
Karina Ausecha
COLPRENSA | LA PATRIA | BOGOTÁ
El médico peruano Enrique Jacoby es un convencido de que la ciudad del futuro será vertical, es decir, con más edificios y menos casas, con espacios verdes y ciclorutas de gran magnitud que le resten espacio al carro particular.
Esta es la idea que ha impulsado como presidente de la Red de Ciclovías Recreativas de las Américas (EE.UU.) y como asesor de la Organización Panamericana de la Salud. Su teoría es que aplicar acciones contra el cambio climático no solo beneficia al medio ambiente, sino que tiene efectos positivos directos sobre la salud humana.
Jacoby abordó estos temas durante la Cumbre de Ciudades y Cambio Climático que se desarrolló esta semana en Bogotá, donde además se habló sin tapujos de la necesidad de reducir el número de carros particulares en las ciudades, para darle paso a sistemas de transporte público más limpios e incluyentes.
Para evitar enfermedades
-Usted habla de que la mejor forma de combatir el cambio climático es vender la idea de que al hacerlo se previenen varios problemas de salud...
Vivimos con el exceso de automóviles que producen entre el 15 y el 20 por ciento de la contaminación y gases de efecto invernadero del mundo entero. A esto se suma la forma de producir industrializada con muchos fertilizantes e insecticidas derivados del petróleo, que generan una gran contaminación. Solo en el caso del transporte y la forma como nos organizamos en la ciudad, tendremos que diseñar ciudades que sean un poco más densas, verticales, con espacios públicos grandes, con menos carro privado y más transporte público de gran calidad. Hacer esto crea beneficios porque la gente camina, lo que genera un efecto positivo en el sistema cardiovascular y reduce la obesidad. Además, menos emisiones de gases beneficia los pulmones. Está demostrado que cuando en la calle hay más transporte público que carros privados, bajan los accidentes.
- ¿Por qué se deben construir ciudades más densas y verticales?
Porque así la gente está más cerca de sus amigos, familia y los lugares que necesitan por lógica. Además, el consumo de gasolina se reduce porque no es necesario que las personas hagan tantos viajes en automóvil al estar más cerca de lo que quieren. También se abre la posibilidad para espacios como jardines, parques y zonas de recreación que absorben lluvia y el calor que se genera en la ciudad cuando todo está construido en cemento. Muchos piensan que es difícil vivir en edificios, pero tenemos que aprender a convivir de forma más conglomerada. La ciudad del futuro es eso. Los edificios de Singapur son verdes, absorben el calor de una manera excelente y no tienen que usar aire acondicionado ni calefacción.
- El impacto que genera el cambio climático sobre la salud se conoce desde hace tiempo, ¿por qué no incluyen estos temas en el debate?
Las medidas para mejorar el cambio climático tienen algunos enemigos, y son los que producen cosas que contaminan. Tiene sentido común, pero el que defiende el dinero no ve la lógica. Por eso necesitamos que los gobiernos ejerzan liderazgo y más fortaleza para decir: primero el bien común. Hay que regular la forma como vendemos la tierra, como se acopia el agua, cuántos autos se pueden meter a nuestras ciudades y qué es tolerable para la salud humana.
- Dice que hay que regular la industria. En el caso de los carros cada día es más fácil adquirirlos. ¿El Gobierno debería ponerle trabas a este negocio?
Lo que se ha ensayado ha funcionado: más impuestos y no hacer tan fácil los esquemas financieros para los automóviles. Además, no debería ser fácil estacionar un auto en el centro de la ciudad, debería ser más caro. Si se toman estas medidas se podría reducir entre un 20 y 30 por ciento el número de automóviles. Pero no podemos ser tan draconianos de eliminar el auto y no dar más alternativas. Hay que tomar medidas que produzcan un excelente sistema de transporte público: tranvías, Transmilenio, ciclovías, calles peatonales, ayudar a que el desarrollo de la ciudad sea multimodal.
Sobre la ciclovías
- ¿Cómo avanza el impulso de las ciclovías?
Están creciendo a una velocidad increíble en Norteamérica y en Suramérica porque las ciudades las ven como una buena opción. Existen más de 250 ciudades con ciclovías establecidas, lo cual es un éxito. Le teníamos demasiado respeto al auto. Aunque solo el 10 por ciento de la población lo tiene, el resto paga impuestos para hacer pistas para ese porcentaje, es un subsidio para ese 10 por ciento que tiene capacidad de comprarlo.
- ¿Dónde queda el carro eléctrico o el hídrico, que genera menos contaminación?
El carro eléctrico eliminará contaminación, pero si lo tienes, no vas a caminar, y se mantendrán otros problemas. Es mejor invertir más en transporte público, densificar la ciudad y que la gente deje el carro, que lo tenga si quiere, pero que lo use lo menos posible. No es una cruzada contra la propiedad del automóvil, lo que pasa es que la gente usa los carros como las joyas, y es un desfile permanente de competencia por estatus.
- ¿Debería existir un subsidio para comprar bicicleta?
Debería haber subsidio para que no haya tanto automóvil en la calle, y para que se construyan las ciclorutas y parques. Pero en todas las ciudades de América y el mundo la obsesión es hacer que a los carros les vaya "recontrabién", y esa es la receta para destruir el planeta.
¿Quién es?
Enrique Jaboby es un médico peruano egresado de la Universidad de San Marcos (Lima), con maestría en nutrición de salud pública de la John Hopkins University. Entre 2000 y 2011 se desempeñó como asesor regional de alimentación saludable y vida activa en la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Es cofundador de la Red de Ciclovías Recreativas de las Américas y promotor del Concurso anual de Ciudades activas, ciudades saludables. Desde agosto de 2011 es viceministro de Salud de Perú. En Noviembre de 2011 fue elegido presidente de la Red de Ciclovías.
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