Margaret Sánchez
LA PATRIA | Manizales
Un proyecto de vida
Maikol Esteban Mendoza Aristizábal tiene 17 años, está en grado once y pajarea desde hace tres años. Comenzó gracias a la profesora Magda Cristina Moreno, quien lidera el club de observación de aves Cyanocorax yncas de la Institución Educativa Pensilvania. “Siempre me he preguntado qué veíamos antes de conocer las aves cuando salíamos a caminar, en qué nos fijábamos”.
Al recibir los primeros talleres se animó a identificar las especies que llegaban cerca de su casa como azulejos y verdelejos. Luego se unió al Grupo de Observadores de Aves de Pensilvania, donde adquirió más conocimientos y salió a más lugares.
En su lista ya casi llega a las 500 aves observadas. “Mi favorita es el quetzal, Pharomachrus auriceps, de la cual estoy enamorado. Es grande, llamativa e imponente por sus colores”, expresó.
Al Congreso de Aviturismo llegó por segunda vez invitado gracias al convenio de Cotelco y Corpocaldas con los clubes de observación del departamento. “Que bueno que nos tengan en cuenta, para que se descentralice el aviturismo, tenemos mucha diversidad en el Oriente de Caldas. En el evento uno conoce a la pesada, a conferencistas importantes, y lo otro es que uno visita lugares maravillosos”.
Maikol agradece a Hernando Echeverry y Juan Felipe León León, de la Sociedad Caldense de Ornitología, quienes le demuestran que se puede trabajar por las aves. "Además a Felipe Cardona, a quien le debo todos mis conocimientos".
Espera ingresar a la Universidad de Caldas para estudiar biología y especializarse en ornitología. “Las aves son todo, las que me han guiado y me ha hecho pensar qué quiero ser en el futuro”, afirmó.
Perú, próximo anfitrión
Cusco (Perú) recibirá el próximo año la XI Feria de Aves de Sudamérica y Gina Gaete es la coordinadora. En Manizales se empapó más sobre el mundo de las aves y cómo organizar el evento. “Estoy muy agradecida por la amabilidad y el recibimiento caluroso. Me encantó que lo hayan hecho en el Recinto del Pensamiento, es un lugar increíble, sobre todo el pabellón de guadua”.
La coordinadora destacó la labor de Cotelco Caldas y la cultura por la conservación de la biodiversidad. “Noté que las autoridades locales, regionales y nacionales están muy empapadas en el tema y lo apoyan”, apuntó.
Excusa para el reencuentro
“Esta feria reúne a todos los que nos mueve esta pasión. Además de las aves y la belleza de la naturaleza, es reencontrarse y compartir con amigos. La energía que se maneja es muy linda”, sostuvo la ingeniera vallecaucana Ana María Huertas, quien asistió al evento con dos amigos de Pereira y Santa Marta, a quienes conoció en un curso básico de aves en la Sierra Nevada de Santa Marta. Ella pajarea desde el 2018, cuando asistió por primera vez a la Colombia Birdfair en su ciudad natal, Cali. Ahora está enfocada en mejorar sus habilidades en fotografía. “Es bastante exigente para llegar a un buen nivel, pero estoy feliz”.
Por la conservación
Ferney Salgado Duque es guía profesional de turismo y cofundador de Coraves Birding Tours, durante el Congreso de Aviturismo acompañó a los visitantes de la finca Romelia, en La Cabaña (Manizales). “Al guiar es interesante compartir con personas que incluso son de Manizales que no sabía que tenían la misma afinidad por observar aves y poderles mostrar la biodiversidad que tenemos. En Romelia, por ejemplo, avistamos 84 especies en una sola mañana”. Para él, el Congreso es también un motivo para insistir en estrategias de conservación de los ecosistemas.
Siguiendo a las migratorias
La científica estadounidense Jill Deppe, directora de la iniciativa de las aves migratorias de la Sociedad Nacional Audubon, se reencontró con las viajeras boreales, especies que por esta época vuelan de Norte América a Sudamérica.
“Ver las aves migratorias me parece interesante, porque están en otro ambiente, en otro tipo de vegetación, y aquí comparten espacio con otras aves locales. Me da gusto ver cómo nos unimos gracias a las aves. Es una belleza”, indicó.
Una guardiana que vuela sin alas
Sofía Valero Rodríguez llegó con su papá, Julio César Valero, desde el corregimiento de Vado Real de Suaita (Santander). Ella es una de las 10 Guardianes de las Aves del país, iniciativa de Birds Colombia, que promueve la educación y la conservación entre los jóvenes. Durante el simposio de educación sorprendió con su exposición sobre su proceso en el que pasó de estar pegada al celular a conocer, a observar las aves de su vereda y compartir con sus vecinos. A través de cortometrajes grabados, narrados y editados por ella, invita a proteger los ecosistemas y a volar sin alas. “Es mi primera vez en esta linda y mágica ciudad, desde que llegué quedé sorprendida al compartir con personas excelentes y pajarear en los mejores sitios”, expresó.
Aprender de otros procesos
Yaneth Chindicue es del Resguardo Indígena Gaitania, y su familia es una de las 40 que hace parte del proyecto de observación de aves del programa de Reincorporación y Reconciliación que ejecuta la Asociación de Productores Ecológicos de Planadas - Tolima (Asopep). En la iniciativa también hay 380 familias campesinas y 30 familias de excombatientes de las Farc.
Esta fue la primera vez que participó en una feria de aves donde, además de identificarse con otras experiencias de aviturismo comunitario, aprendió estrategias para dar a conocer la importancia de estas especies y su protección en su comunidad.
“Lo más importante es el cuidado de nosotros mismos como seres humanos en la protección de los árboles para que las aves habiten dentro del territorio y no se vayan a otros lugares”, aseguró.
Ella también aprovechó para mostrar el trabajo de su resguardo a través de unas mochilas tejidas en las que plasman figuras como el gallito de roca y otras figuras indígenas.
Hermandad
“Es muy chévere que de nuevo reactivemos el tema de encontrarnos. Ha sido difícil pasar por estos casi dos años desde la distancia. La comunidad pajarera en toda su hermandad. Estos espacios son fundamentales para dar a conocer lo que hace la gente y para pajarear en este destino”, señaló la bióloga Katerine Certuche, de la Asociación Tolimense de Ornitología.
Arrancando
Manuel Usma Ortiz, de 13 años; y José Gilberto Urrea Bonilla, de 15 años; hacen parte del proyecto de aprender y observar aves de Chec, coordinado por Fabio N. Arias.
“Quiero aprender más sobre las características de las aves, sus cantos. En el Congreso he ido a partes bajas como Tinamú y Cameguadua donde vi especies que no conocía”, contó Manuel.
Su compañero que vive en La Esmeralda (Chinchiná) comentó que en el proyecto tienen teoría y práctica. “Mantenemos mucho en campo”, dijo. Durante la Feria y el Congreso estuvo en Kairí y Los Alcázares, en Manizales.
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