Qué tiene en común el ‘canciller de las Farc’, Rodrigo Granda; ‘El Negro Antonio’; Joaquín Pérez Becerra, director de la página web Anncol; Miguel Ángel Bobadilla Prada, vinculado con el atentado a Caracol Radio; el ‘Mono Jojoy’ y ‘Raúl Reyes’?, que todos han sido representados jurídicamente por Rodolfo Ríos Lozano, abogado defensor de presos políticos y de Derechos Humanos.
En el caso de los primeros los ha defendido en los estrados judiciales, en el caso de los cabecillas guerrilleros, él es quien ha reclamado sus cadáveres luego de caer en combates con la fuerza pública.
No le incomoda que lo vinculen con las Farc, porque dice que el representa guerrilleros, pero como un colombiano más le preocupa el proceso de paz que se avecina entre la organización armada ilegal y el Gobierno.
Asegura que siente temor de hablar en medios de comunicación o de intervenir en las audiencias públicas donde sus defendidos no solo pertenecen a las Farc o el ELN, sino también pueden ser personas de izquierda vinculadas con estos grupos al margen de la ley.
“Para el que piensa como yo pienso, es más peligroso que quién porta un fusil”, asegura e indica que en “Colombia la derecha es muy cruel y vengativa”.
Para éste, uno de los fundadores de la Unión Patriótica, y quien vivió el genocidio, además de hacer parte del partido Comunista Colombiano, lo que le espera al país en materia de paz no es nada fácil, pero confía en el proceso y en quiénes están frente al mismo.
-¿En qué se diferencia el proceso de paz que arranca con las Farc de los demás que se han hecho en el país?
De acuerdo al conocimiento que se tiene de los procesos que ha adelantado el Gobierno con las Farc y particularmente los últimos procesos como es el caso del Unión Patriótica y el que se adelantó en el Caguán, observamos que este tiene una connotación más rápida y seria, y a la vez va tiene mucha más participación la comunidad internacional.
Encontramos que las Farc y el Gobierno están planteando unas salidas políticas muy similares a las que acontecieron en el Salvador y Nicaragua, más concretamente en este primer país, en donde el movimiento insurgente tuvo participación en las instancias gubernamentales en el Congreso.
DELITOS DE LESA HUMANIDAD
-¿Es una dificultas para los diálogos que existan delitos de lesa humanidad o relacionados con el narcotráfico cometidos por las Farc?
La voluntad de las partes está por encima de la ley, y si hay la voluntad de las Farc y del Gobierno no hay ningún problema.
El Código de Procedimiento Penal ha establecido una serie de delitos como es el secuestro, la extorsión y el mismo tráfico de estupefaciente. Yo escuchaba a algunos miembros de las Farc que en este momento hacen parte del equipo de negociadores con el Gobierno, que ellos no tienen nada que ver con el narcotráfico. Sabemos que lo que hacen es cobrar un impuesto por el tráfico de alucinógenos.
Con relación a los secuestros sería una situación bien compleja, porque de una parte están los secuestros políticos, estos ya todos fueron liberados y por ese lado no habría problema. Con relación a los rehenes que tuvieron las Farc (policías y soldados) capturados durante la misma confrontación, no se pueden denominarse secuestrados, es otro fenómeno de carácter jurídico que debe estudiarse.
Finalmente, están los secuestrados económicos, este asunto lo tiene que resolver el Gobierno para no embolatar el proceso de paz y mirar de qué manera se podría salir. Si realmente las Farc tienen secuestrados económicas deben quedar en libertad.
-¿Sería un obstáculo para el proceso que el gobierno de Estados Unidos no permitiera la salida de ‘Simón Trinidad’ para que asuma como negociador?
Yo no diría que es un tropiezo, al contrario el señor ‘Simón Trinidad’ es una persona experimentada en el ámbito político, un intelectual. Quienes conocemos su historia sabemos que es un profesional y es un hombre con mucho conocimiento de lo que sucede en Colombia. Por eso fue que las Farc lo postularon.
-Pero no se pueden pensar que esto sea una estrategia para sacarlo de la cárcel como sucedió con Rodrigo Granda?
El caso de ‘Simón Trinidad’ es el de un prisionero Político en los Estados Unidos, es un montaje judicial y una sentencia de condena Política la que le hicieron. Es un deber de Colombia pedir a Estados Unidos que lo dejen salir para que participe de la negociación.
IMPUNIDAD PARA LAS VÍCTIMAS
-¿Este proceso generaría impunidad para las víctimas?
Yo considero que en este tipo de negociación infortunadamente puede generar impunidad. Impunidad de parte de ambos sectores de la negociación, porque la guerrilla como el Estado tiene sus víctimas.
Es un fenómeno tan complejo que las víctimas son incontables. En este caso se generaría impunidad en algunas cosas, pero igualmente daría lugar a una situación para evaluarla desde el punto de vista de un perdón y olvido. En la parte humana y afectiva está lo complejo de la negociación.
-¿Fue un error del Gobierno no incluir a las víctimas en el proceso?
Las víctimas y la sociedad civil todavía se pueden vincular a las negociaciones, es que los diálogos no se han abierto formalmente.
-¿Cómo ve la posibilidad de diálogo con el ELN?
Lo que yo observo es que si se logra la paz con las Farc queda el otro frente guerrillero vivo que es el ELN, sino se consigue la desmovilización de este sector sería una paz a medias. En este caso el Gobierno no debe pensar en diálogos solo con las Farc, sino simultáneamente deben darse las conversaciones con todas las guerrillas colombianas.
-¿Qué tan probable es un fracaso en el proceso de paz que se avecina?
Es un fenómeno muy complejo y yo me atrevo a decir que si bien es cierto hay optimismo dentro de los negociadores, creo que no va a haber mucha confianza cuando se tenga que desarrollar los temas álgidos, los más complejos de la negociación. Cuando se entre a negociar la participación activa de las Farc dentro de las instituciones jurídicas, militares y la política.
“NO DEBE HABER CÁRCEL”
-¿Debe haber una pena alternativa a quines dejen las armas en este proceso?
Si el Gobierno condiciona la negociación a que las Farc deban pagar algunas penas, así sean mínimas, pues restringen necesariamente la actividad política y participativa dentro de las instituciones del Estado, tal como lo han planteado dentro de las negociaciones. En un proceso de paz tiene que renunciar a cualquier acción penal en contra de los miembros de las Farc para que ellos puedan libremente participar en actividades políticas y en manejo de las instituciones.
-¿Similitud de este y el proceso que se adelantó con el M19?
El proceso con el M19 se desarrolló en una forma donde no hubo mucha contraprestación del grupo guerrillero. Se desmovilizaron y de lo que tengo conocimiento es que muchos de esos guerrilleros volvieron a delinquir en las Farc y el ELN. Quines en últimas han podido disfrutar y estar en cargos públicos han sido los jefes guerrilleros.
-¿Qué hacer para que dicha desmovilización, de llegar a darse, no sea una farsa y que la guerrilla siga delinquiendo?
Tendría que darse un fenómeno similar al que se dio en el Salvado donde hay una participación directa gubernamental, administrativa, congresional, de las Fuerzas Militares y la guerrilla. Es ese sentido podría haber una equidad en el desarrollo político, social y económico del país.
Que no pase lo del M19 que tuvo una lucha y al momento de desmovilizarse no dejó huellas transformadoras de la realidad del país. Lo que yo tengo entendido es que las Farc quieren que se transforme esto.
-¿Se deberá renovar la Constitución si las negociaciones llegan a feliz término?
Necesariamente debe reformarse, es una exigencia para que se cambie la estructura Política del país. Se debe modificar la ley laboral, el derecho de familia, el derecho penal, entre muchos más. Así sería un acuerdo de paz real.
-¿Las Farc están derrotadas y por eso entra en la negociación?
No diría que las Farc están derrotadas, pero tampoco están ganando la guerra. Las Fuerzas Militares no están derrotadas, pero tampoco han triunfado. Yo pienso que todo es a raíz del Tratado de Libre Comercio, donde los países que lo han firmado le exigen más resultados al Gobierno colombiano para el ingreso de sus productos.
ABOGADO DE GUERRILLEROS
-¿Cómo decidió hacerse el abogado de los guerrilleros?
Soy un hombre de izquierda, además soy un abogado que me he dedicado a ejercer el derecho penal y como consecuencia de este trabajo muy profesional, muchos muchachos me han llamado a que les asuma la defensa. No hay problema en defender guerrilleros. También defiendo personas de izquierda que los han asociados con las Farc y he logrado que los absuelvan.
-¿Le molesta que le digan que es el abogado de las Farc?
No, yo defiendo las Farc jurídicamente en los estrados judiciales, defiendo el Ejército de Liberación Nacional, defiendo los sindicalistas y los Derechos Humanos.
Mi trabajo está ajustado a los procedimientos legales (…) esto no permite que el abogado sea asociado a las Farc. El abogado es un coadministrador de justicia y le abre los ojos al juez y a la Fiscalía.
Nadie puede señalarme que he estado al margen de la ley o he estado en contra de las instituciones que le han hecho daño al país, pero sí estoy a favor de aquellas que defienden los Derechos Humanos.
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