COLPRENSA | LA PATRIA | BOGOTÁ
Ana María Cortés Mena es uno de los 178 nombres de la lista de líderes sociales que han sido asesinados en el país desde que se firmó el 24 de noviembre del 2016 el acuerdo de paz con las Farc, según el director del cuerpo élite de la Policía para la protección de defensores de derechos humanos, coronel José Restrepo. La mujer fue baleada a las 7:00 de la noche del miércoles en el municipio de Cáceres (Antioquia).
De acuerdo con el coronel Julio Cabrera Suárez, subcomandante del departamento de Policía de Antioquia, Cortés Mena, de 46 años, fue ultimada por dos hombres que se movilizaban en una motocicleta, mientras ella salía de un establecimiento público.
Conocido el asesinato, las autoridades abrieron una investigación para establecer quiénes son los responsables del crimen de la líder social, quien fungió como secretaria de la campaña presidencial de Gustavo Petro Urrego en ese departamento.
El excandidato denunció enérgicamente que Cortés Mena había sido amenazada por el mismo comandante de la Policía del municipio.
Una vez se conocieron los señalamientos en contra del uniformado, el general Cabrera anunció que abrieron investigación disciplinaria para establecer si la información suministrada es veraz y de ser así determinar el motivo de las supuestas amenazas contra la mujer.
Tras el asesinato de Cortés Mena, que se suma al de otros líderes sociales, el presidente, Juan Manuel Santos, confirmó que el martes se reunirá la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad, que busca evitar que hechos como este se repitan. Además, el jefe de Estado señaló que la Fiscalía expondrá los resultados que hasta el momento tiene sobre este flagelo.
El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, confirmó que tan solo en esta semana se han registrado tres asesinatos de líderes sociales. Uno de ellos fue Luis Barrios, un sindicalista que residía en Barranquilla y que había denunciado ante las autoridades una banda de microtráfico. De acuerdo con Villegas, por la muerte de Barrios hay tres hombres detenidos, quienes al parecer pertenecían a la banda criminal que fue denunciada por la víctima.
Agregó que en la mañana de ayer en el corregimiento de Llorente, en Nariño, se registró la muerte de la presidenta de la Junta de Acción Comunal, Margarita Estupiñan. Añadió que desde el 2010 la cifras de asesinatos venían disminuyendo, sin embargo, confirmó que hasta la fecha por mes hay 1.000 muertes mensuales, entre las que se encuentran los homicidios de líderes sociales.
Análisis
El politólogo y subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, Ariel Ávila, coincidió con los departamentos mencionados por la Defensoría en relación al asesinato de líderes sociales, sin embargo, señaló que tiene una cifra un poco más baja en relación a la mencionada por la entidad.
“Desde el 24 de noviembre del 2016, momento en que se firmó el acuerdo de paz, han sido asesinados 153 líderes sociales, matan uno cada cuatro días y eso significa que a pesar de todo lo que ha hecho el Gobierno Nacional, esto no se puede evitar”, aseguró el experto.
Ávila añadió que pese a las múltiples acciones que ha implementado el Estado, este ha sido un problema más grande que las soluciones que se han planteado, por lo que el reto de acabar con este flagelo será heredado por el próximo gobierno.
“El Gobierno Nacional creó el Cuerpo Élite de la Policía, la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad y ha sacado tres decretos, pero aún así nada de eso ha surtido efecto”, indicó Ávila.
El experto consideró que para evitar que sigan ocurriendo sucesos como los padecidos esta semana se deben evaluar dos puntos. El primero de ellos es que se debe avanzar con las investigaciones judiciales y de esa manera se podría establecer quiénes son los que están tras los asesinatos; y el segundo es que se deben controlar los adoctrinamientos que hoy en día se ven en el país.
En relación a las bandas criminales que están tras los asesinatos, Ávila consideró que se encuentran las disidencias de las Farc y el Ejército de Liberación Nacional (Eln), sin embargo, consideró que hay un tentáculo mucho más grande que se está encargando de perpetrar esos crímenes. “La mayoría son bandas delincuenciales sin identificar, es decir, alguien está contratando sicarios para que maten líderes sociales. La menor proporción es disidencias de las Farc y el Eln”, aseguró.
El analista añadió que aunque no se ha determinado un victimario, sí hay un patrón definido para asesinar a los líderes y tres conductas detectadas. “La primera es que la mayoría de las víctimas son personas que estaban reclamando tierras o que son líderes de organizaciones de víctimas. El segundo es que también son líderes que querían participar en política y el tercer hecho es que han matado personas que se oponían a actividades ilegales. No hay un patrón del que mata, pero sí del que es asesinado”.
El presidente electo de Colombia, Iván Duque, rechazó ayer la ola de violencia contra líderes sociales y políticos en Colombia y prometió que cuando llegue al poder trabajará en una "agenda de legalidad" con "sanciones ejemplares", en la que "al criminal se le diga que el que la hace, la paga".
La radiografía de la Defensoría
Según un estudio revelado por la Defensoría del Pueblo se suman 311 crímenes de líderes sociales entre el primero de enero del 2016 y el 30 de junio de este año.
Según la radiografía del organismo, el departamento de Cauca es el lugar del país donde se han registrado más ataques contra defensores de derechos humanos reportando 78 homicidios, entre ellos los de Jesús Orlando Grueso, de 38 años, y Jonatan Cundumí Anchino, de 29 años, ambos integrantes de Marcha Patriótica y quienes fueron asesinados en febrero de este año. Hasta el momento los responsables siguen libres.
En segundo lugar está Antioquia con 43 casos. Además de Ana María Cortés Mena, fue asesinado recientemente en el municipio de Puerto Valdivia Luis Alberto Torres Montoya, quien fungía como integrante del movimiento Ríos Vivos. Por este asesinato la Fiscalía sigue sin dar con los responsables del crimen.
En el tercer puesto se encuentra Norte de Santander, donde los enfrentamientos entre bandas criminales en la región del Catatumbo son el pan de cada día. Con este antecedente, las autoridades señalan que dichas disputas por el control territorial son de las causas por las que asesinan a los líderes sociales en ese departamento.
En cuarto y quinto lugar se encuentran Valle del Cauca y Chocó, con 16 reportes respectivamente.
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