Isabel Vallejo Jiménez
LA PATRIA | MANIZALES
El sentido de pertenencia que evidencian don Guillermo Tapia y Gerardo Buitrago salta a la vista desde que emiten una primera palabra. Trabajan en procesos agroindustriales desde hace más de un año y esperan con ansiedad la germinación de su trabajo desde diferentes zonas rurales de Caldas. Hablan con conocimiento de causa.
De caña de azúcar
Tapia, líder de la vereda Nuevo Rioclaro (Villamaría), se capacita en el proceso de producción de panela y ha logrado que 10 más de sus vecinos le apuesten a una técnica de producción de caña de azúcar amigable con el medio ambiente.
“Ha sido un proceso muy largo, mucha gente ha hecho procesos similares, pero se van y se llevan la plata, entonces ya nadie cree en esto”, dice el agricultor, quien como logro para su comunidad resalta la renovación de la máquina y el motor del trapiche comunitario por auspicio de la Chec, Aldea Global y el Ministerio de Agricultura, entidades que también le prestan acompañamiento.
Semillas, abonos orgánicos, visita frecuente de técnicos, entender cómo y en dónde se debe sembrar, además, de cómo cortar el cultivo, son algunos de los datos que suma a sus conocimientos este hombre, de 70 años, con más de media vida dedicada al campo y con el sueño de alcanzar alternativas económicas para su entorno.
Del medio ambiente, por ejemplo, reconoce que sus antiguas prácticas de siembra no estaban pensadas en reducir impactos en la atmósfera. En la actualidad, la mayoría están encaminadas a la conservación de aguas y suelos.
“Si cuidamos nuestras zonas, estas darán mayores resultados. Uno antes se preocupaba por tumbar un cañaduzal completo sin ver las consecuencias”, dice, mientras muestra sus cultivos de PJ 28 y Piel Roja distribuidos en tres hectáreas.
“Hay que seguir estudiando y capacitándose para no cometer los errores del pasado”, continúa el vocero de la Asociación Agropecuaria, que reúne a integrantes de Miraflores, La Batea, Cuervos, San Julián, Primavera, Alto de la Cruz, y por supuesto, la zona donde él se mueve.
Plátanos
Don Gerardo, de 50 años, por su parte, impulsa desde la vereda Bajo Chuzcal (Chinchiná) el cuento de la diversificación de cultivos. Ya tiene dos mil árboles de café y su atención está puesta en sacar adelante 230 colinos de plátanos ya sembrados en los terrenos de su predio.
“Estamos participando en unos mejoramientos de siembras. El tema del plátano, entonces, ya es más limpio, tecnificado y con valores orgánicos que antes no se daban”, explica el representante de esta zona, quien al igual que don Guillermo, lucha por agremiar otras personas que ya habían perdido la fe en estas áreas de trabajo. A la fecha, 13 compañeros le han dado el aval.
Buitrago reitera que conocer conceptos como semilla tecnificada y abonos orgánicos le ha dado la posibilidad de ampliar sus horizontes y entender que, de la mano con el cuidado del medio ambiente, sus oportunidades de sacarle más fruto a sus tierras se amplían.
“Sembrar en surcos y parcelas, abonar cuándo debe ser, aprovechar los residuos de otros cultivos y hasta comprender que el uso de bolsas plásticas para los colinos debe ser mínimo son conocimientos que solo se logran si uno está dispuesto a aprender”, concluyó.
Ambos campesinos están a la espera de próximas moliendas y cosechas, para así emprender un próximo paso: la comercialización de sus productos. Un área de mercadeo de la que ya empezaron a aprender.
Tenga en cuenta*
- Tanto las actividades desarrolladas en Chinchiná y en Villamaría se encuentran en el marco de las BPA (Buenas Prácticas Agrícolas) y de la agroecología. Estas buscan mejorar las prácticas agrícolas con el objetivo de reducir la presión sobre el medio ambiente e incidir sobre factores que producen el cambio climático.
- Estas comunidades tienen acceso a zonas estratégicas para la conservación de aguas y de suelos. En términos ambientales la reducción de los indicadores se inicia por pequeñas acciones locales que implica capacitar sobre la significación de los terrenos por su ubicación y de la importancia de la asociatividad ambiental.
- Las condiciones económicas de estas comunidades son básicas, por ello se les ofrecen alternativas económicas para los usos de sus terrenos en concordancia con las necesidades ambientales de la zona.
- La agroecología, en este caso, representa alternativas agrícolas y ambientales.
*Con información de Aldea Global, coordinadora del proyecto de reconversión de cultivos.
Ejemplos
“Antes de entrar a trabajar con estas comunidades se hacen diagnósticos ambientales con el objetivo de plantear cambios sostenibles, es así como en el caso de Nuevo Rioclaro se renuevan cultivos que estaban degradados por malas prácticas de manejo. Se usan semillas de mayor calidad, se dejan de usar pesticidas y se buscan estándares de calidad. En Bajo Chuzcal ocurrió una reconversión de cultivos orientado al plátano y a la conservación de productos naturales”.
Carlos Mario Aguirre, coordinador de proyectos de Aldea Global.
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