Zarigüeyas viven en sus cielorrasos del barrio La Albania de Manizales

Iván Bedoya, residente en el barrio La Albania, perdió la cuenta del tiempo que él y su familia llevan soportando los destrozos que las zarigüeyas le causan a su techo y al cielorraso. Otros vecinos comparten el mismo problema cada noche.

Encima de la cocina de Bedoya vive desde hace unas semanas uno de estos marsupiales, conocidos también como chuchas. En la lámina de icopor se nota el peso del animal.

Ayer, mientras le enseñaba el inconveniente a este medio también descubrió que la zarigüeya estaba acompañada al menos de una cría. "No se siente de día, está quieta, pero se nota que ahí está cuando uno trata de levantar el icopor con un palo", comentó.

Las noches son terroríficas, sobre todo porque se mueven demasiado por el cielorraso o encuentran otro ejemplar para aparearse. En esas horas el ruido también se escucha y retumba en su tejado y en los de los vecinos. Cuando eso sucede a la familia le toca resguardarse lo más lejos de la cocina para tratar de descansar.

La otra afectación está en el techo porque el peso de los animales está hundiendo las tejas. Al parecer, los soportes paralelos están cediendo.

Caen al piso

María Elena López, vecina de Iván Bedoya, recordó que hace unos 10 años se pasó a vivir al sector. Asegura que el problema lo tiene desde que habita en la casa.

Señala que antes había ratas y chuchas. A las primeras las exterminó con veneno, pero a las últimas nada les vale.

En medio de las carreras a veces dañan el cielorraso y caen al piso. "Nos ha tocado llamar a un vecino, a veces en la madrugada, para que las saque o las mate con un palo", relató.

Las familias señalan que nunca han contado con una campaña de sanidad para erradicar este problema.

Hay que capturarlas

Héctor William Restrepo Osorio, secretario de Salud de Manizales, precisó que las zarigüeyas son una especie amenazada, por lo tanto está prohibido matarlas, pero aclaró que a través de la unidad de sanidad ambiental intervienen en los sitios que presentan este problema.

La labor la realizan mediante la colocación de unas trampas, como lo hicieron hace unas semanas en una institución educativa, para luego liberar a los animales en una zona boscosa. Invitó a las personas que tengan este problema a que informen a la Secretaría con el fin de adoptar las medidas mencionadas.