EFE | LA PATRIA | Bogotá
El alcalde de Soacha (Cundinamarca), Juan Carlos Saldarriaga, pidió este sábado a los líderes de la multitudinaria minga indígena que viaja a Bogotá que no se detengan en esa localidad porque "no tiene las posibilidades económicas y logísticas para albergar" a esas personas.
"Quiero pedirle que considere no hacer una parada adicional en un municipio al que su presencia pondría en grave riesgo dadas las condiciones de salud, seguridad y orden público que vivimos", expresó Saldarriaga en una carta enviada al consejero mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), Hermes Pete.
Los indígenas -que esperan llegar el lunes a Bogotá para presionar al presidente, Iván Duque, para que atienda sus peticiones, relacionadas con la defensa de la vida y el cese de la violencia que azota la región del suroeste de Colombia- planean hacer una parada el domingo en Soacha, localidad aledaña a la capital, para pasar la noche.
En un recorrido de unos 460 kilómetros, la caravana salió el miércoles de Cali; pasó el jueves por Armenia, capital del Quindío, y el viernes estuvo en Ibagué, en el Tolima.
Inicialmente los indígenas esperaban reunirse con el jefe de Estado en Cali, pero este envió una comisión conformada por varios ministros, los jefes de la Policía y el Ejército, al igual que otros funcionarios del alto Gobierno, pero esto no los satisfizo y siguen reclamando un encuentro directo con Duque.
Lo que los indígenas reclaman del Gobierno es el cumplimiento de compromisos pactados que tiene que ver con la defensa de la vida y de sus tierras, al igual que acciones concretas para protegerlos de la violencia de grupos armados ilegales, entre otros asuntos.
Pandemia y orden público en Soacha
El alcalde recordó que los manifestantes pasarán la noche de este sábado en Fusagasugá, municipio ubicado en Cundinamarca, departamento del que hacen parte Bogotá y Soacha, por lo que pidió insistió en que es mejor que sigan derecho sin detenerse en su localidad.
"Soacha viene afrontando con mucho esfuerzo una decidida batalla contra la covid-19, virus que ha contagiado a cerca de 12.000 personas y se ha cobrado la vida de 330 soachunos, estadística que teniendo en cuenta que las pruebas no se realizan a toda la población puede tener un subregistro del 80 %", añadió.
Igualmente, Saldarriaga manifestó que el municipio "atraviesa una difícil situación de seguridad y orden público", pues hay personas "que están de acuerdo con su presencia, con su forma de protestar y con su llegada, pero también otras que no".
"Eso genera discordias y la posibilidad de situaciones de orden público difíciles de controlar y que fácilmente pueden ser aprovechadas por grupos al margen de la ley", dijo y pidió a Pete que considere esta situación y "asuma una posición responsable".
Acción popular contra la minga
Los senadores uribistas Carlos Felipe Mejía, José Obdulio Gaviria y Fernando Aráujo radicaron una acción popular contra la Alcaldía de Bogotá, organizaciones indígenas y el Movimiento Alternativo Indígena y Social (Mais) por la minga porque consideran que la protesta está "violando los protocolos de bioseguridad y poniendo en riesgo a la ciudadanía".
Los congresistas pidieron además a la alcaldesa Claudia López que "asuma y ejerza sus funciones, adoptando las medidas policivas y actividades necesarias para evitar la propagación" de la covid-19, pues ven como riesgo para la ciudadanía la llegada de la protesta "en medio de una pandemia".
"Se pide como medida cautelar que los organizadores de la minga indígena ofrezcan disculpas a la comunidad por infringir los protocolos y exhorten a los participantes a cumplir en el futuro con aforos máximos de cincuenta personas, contar con un distanciamiento social de dos metros", agregó el partido oficialista Centro Democrático, del que hacen parte los senadores, en un comunicado.
En respuesta a la decisión de los congresistas del Centro Democrático, el senador Feliciano Valencia manifestó en sus redes sociales que lo que ellos buscan es "frenar la minga con una acción popular y exigen a la alcaldesa adoptar medidas policivas y las "necesarias" para evitar" que lleguen a Bogotá.
"Lo tomaremos como amenaza directa a la Minga", aseveró.
El Cauca, departamento del suroeste de Colombia en donde empezó la minga, está en una espiral de violencia cuyo combustible principal son las disputas territoriales que libran disidencias de las Farc, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (Eln) y carteles del narcotráfico.
Según la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN), solo este año 76 comuneros han sido asesinados en esa región que con 84 resguardos es el departamento que alberga la mayor población indígena de Colombia.
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