COLPRENSA | LA PATRIA
El senador Mauricio Lizcano radicó en Cámara de Representantes el proyecto de ley con el que se pretende que las semanas de cotización requeridas para que una mujer se pensione se reduzcan de 1.300 a 1.150.
La reducción, según Lizcano, obedece a eliminar las dificultades que las mujeres tienen para acceder a una pensión, las cuales se han establecido por el fenómeno histórico de la discriminación laboral.
Es que de cada 100 hombres, 75 participan del mercado laboral, 69 encuentran trabajo y 37 tienen un empleo formal, y en contraste, de cada 100 mujeres, 54 participan del mercado laboral, 47 logran encontrar trabajo y 22 consiguen un empleo formal con el que pueden aportar a pensiones.
El senador Mauricio Lizcano habló con Colprensa sobre el proyecto y fue enfático al señalar que solamente se quieren modificar las semanas cotizadas, no la edad.
-¿Por qué ha permanecido esa contradicción entre la edad de pensión para las mujeres y las semanas de cotización?
Cuando se creó la ley 100, la ley dijo que había una diferencia en el género en términos de expectativa de vida: tienen más expectativa de vida los hombres que las mujeres, pero además el mercado laboral es mucho más grande de los hombres que el mercado laborar de las mujeres.
En Colombia, de cada 100 trabajos hay 52 formales para los hombres y solo hay 22 formales para las mujeres, es decir, que cotizan la pensión. Después diferenció la edad 62 años para hombres, 57 para mujeres pero le faltó la otra cara de la moneda, que eran las semanas de cotización.
Como quedó el sistema, una mujer tiene menos años para cotizar las mismas semanas que los hombres, 1300. Y entonces, en ese orden de ideas, para que una mujer se pensione tiene que trabajar en promedio más semanas por año que un hombre.
-¿Exactamente cuántas semanas?
Una mujer tiene que trabajar 33.3 semanas por año y un hombre tiene que trabajar 29.5 semanas por año. Ahí sigue existiendo la inequidad enorme, una discriminación negativa para la mujer. Por eso, con este proyecto de ley se corrige esa discriminación, se mantiene el espíritu de la ley 100 que era reconocer los mercados laborales diferentes y las expectativas de vida, pero se complementa la edad con el número de semanas, porque por supuesto es más difícil tener el número de semanas con menos años.
-El Gobierno generalmente le apuesta más a subir los requisitos para la pensión, ¿será que realmente se podrá hacer esa reducción?
Depende del Congreso, ellos son los que tienen que votar y los que tienen la última palabra. Yo espero que sí, como todos los proyectos de ley entrará a debate y a consideración de los congresistas, hay que esperar qué pasa en Cámara y qué pasa en Senado.
-¿Por qué se le suele apuntar al aumento de la edad para la pensión?
Esa fue la ley 100 que hizo unos estudios y fijó una expectativa de vida, pero es el sistema actual que tenemos. No obedece a nada diferente, son unos cálculos que hizo el gobierno de ese entonces.
-¿Cabría la posibilidad de que se haga una reducción para la edad de los hombres?
No, nosotros solo tocamos el tema de semanas. Si hiciéramos una reducción habría un desbalance en el sistema.
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