Cristina Gironés
EFE | LA PATRIA | BOGOTÁ
La exguerrillera colombiana de las FARC, Paula Sáenz, admite que no ha dejado la lucha. "Entregué mi fusil y ahora disparo una cámara fotográfica", dice en una entrevista en la que explica cómo ha sido su reinserción en la sociedad civil después del largo proceso de paz en Colombia.
Sáenz ingresó a la guerrilla colombiana con 14 años, porque su zona fue "víctima de los paramilitares, el brazo armado ilegal del Estado", y después del cese el fuego se mudó a Bogotá, donde se acostumbra a la nueva situación con su trabajo como periodista en NC Noticias y la participación en una cooperativa de comunicación.
La excombatiente de las FARC visitó España para presentar un documental sobre el final de la guerrilla colombiana, tras la firma de los acuerdos de paz con el Gobierno en 2016.
Explica que el proceso de reinserción es muy complicado, porque "Colombia es un país con muchos estigmas, la gente todavía cree que las FARC somos narcoterroristas".
"Dejar la vida en colectivo y adoptar una forma de vivir individual me está costando", confiesa.
Sobre el proceso de paz, la exguerrillera sentencia que el silencio de los fusiles de las FARC no es la paz de Colombia, "después de un conflicto de más de 50 años y, con tantos problemas sociales, la paz no va a llegar".
El papel de las mujeres
"La paz no se podía construir sin las mujeres", afirma, por lo que "era necesario que se creara la comisión de género en las negociaciones, para que se pusiera sobre la mesa toda la problemática de las víctimas indirectas", lo que asegura que ayudó mucho en el proceso.
"La participación de las mujeres solidificó el proceso de paz", pero fue también uno de los argumentos que usó la oposición al referéndum para pedir el "no", que acabó imponiéndose.
Los acuerdos de paz entre las FARC y el Gobierno de Santos se firmaron en septiembre de 2016, pero los rechazaron por un estrecho margen en el plebiscito del 2 de octubre siguiente, por lo que tuvo que haber una renegociación que se cerró definitivamente en noviembre de ese año.
Al preguntarle por ese rechazo, Saénz contesta: "en un país tan conservador como Colombia, donde la Iglesia va antes que nada, la opinión pública dio la espalda al acuerdo final porque la sociedad no quería aceptar su liberalización".
La violencia sexual es uno de los ejes que trató la comisión de género, porque "las mujeres son violentadas todos los días del año, y en un contexto bélico las dos partes cometieron crímenes de este tipo, algo que se tiene que negociar e incluir en el acuerdo", según la exguerrillera y ahora periodista.
Sobre los supuestos abortos forzosos, noticia que publicaron varios medios de comunicación, Paula Sáenz declara que "todo lo que conlleva una guerra era lo que nos obligaba a las mujeres a no tener hijos, no porque los líderes no nos permitiesen ser madres, sino porque la guerra lo exigía".
La excombatiente habla del peso de los medios de comunicación en el conflicto de Colombia, ya que, en este caso "especialmente en la época de (presidente) Uribe, convencieron a los civiles de que las FARC éramos máquinas de guerra" y esto ha sido y es un obstáculo para el proceso de paz, opina.
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