
COLPRENSA | LA PATRIA
El esperado debate de control político en la Comisión II del Senado al Gobierno Nacional, por las reales causas de los accidentes de un avión de la Fuerza Aérea y un helicóptero de la Policía hace un par de semanas, terminó sin ese propósito fundamental: conocer la verdad. Y es que ese tema aún hace parte de las investigaciones, pero el debate sí ayudó para profundizar el enfrentamiento entre el Gobierno y la Unidad Nacional con el Centro Democrático.
Fue precisamente el ministro de la Defensa, Luis Carlos Villegas, quien dio los principales aportes a la discusión, cuando le informó a la comisión los nuevos datos que se pueden hacer públicos sobre ambos incidentes, en donde murieron 27 miembros de la Fuerza Pública y señaló que esos hechos obedecieron a accidentes, y “muy hipotéticamente un derribamiento”.
Villegas en esta oportunidad sostuvo que en esa hipótesis se suma a la posibilidad que haya existido una falla humana en medio de la situación de emergencia que tuvo que sortear, en Codazzi (Cesar) el avión Caza de la Fuerza Aérea.
“Se dio un congelamiento que produjo una serie de eventos técnicos en la aeronave, congestión de decisiones de quienes tenían que tomarlas –empezando por la congestión de la comunicación con las torres de Valledupar y Barranquilla–, y un accidente que produjo que perdiera sustentación, perdiera un motor y luego el otro, y se estrellara en el sitio que hemos visto”, explicó.
Villegas, sin entrar en detalles para no romper la cadena de investigación, sostuvo que había hablado con los investigadores quienes le informaron que oyeron la grabación de la caída del avión y que “hubo un accidente sin ninguna causa externa que haya podido afectar el vuelo de la aeronave”.
El Black Hawk
Frente al helicóptero Black Hawk que se accidentó en Antioquia, el ministro sostuvo que la nueva hipótesis señala que el piloto perdió los dos rotores de cola y por estar volando por debajo de los 110 pies y a 60 nudos de velocidad, se provocó el accidente.
“El piloto buscó cómo entrar en las nubes bajas, encontró al descender la ladera, hizo la maniobra de freno, el rotor de cola perdió una de sus palas y arrancó la emergencia fatal”, relató Villegas.
A su turno el director de la Policía, general Rodolfo Palomino, indicó que es claro que el helicóptero sufrió “un golpe que recibe de un árbol de 110 pies, unos 40 metros de altura, ese primer impacto le produce choque con el rotor de cola. No es cierto que el rotor de cola quedó incólume”.
Falta de radares y ayudas
Pero también el debate sirvió para que de por medio quede claro la calidad en que se encuentran los aparatos tanto las naves como radares, que tiene y usa la Fuerza Armada y la Policía Nacional para sus operaciones en el país.
La segunda vicepresidente del Senado, Nidia Marcela Osorio, indicó que aspectos como la infraestructura aérea defectuosa y la sobrecarga laboral son determinantes en los accidentes aéreos.
“Nos preocupa que en medio de los accidentes más recientes de la aviación militar, se nos diga lo mismo que en otras ocasiones, donde incluso por sobrecarga laboral de los pilotos de la aviación militar han fallecido altos mandos porque entre otras se evidencia aeródromos militares improvisados y graves fallas en las comunicaciones, que demostraron graves fallas en ese aspecto en lo que respecta a la aviación militar y sobre carga laboral en las conclusiones del informe”, declaró la senadora conservadora de Antioquia.
Igualmente, planteó en su posición que “de los 21 radares con los que cuenta Colombia tan solo 5 son militares que deben cubrir más de 1 millón 142 mil kilómetros cuadrados y 16 civiles, que además de soportar la operación normal del tránsito aéreo, donde según cifras oficiales de la Aerocivil se han registrado datos históricos como por ejemplo más de mil operaciones en un día, deben soportar la aviación militar porque esta no cuenta con la infraestructura requerida para atender las necesidades de seguridad nacional que el país requiere”.
Plantea que radares como el que estaba ubicado en el Tambo (Cauca), que fueron objeto de atentados terroristas en el año 2012, pertenecían a la aviación civil y eran usados por las fuerzas militares para combatir el narcotráfico, no han sido reemplazados a la fecha.
Frente al tema, el ministro Villegas reconoció que hace falta muchas ayudas tecnológicas, y que las Fuerzas Militares deben invertir rápidamente en este aspecto.
Quien también cuestionó los cambios que se han dado en aeronaves fue el senador Mauricio Lizcano, quien manifestó que hay aparatos que han sido comprados después de ser usados y se les han realizado modificaciones sin ser certificados por los fabricantes, lo puede afectar el funcionamiento original de los aparatos.
El senador Iván Cepeda, quien también fue citante planteó en ese sentido que “lo barato sale caro, se hacen modificaciones y esos negocios mal hechos con empresas irresponsables que no responde por lo que venden”.
A su turno el comandante de la FAC, general Carlos Bueno, indicó que sí hay especial atención en la reparación y prevención de los equipos, tanto de las aeronaves nuevas como las que son repotenciadas.
Roces políticos
Pero la sesión también dio para que hubiesen duros cuestionamientos entre el gobierno y senadores de la unidad nacional con el Centro Democrático, que a lo largo del debate insistió en la teoría que no hubo un accidente, sino que fue un derribamiento.
El uribismo, que no defendió su posición con las senadoras de la Comisión Paola Holguín y Thania Vega, sino que recurrió al senador de la Comisión I, Alfredo Rangel, volvió a cuestionar al gobierno sobre las controvertidas declaraciones que dio luego del accidente del helicóptero.
Incluso Rangel, de forma irónica, le dijo al director de la Policía Nacional que “debería asesorar a Malasia Airlines” para que ayude a encontrar el avión que está perdido desde hace un año.
“Acá ha habido exceso de especulación, y no de mi parte, lo que he hecho es comunicar cada vez que hay algo nuevo, publicarlo tal cual, sin romper confidencialidad de las comunicaciones”, sostuvo el ministro en relación al uribismo.
Incluso, refiriéndose al senador Rangel, le dijo que le indigna que se haya asegurado en la plenaria del martes que a los fallecidos en estos dos accidentes no se les va indemnizar, como tampoco entregarles los beneficios a que tienen derecho.
“La operación Agamenón, no era paseo de baño, era una operación militar, esos hombres de la compañía jungla sabían eso y lo hicieron con toda moral, eso es un acto especial de servicio que no se puede poner en duda frente a las consecuencias”, sostuvo.
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