
Redacción Q’hubo
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Al igual que otros seres vivos, el cuerpo del ser humano desarrolló capacidades para subsistir. Es así como el primitivo poseía mandíbula con poderosos molares para desgarrar la carne, o abundante vello corporal para protegerse del frío. Sin embargo, con la evolución la mayoría de estas piezas del organismo perdieron su función y hoy son solo huellas de un posible origen animal. Conozca cuáles son esas partes que ya no son vitales para el cuerpo.
Las cordales
Conocidas también como las muelas del juicio, en el pasado aportaban potencia a la masticación cuando aún los alimentos no se cocinaban. Pero con el paso de los años el tamaño de los maxilares, que forman la mandíbula, se redujo produciendo una falta de espacio impidiendo en muchos casos su erupción y si llegan a salir empujan a los otros dientes causándoles lesiones.
Los pezones masculinos
Llamadas también tetillas son un vestigio de la etapa temprana de desarrollo embrionario cuando los fetos aún no se ha definido su sexo. Los pezones contiene los conductos lácteos para que la mujer amamante a su bebé, pero en los hombres no tienen ninguna utilidad, aunque se han dado casos excepcionales de lactancia masculina. Aunque cabe señalar que es una zona erógena, es decir de excitación sexual femenina y masculina.
Los vellos corporales
En épocas anteriores el pelo, que recubre la mayor parte de la superficie corporal, servía para aislar el frío, protegerla y cortejar a las hembras. Pero hoy no tienen ese uso, con excepción de las cejas y las pestañas. Las primeras protegen los ojos del sudor y la segunda, de que entren basuras en los ojos.
El apéndice
Es un segmento con forma de dedo que sobresale de la primera porción del intestino grueso. En años pasados, cuando el ser humano se alimentaba de plantas, ayudaba a digerir la celulosa de las hojas, según la teoría de Charles Darwin. Pero cuando comenzó a comer alimentos más fácil de digerir este órgano entró en desuso. Sin embargo, recientemente científicos señalaron que el apéndice cumple una función inmunológica, ya que forma parte del sistema linfático. No obstante, una persona puede vivir sin él.
El cóccix
Es la última pieza ósea de la columna vertebral y el vestigio de una cola que, en el caso de los embriones humanos, está presente desde el final de la cuarta semana y el inicio de la octava semana del desarrollo embrionario. Algunos señalan que al hombre primitivo le ayudaba a mantener el equilibrio.
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