Lorena Cantó
EFE | LA PATRIA | LA HABANA *
El Gobierno del presidente, Juan Manuel Santos, se despidió ayer de las conversaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (Eln) sin alcanzar un nuevo cese el fuego bilateral temporal, un objetivo que dependerá de la voluntad del nuevo Ejecutivo de proseguir con las negociaciones.
Los negociadores salientes cerraron en La Habana -a una semana de la toma de posesión del nuevo mandatario, Iván Duque- el sexto ciclo de los diálogos con la guerrilla del Eln con "avances significativos", pero no concretaron el principal objetivo de esta fase: una segunda tregua tras la alcanzada entre octubre y enero pasados.
Santos, cuyo Gobierno logró en 2016 firmar la paz con las Farc y la conversión de esa guerrilla en formación política, había confiado en los últimos días en sellar una tregua con el Eln antes de dejar el poder para así allanar el camino a la continuidad del proceso con la nueva cúpula colombiana.
La semana pasada la canciller saliente, María Ángela Holguín, estuvo en La Habana y se reunió con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, para abordar los avances del proceso de paz, lo que hizo pensar que el anuncio de cese el fuego podría producirse en los días siguientes.
Pero los jefes del Gobierno y la guerrilla en las conversaciones anunciaron ayer que pese a que dejan las negociaciones muy avanzadas, el alto al fuego no se concretó, por lo que la pelota queda en el tejado del nuevo Gobierno.
Tampoco se concluyó la segunda de las metas del ciclo, el diseño de la participación social en el proceso de construcción de la paz, aunque sus fundamentos quedaron "definidos", según la declaración difundida ayer por las dos partes negociadoras.
Entre esos fundamentos se concertó que la participación será transversal, que se desarrollará a través de un carril territorial y uno temático-sectorial-poblacional y que "contará con plenas garantías de seguridad y protección a las comunidades, a sus organizaciones y representantes", indica el documento.
"No se ha logrado el objetivo de alcanzar un cese el fuego, pero se ha avanzado bastante", dijo el jefe negociador del Gobierno, Gustavo Bell, quien subrayó que la tregua "es necesaria para dar garantías a la sociedad para participar directamente en la construcción de la paz".
Precisó que será Iván Duque quien tome una decisión respecto al proceso, aunque recordó que la Constitución colombiana establece la paz como "un derecho y un deber constitucional".
Mientras, el jefe del Eln en la mesa negociadora, Pablo Beltrán, apuntó que la guerrilla aspira a que lo concretado en esta fase sea la "base del trabajo del séptimo ciclo a realizarse con el nuevo Gobierno".
Beltrán insistió en que esperan que el Gobierno de Duque "dé continuidad al desarrollo de esta agenda y de estas conversaciones".
Ambas partes coincidieron en la importancia de que las negociaciones tengan lugar con una tregua en vigor para garantizar el diálogo nacional y la participación de la sociedad colombiana en el proceso de paz.
El representante del Eln también confió en que "este cese ayude y dé cobijo" a "líderes sociales y activistas que hoy están siendo objeto de persecución y genocidio".
En el trasfondo de las negociaciones estuvo en los últimos meses el incremento de la violencia y el asesinato de líderes sociales, con el colofón esta semana de una masacre que dejó nueve muertos en la región de El Catatumbo, donde operan frentes del Eln sumidos en una guerra territorial por el negocio del narcotráfico.
Entre los fallecidos hay siete antiguos integrantes de las Farc, según el Ministerio de Defensa.
A ello se suma la preocupación del Eln por tener garantías ante una eventual desmovilización, tras las denuncias de las Farc -hoy partido político con representación parlamentaria- de que el Gobierno está incumpliendo los términos del acuerdo de paz alcanzado en 2016.
Según el comunicado difundido ayer, en el ciclo se avanzó "en la precisión de los elementos necesarios para sentar las bases" de un nuevo cese el fuego, "quedando pendiente concertar otros que permitirán su implementación y hacer más efectivo del trabajo del Mecanismo de Veeduría y Verificación".
Análisis
Para Vicente Torrijos, experto en procesos de paz y profesor de la Universidad del Rosario, las condiciones que ha anunciado Duque desde su campaña para negociar con el Eln no van a cambiar, porque es su percepción de paz, que es diferente a la de Santos y porque fue el motivo principal de su elección.
“Lo que está claro es que para Duque hay unas condiciones que son inalterables. Creo, por supuesto, que habría un estudio muy concienzudo de cuáles son las condiciones en las que Santos entrega ese proceso, pero ningún estudio por detallado alteraría las condiciones de no negociar en medio del conflicto y de exigir un cese de hostilidades absoluto con concentración y verificación internacional en áreas geográficas definidas”, explica Torrijos.
De acuerdo con el analista, ni siquiera la presión internacional lograría que el presidente electo cambie sus convicciones en relación al proceso con el Eln, que son los mismos planteamientos que ha venido defendiendo desde que el No ganó en el plebiscito por la paz.
El gestor de paz Carlos Velandia asegura que lo que se presentó ayer fue el cierre del ciclo de paz liderado por el presidente Santos y que el resultado hace parte de la transición política que va a atravesar el país con el nuevo Gobierno, “el cual tiene una lectura muy particular en relación con todo en materia de paz, no solo con el Eln sino con las Farc”.
“Creo que el proceso quedó en unas condiciones bastante positivas, bastante adelantadas para que el nuevo presidente tome contacto con el Eln y le haga los ajustes necesarios para darle continuidad al proceso. Muy seguramente habrá cambios que reflejen esta nueva realidad política que no podemos eludir”, dice.
Jorge Kenneth Burban, especialista en paz y profesor de la Universidad Libre, sostiene que el logro y mantenimiento de la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento, así como la conservación del orden público en el territorio y restablecerlo.
“Los procesos de negociación y el logro de los acuerdos de paz es tarea exclusiva del jefe del Estado y es indelegable, por tanto si no se logró un acuerdo con el Eln en cuanto al cese bilateral del fuego, que es lo deseable para evitar más víctimas, esa tarea la tiene ahora el presidente electo Duque”, concluye Kenneth.
* Con información de Colprensa
Las negociaciones entre el Eln y el Gobierno comenzaron su fase pública en febrero del 2017 en Quito y se trasladaron a La Habana en mayo pasado, después de que el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, retirara a su país como garante y sede del proceso de paz.
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