gran parte de las recomendaciones” de la CIDH “ya se están aplicando” y volvió a rechazar la entrada de un mecanismo de verificación a la situación de derechos humanos en Colombia, después de que la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, ofreciera que se instalará en la capital del país.
Señaló que las instituciones de control que hay en el país “no se crearon hace 8 días”.
Añadió: “La Defensoría del Pueblo cumple su tarea y además a nivel territorial también hay personerías y entidades que cumplen ese tipo de tareas. Creo que aquí no se trata de crear nuevas instituciones, sino de que las que tenemos obren con toda claridad, firmeza, independencia y la colaboración armónica entre poderes”.
Sobre la invitación de López a la CIDH, Duque dijo que no va a entrar en controversias con gobernantes locales y que la política exterior de Colombia la dirige el Gobierno nacional.
Análisis
Silvia Serrano, abogada y especialista en derecho internacional, consideró que Duque tergiversa lo que el informe dice sobre los bloqueos, al afirmar que la CIDH le recomendó ser tolerante con la criminalidad.
"Nadie razonable que lea el documento llegaría a esa conclusión, pero a Iván Duque le conviene decirlo así para justificar su rechazo", explicó Serrano en sus redes sociales y agregó que el Ministerio de Relaciones Exteriores de manera precipitada rechaza varios de los hallazgos de la CIDH sin antes haber realizado las investigaciones correspondientes. "Lo que haría un gobierno serio es preocuparse por esos hallazgos (todos) e investigarlos diligentemente", expresó la abogada.
Para ella, así el Gobierno rechace el mecanismo de verificación a la situación de derechos humanos, igual la CIDH lo implementará porque no depende de la anuencia del Estado colombiano. "Se pierde la oportunidad de recibirlo constructivamente para cumplir. Así ganarían todos, pero Duque prefiere antagonizar como gobiernos autoritarios".
Rodrigo Uprimny, investigador de Dejusticia, comparó al Gobierno de Duque con el del autócrata Daniel Ortega, pues ambos, según Uprimny, hicieron casi las mismas críticas al informe sobre violaciones a los DD.HH. que hizo la CIDH sobre Nicaragua y Colombia.
José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch para las Américas (HRW), calificó la respuesta del Gobierno colombiano a la CIDH de lamentable.
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