Isabel Vallejo Jiménez
LA PATRIA | MANIZALES
Rellenar botellas plásticas vacías con envolturas recicladas que luego se reutilizarán para la construcción es el concepto que hoy se conoce como ecoladrillo. Y Aída Luz Londoño lo domina bien: practica esta técnica para levantar una habitación de tres metros y medio de altura en su casa ubicada en el barrio Fátima, pues asegura que es una manera de aminorar costos y ayudar a la conservación del planeta.
Aída es personal de servicios generales desde hace 23 años en colegios públicos de Manizales, y desde hace 18 se capacita en temas ambientales para darle un mejor enfoque a su trabajo. Es así como a través del Proyecto Ambiental Escolar (Prae), del colegio San Jorge, aprendió a elaborar ecoladrillos, a colmarlos con el peso ideal y a darles el amarre final para que se conserven.
Poco a poco ha construido los cimientos del dormitorio con 300 botellas y aún le faltan recolectar por lo menos 15 mil más para materializar su idea. "He tenido la oportunidad de socializar lo aprendido en el Prae en otras instituciones. Me siento orgullosa de darle otro norte a mi trabajo", indicó la señora, quien planea hacer para diciembre un árbol de Navidad ecológico comunitario en el sector donde reside.
Alternativa económica y ambiental
Para el ingeniero ambiental Sebastián Pacheco, los ecoladrillos son la alternativa de darle vida útil a esas botellas que terminan en los rellenos sanitarios y vertederos. "El plástico tarda en descomponerse muchos años, así que utilizarlo para otros fines, como el de la construcción, es significativo", explicó.
Igual piensa Juan Diego López, estudiante de sexto semestre de Arquitectura de la Universidad Católica de Manizales, quien con sus compañeros de la asignatura Servicio Comunitario, crea modelos de bancas y canecas y experimenta otros tipos de prototipos que puedan ayudar a mejorar el espacio público del barrio San Sebastián. "El impacto ambiental que esto genera es demasiado. Sabemos que es un poco difícil que las personas se empiecen a concientizar, pero poco a poco irá cambiando la mentalidad. Un ecoladrillo es más barato que un ladrillo, con este se puede hacer lo que se le ocurra a uno y es un material muy duradero", dijo el joven.
Una vez a la semana -más exactamente los martes-, Juan Diego se reúne en la tarde con sus pares y docentes con la meta de sumar nuevas maquetas al enfoque de mobiliario urbano.
Pablo Santiago Ocampo, docente de la materia, aseguró que este proyecto nació con el objetivo de apoyar las labores institucionales del centro de educación superior; sin embargo, la meta se amplió y esperan involucrar a más actores, intervenir más zonas, gestionar residuos y formar a líderes ambientales.
Algunas experiencias
- En la Institución Educativa Villamaría
En el colegio promueven una actividad de reciclaje a través del Prae para reutilizar los empaques plásticos y dar un respiro al medio ambiente. En una primera etapa se llenaron por lo menos mil 200 botellas y con estas se construyó un muro de protección sobre las canaletas que reciben aguas lluvias y las conducen a la recámara final.
- En San Jorge
Los muros, que antes no existían, fueron construidos por unos dos mil envases plásticos de gaseosa, alrededor de 10 mil papeles chillones (envolturas de dulce) y más de tres metros cúbicos de escombros.
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