Colprensa | LA PATRIA
La semana que terminó fue agitada en Colombia: mientras la Selección clasificaba a cuartos de final de la Copa América en Brasil, en el centro de Bogotá, en la sede del Congreso, se hundía una de las leyes que impulsaba castigos más robustos para los corruptos del país. Y, entre tanto, la crisis en la vía que conduce al Llano seguía sin ceder, obligando a un bloqueo del paso de vehículos de al menos tres meses y, finalmente, el país se horrorizaba con el asesinato de María del Pilar Hurtado en frente de su hijo.
En medio de esto, el presidente Iván Duque avanzaba su viaje número 17 de su mandato, que hasta el momento lleva 10 meses. El Jefe de Estado viajó a Europa para, según la propia Presidencia, “destacar el buen momento por el que pasa el país, (buscar) las oportunidades de inversión y desarrollo, así como la firma de convenios de cooperación”.
Y aunque es cierto que los 17 viajes han sido oficiales, en los que había una agenda de trabajo, opinadores consultados creen que los resultados de estos periplos internacionales no son de mucha relevancia para el país y no tienen objetivos claros.
“Lo que yo veo es que no hay una brújula. Ya el Gobierno tiene diez meses y este es el momento en el que la Presidencia y la Cancillería nos deben a los colombianos la descripción de la política de relaciones exteriores. No se sabe para dónde va el Gobierno y qué objetivos tiene en su relacionamiento con otros países”, explica Ancízar Marroquín, analista experto en política y relaciones exteriores.
Marroquín añade que la falta de una hoja de ruta conduce a que muchos de los viajes que se hacen estén ligados directamente a la coyuntura. "Duque viaja a Europa y decide pasar de visita a Francia para verse con el presidente, sin haber planeado esa visita. Eso es un claro ejemplo del desorden que hay en la política exterior. ¿Qué hacen los embajadores, entonces?", cuestionó Marroquín.
El exembajador y exministro de Relaciones Exteriores, Julio Londoño Paredes, está en desacuerdo con la postura del analista Marroquín en cuanto a que no hay un norte en la política diplomática del Gobierno. Para Londoño Paredes lo que hace Duque es ejercer la diplomacia "que requieren estos tiempos".
"Existen una cantidad de cambios en el funcionamiento de los países que hoy en día se requieren acuerdos de alto nivel. Estamos hablando de pactos políticos que deben tratarse entre presidentes y eso es lo que hace Duque, asumir las riendas de esos encuentros para darles el nivel que requieren. Colombia tiene pactos con muchas naciones y es deber del mandatario de los colombianos asegurarse de que se cumplan", dice.
El antiguo diplomático dijo que las críticas de que hay asuntos de política nacional que requieren la atención del Jefe de Estado están basadas en "la tendencia de urgencia paternal que hay en muchos países".
"El Gobierno no lo conforma solo el presidente. Hay una vicepresidenta y un cuerpo de ministros que tienen a su cargo las carteras de todo el país político. Cada uno tiene su responsabilidad y no podemos pretender que el presidente esté como un padre autoritario frente a todo lo que ocurre. Él, de todos modos, sigue dando instrucciones desde donde se encuentra, como ocurrió con la vía al Llano".
Sin resultados
El senador de la Alianza Verde, Antonio Sanguino, identificó otra problemática que, para él, deja la ausencia de Duque para hacer viajes al exterior.
"Es claro que la legislatura se vio afectada por sus viajes", sentenció Sanguino, quien afirmó que el presidente no "le da línea a la ministra del Interior para manejar el Congreso".
"Hay muchos ejemplos de cómo él prefiere concentrarse en temas como Venezuela y deja de lado lo que es urgente en Colombia", continuó Sanguino. "El tema de la corrupción se ha manejado de manera muy frívola. Es una vergüenza la manera como se hundió el proyecto que venía de la Fiscalía, era claro que no había ningún interés por parte de nadie de sacarlo adelante. La ministra no se apersonó de eso".
El congresista de la Alianza Verde también recordó el pacto nacional convocado por Duque para avanzar en temas fundamentales.
"Yo sí quiero saber qué pasó con eso. No veo que se haya avanzado en nada. Primero convocó solo a sus amigos y luego eso se diluyó".
Sanguino también dijo que el balance de la política exterior de Duque no tiene resultados qué entregar.
"El presidente le apostó a los temas de Venezuela y de la economía naranja y de ninguno hay resultados. ¿Qué pasó con el Grupo de Lima?, ¿en qué quedó el cerco diplomático a Maduro, al que por cierto, le quedaban días contados en el poder? No ha pasado nada. La ayuda internacional sigue varada en la frontera".
El analista Ancízar Marroquín dice que tampoco hay muchos resultados en cuanto a acuerdos que sirvan para la implementación del acuerdo de paz en el territorio nacional.
"Uno de los objetivos de sus viajes a naciones aliadas debe ser la búsqueda de recursos para implementar la paz, pero eso tampoco está ocurriendo. No se están firmando pactos de colaboración y eso también deja mucho qué desear de sus resultados", concluye el experto.
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