Caso del periodista Miller Rubio se complica más

COLPRENSA | LA PATRIA | BOGOTÁ

Ante el Juzgado 73 de Control de Garantías de Bogotá, la Fiscalía General de la Nación pidió que sea enviado a la cárcel el periodista Miller Rubio, detenido por su presunta relación con el esmeraldero Pedro Nel Rincón, conocido como Pedro Orejas.

El ente acusador solicitó la medida de aseguramiento en establecimiento carcelario por considerar que el comunicador puede poner en riesgo el normal curso del proceso, el despacho deberá tomar la decisión hoy a las 2:00 de la tarde.

La investigación contra Rubio se inició luego de que el ente acusador analizara varias grabaciones en las que presuntamente se escucha al periodista sosteniendo conversaciones con personas cercanas a Pedro Orejas y en las que propone desviar las investigaciones que adelantaban las autoridades contra el esmeraldero, que posteriormente fue condenado a 20 años de prisión, por el homicidio de Miguel Pinilla Pinilla ocurrido en mayo del 2008 en Pauna (Boyacá).

Miller Rubio se declaró inocente por el delito de concierto para delinquir, cargo que le fue imputado por la Fiscalía, quien también lo investiga por presuntamente hacer parte de una campaña de desprestigio de altos funcionarios del ente acusador, entre quienes se incluye al fiscal General de la Nación (e), Jorge Fernando Perdomo.

Por ese caso rindió ayer una entrevista ante un fiscal Delegado ante la Corte Suprema de Justicia el excongresista Yahir Acuña. El ente acusador escuchó la versión del exparlamentario, en los casos que involucran el intento de infiltrar con micrófonos la oficina de Jorge Perdomo, en hechos que habrían terminado en el robo de computador del propio jefe encargado del organismo de investigación.

Acuña dijo que no revelará públicamente los nombres de los presuntos involucrados, ni dará a conocer los detalles del caso, por lo que será la Fiscalía la que dé a conocer en su momento, los pormenores del proceso.

Según las indagaciones preliminares, se habrían registrado varias reuniones entre Acuña, el empresario Alfonso el Turco Hilsaca y el periodista Juan Carlos Giraldo, para planear el supuesto complot.