EFE | LA PATRIA | BOGOTÁ
Comunidades y autoridades del suroeste de Colombia pidieron ayer al Gobierno respuestas ante las dos masacres perpetradas recientemente en el país y que dejaron 11 muertos, una de las cuales tuvo lugar en una zona incluida por la Defensoría del Pueblo en su sistema de alertas tempranas.
Una de las dos matanzas ocurrió el domingo en una gallera del caserío de Munchique, que hace parte del municipio de Buenos Aires (Cauca), donde desconocidos arrojaron una granada y dispararon contra los presentes matando a siete jóvenes, según las últimas informaciones.
"Se habla de siete personas: seis adultos y un menor asesinados", denunciaron en un comunicado organizaciones sociales de la región del Pacífico, que identificaron a los fallecidos como Juan Manuel Mancilla, William Ibarra, Juan Camilo Salinas, Jarrison Balanta, Kevin Caicedo, Víctor Caicedo y Jhon Barrado Juanillo.
La otra masacre, con cuatro asesinados en la localidad de Mosquera (Nariño), fue confirmada ayer por el gobernador de ese departamento vecino, John Rojas, quien pidió a las autoridades nacionales que esclarezcan lo sucedido.
"Nueva masacre enluta a Nariño, en el municipio de Mosquera cuatro personas asesinadas, crisis social y humanitaria en Nariño es muy grave", manifestó el gobernador en su cuenta de Twitter.
Un video que circula en la zona y cuya autenticidad no ha podido ser verificada, muestra a varios hombres armados que disparan desde una embarcación contra los cuerpos ya sin vida de las víctimas en una área de manglares.
Tras rechazar este nuevo acto violento, Rojas pidió a la Policía, a la Armada y a la Fiscalía "esclarecer estos hechos", de los que las autoridades no tienen mayor información.
Alerta de riesgos
En cuanto a la masacre del Cauca, el defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, recordó ayer que hace cinco meses esa entidad emitió dos alertas tempranas sobre lo que podía suceder en esa población.
Una alerta fue emitida el 30 de abril, tras el asesinato cuatro días antes de otras tres personas en la misma zona de Munchique y de la misma forma que ayer, mediante el lanzamiento de una granada y disparos de armas largas.
"Este hecho se presume sería la materialización de amenazas que la Columna Móvil Jaime Martínez de la disidencia de las Farc viene realizando para mantener el aislamiento respecto de la emergencia sanitaria por la covid-19, y mantener las restricciones a la movilidad y la imposición de normas, horarios, etc.", advirtió entonces la Defensoría.
Según esa entidad, Buenos Aires, situado en el norte del Cauca, de los departamentos con más conflictos del país, "ha sido un territorio funcional al conflicto armado, por cuanto sirve, por una parte, como corredor de movilidad para diversos grupos armados ilegales y para el narcotráfico".
En esa zona las víctimas suelen ser afrodescendientes, indígenas, campesinos, exguerrilleros en proceso de reincorporación, migrantes, prostitutas y personas socialmente estigmatizadas que son intimidadas mediante panfletos en los que los disidentes dictan "normas de comportamiento y restricciones, como por ejemplo a la movilidad" y anuncian acciones de "limpieza social".
"El 27 de abril de 2020 circuló un panfleto presuntamente de la columna Jaime Martínez donde recalcaba las amenazas previas y de restricción a la movilidad en los municipios de Buenos aires y Suárez, declarando objetivo militar a los habitantes" de varios caseríos, agregó la alerta temprana.
Según la Defensoría, "este panfleto señala textualmente 'no estamos jugando', y aparece un día después del homicidio múltiple ocurrido en Munchique" el 26 de abril pasado.
Advertencias ignoradas
"Pese a las múltiples solicitudes efectuadas por las organizaciones étnicas territoriales del norte del Cauca y de la Defensoría del Pueblo, el Gobierno colombiano hizo caso omiso de generar las acciones necesarias de prevención y protección", dijeron ayer en un comunicado organizaciones como Proceso de Comunidades Negras (PCM), la Asociación de Mujeres Afrodescendientes del Norte del Cauca (Asom) y la Asociación para la Investigación y la Acción Social.
Pese a que las indagaciones por la matanza del domingo en la zona rural de Buenos Aires apenas comienzan, el gobernador del Cauca, Elías Larrahondo, dijo ayer, tras participar en un consejo de seguridad, que "lo más seguro" es que los autores sean del "grupo residual de las Farc, la Jaime Martínez", pero eso lo dirá la investigación.
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