Así lo informó hoy el ministro de Defensa colombiano, Juan Carlos Pinzón, en una rueda de prensa desde la base militar de Larandia en Caquetá, en la que lamentó lo sucedido con el corresponsal en Colombia de la cadena francesa France 24 y del diario Le Figaro, y exhortó a la guerrilla: "si lo tiene, debe respetar su vida".
El ministro dijo que la información divulgada por su cartera corresponde a "hechos exactos" en los que no hay cabida para datos preliminares porque el Gobierno de Colombia aspira a "resolver cualquier especulación sobre estos hechos y aclarar lo que ocurrió".
Esta versión contrasta con la del ministro galo de Exteriores, Alain Juppé, quien aseguró desde un mitin en la ciudad de Lyon que Langlois "fue secuestrado durante un enfrentamiento entre las fuerzas colombianas y las Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia)" y "ha sido hecho prisionero".
Según los testimonios de los combatientes, Langlois recibió un disparo en el brazo izquierdo y en medio de la tensión "seguramente" tomó la decisión de quitarse el chaleco y el casco militar "y al manifestar que era población civil desplazarse hacia área desde donde disparaban los guerrilleros".
Pinzón relató que unidades de la Brigada contra el Narcotráfico, acompañadas de la Policía Judicial y de "un periodista francés, un corresponsal de guerra que lleva doce años trabajando en el país" ingresaron ayer a primera hora en la zona rural conocida como La Unión Peneya, Caquetá.
"Desde muy temprano desarrollaron operaciones ofensivas contra la estructura del narcotráfico de las Farc" que según dijo, tiene en esa zona "cristalizaderos, producción de base de coca y producción de cocaína" que pertenecen al Frente 15.
Tras destruir un laboratorio, en el que se estima que además incautaron 400 kilogramos de pasta base de coca, las unidades trataron de ingresar en otra área en la que se aprestaban para repetir la operación, pero allí se encontraron con guerrilleros que "defendiendo fieramente esas estructuras atacaron al batallón".
Pinzón dijo que según los militares se trató de combates muy intensos durante varias horas en los que hubo momentos de enfrentamiento "a corta distancia" y "siempre visualizaron al enemigo vestido de civil, disparando desde las casas o utilizando civiles desarmados como escudo humano".
Como consecuencia, "fueron asesinados cuatro miembros de fuerza pública", seis más resultaron heridos "y salieron ilesos o con raspaduras", otros diecisiete se encuentran en perfecto estado y al menos un guerrillero fue dado de baja aunque calculan que siete más corrieron la misma suerte.
"A esta altura sólo hay una persona desaparecida: el reportero de guerra Roméo Langlois", indicó, quien "estuvo buena parte de tiempo con las tropas, incluso en medio de combate".
Ante la incertidumbre sobre la situación del periodista francés, sus compañeros decidieron ir hasta La Unión Peneya para contrastar las diferentes versiones sobre los hechos.
Simone Bruno, quien también trabaja para France 24, manifestó su intención de hablar con Pinzón, con los militares que estuvieron con él y con la población civil que lo vio "por última vez" porque si estuviera desaparecido podría haber sido hallado hoy con otras cinco personas en esa condición.
Mientras, el Gobierno colombiano anunció como balance de los combates: tres militares y un agente de la Policía Judicial muertos, seis uniformados heridos leves y al menos un guerrillero fallecido, al que, de ser confirmados, se le podrían sumar otros siete.
Desde que se hicieron públicos los enfrentamientos en la noche del sábado se ha registrado un baile de cifras: en un primer momento el comandante de las Fuerzas Militares, Alejandro Navas, escribió en su Twitter que había 15 militares muertos, mientras que medios locales siguen hablando de 21 fallecimientos según fuentes extraoficiales y el Gobierno anunció 4.
La Agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol), afín a las Farc, criticó en su página de internet que "la cifra disminuye como 'por encanto'", y zanjó: "el desconcierto y desinformación cuando al Establecimiento no le salen sus proyectos imperiales".
Además, agregó que la situación de Langlois "es de suponer que es responsabilidad del Gobierno de Colombia, al involucrar en sus filas militares a un ciudadano extranjero como reportero de guerra".
Las FARC anunciaron el pasado 26 de febrero su decisión de renunciar a las "retenciones de personas" con fines financieros, después de que esta guerrilla elevara la práctica del secuestro a una "ley" rebelde de 2000 para financiar su lucha armada.
El pasado 2 de abril las FARC liberaron a los últimos diez policías y militares que tenía secuestrados, después de más de trece años cautivos. EFE
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