RUBÉN DARÍO LÓPEZ
LA PATRIA | PENSILVANIA
En el corregimiento de Bolivia (Pensilvania) la recolección y destinación final de la basura no solo despierta malos olores, sino que es motivo de preocupación en la comunidad.
En una vieja bodega, a la salida hacia el centro poblado del Higuerón, almacenaban los desechos mientras arribaba un carro que los transporta hasta el relleno sanitario de Marquetalia, solo que una acción de tutela ordenó su cierre definitivo por la proliferación de malos olores, ratas y cucarachas.
Ahora la bodega está cerrada. El letrero en la puerta les indica a los lugareños que deben guardar la basura en sus casas mientras llega el carro recolector que la conduce al municipio vecino.
Albeiro Marín, fiscal de la junta de aseo, conformada de manera informal, afirma que acordaron con la empresa Servioriente, encargada de la recolección de basura en Manzanares, Marquetalia y Pensilvania, para que periódicamente transporte la de Bolivia hasta el relleno de Marquetalia.
Nueva bodega
El corregidor de Bolivia, William Montes, hace un recuento: mientras se reparaba el alcantarillado del corregimiento fue necesario almacenar la basura porque el carro recolector no podía pasar, lo que generó las protestas de la comunidad. Por esa razón se decidió construir otra bodega en la salida hacia Manzanares.
Para evitar los problemas de la bodega anterior, el inspector de sanidad, Albeiro García, indica que los pisos y paredes deben estar recubiertos en cerámica, tener un tanque para los lixiviados (líquidos putrefactos que emanan los desechos orgánicos) y evitar la acumulación de mucha basura antes de ser transportada por la empresa encargada.
Según el fiscal de la junta de aseo, la principal función de esta nueva bodega será clasificar y acumular material reciclable para luego venderlo y anuncia que será necesario incrementar las tarifas hasta $5.000 mil pesos mensuales para el sector comercial y $3.000 para el residencial. Hasta ahora el costo es de $2.300 para casas y $3.500 para el comercio.
“Lo ideal es poner las tarifas del aseo en la factura del acueducto ya que actualmente hay familias que no lo pagan y no tenemos forma de obligarlos a cumplir. Creo que con el acueducto habrá una mayor presión para el respectivo pago”, dice Marín.
Lo que manifiesta la comunidad es su preocupación no solo por el almacenamiento de los desechos, sino que algunos habitantes los arrojan en la parte de atrás de sus casas, dado que el corregimiento está situado sobre un filo de manera que a lado y lado quedan laderas y los residuos van a parar al fondo. Para el docente Alirio Pérez el mayor problema es la falta de educación por parte de algunos habitantes del corregimiento.
En próximos días la junta de aseo de Bolivia se reunirá con el alcalde de Pensilvania, Jairo Antonio Ríos Carmona, para ultimar detalles y solucionar el problema de las basuras en este corregimiento, situado a 19 kilómetros de la cabecera municipal.
LA PATRIA se comunicó vía telefónica con el alcalde Ríos Carmona, pero anotó que a este diario solo le responde personalmente.
La junta de aseo contrató a Pablo Ruiz para que se encargue de barrer la calle y de llevar las basuras en una carreta hasta la bodega. Sin embargo, por ahora las basuras se deben guardar en las casas.
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