Balance agridulce para Colombia en DD.HH.

COLPRENSA | LA PATRIA | Bogotá

Luego de la presentación del Examen Periódico Universal (EPU), una relatoría que Colombia hace ante los países de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre su avance en materia de derechos humanos, el balance es agridulce.

Por un lado, los países miembros resaltaron el proceso de paz que adelanta el país, mientras que por otro, llamaron la atención sobre sus cifras de impunidad y la poca capacidad que tiene para defender a los defensores de derechos humanos.

Además, llamaron la atención sobre el problema que enfrentan los líderes de restitución de tierras y la violación reiterada de los derechos humanos por las bandas criminales.

"Es importante entender que cada cuatro años todos los países del mundo pasan por este procedimiento. 75 países del mundo escucharon el informe de Gobierno, muchos señalaron avances, pero también los problemas. Estos últimos en razón de la situación de los defensores de derechos humanos en áreas rurales. Además llamaron la atención sobre la reforma del Fuero Militar que no está de conformidad con la obligación que adquirió el Estado colombiano de proteger las garantías fundamentales", aseguró Todd Howland, representante en Colombia de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.

Howland agregó que “varios países insistieron en que el fenómeno de las bacrim persiste y aún están cometiendo violaciones de dichas garantías fundamentales en el territorio colombiano”.

A su turno, desde Ginebra, el vicepresidente Angelino Garzón aceptó que Colombia no es el país de las maravillas en materia de derechos humanos. “Tampoco queremos ocultar las dificultades y los desafíos que todavía tenemos como la falta de mayor equidad social, los niveles de impunidad, el hacinamiento carcelario, la necesidad de mayor protección para algunos luchadores por la defensa de los derechos humanos y de la actividad sindical, y la firma de una acuerdo de paz”, dijo.