Una vida a cuestas: la historia de Jenny Alexandra, la única cotera de la Galería

FREDDY ARANGO

LA PATRIA | MANIZALES

¿Cómo llegó Jenny Alexandra Valderrama Forero a Manizales? Nació en Villavicencio, se fue a vivir a Bogotá, se rehabilitó del consumo de drogas y conoció a un manizaleño que fue su esposo. Emprendieron la aventura de mochileros, caminaron durante 30 días hasta Santa Marta, luego pasaron por Barranquilla y Cartagena, después por Medellín y terminaron en Manizales.

Esta historia tiene más detalles, pero Jenny la resumió mientras bajaba de un camión lo que quedaba de una lavadora convertida en chatarra, en día lluvioso de marzo.

Jenny tiene 36 años y en la Galería de Manizales la conocen como la Rolita. Tiene dos hijos: su hija mayor tiene 20 años y vive con la abuela en Bogotá; y el menor tiene 16 años, quien se graduó de bachiller el año pasado. Mezcla su rol de madre con el oficio de cotera en el sector de las chatarrerías.

Jornada

Cuenta que se levanta a las 5:00 a.m., hace desayuno y almuerzo para llevar a la Plaza de Mercado, donde comienza su jornada a las 8:00 a.m. y se extiende hasta las 5:00 p.m. “La cantidad de horas que trabajo depende de qué tanto material hay para descargar o cuántas neveras hay que desarmar”.

Sus compañeros de trabajo, todos hombres, la admiran porque “es la berraca para desarmarlas. Es la única mujer en el sector de la calle 20 con carrera 16 que se le mide a echarse una lavadora o nevera encima, se le mide a lo que sea”.

Estas cualidades resaltan las labores de Jenny, quien para aguantar tanto peso, dice, el mejor ejercicio es alimentarse bien. “Traigo para el desayuno arroz con huevo, chocolate, pan y si pasa la señora de las empanadas le compro dos o tres. De almuerzo, el normalito y el algo no falta”.

Con este oficio Jenny gana unos cuantos pesos para sostener su hogar y continuar ahorrando para montar su propio negocio.

“Si hay carros para descargar o cargar se hace o si hay neveras para desbaratar se desbaratan. Una nevera no pesa nada, por ahí 30 kilos, una lavadora tampoco. En la cuarentena estuvimos quietos, casi me chifló en la casa”, dice entre risas la Rolita.

Jenny dice que durante la temporada de lluvia se levanta a las 2:00 o 3:00 de la madrugada para correr sus cosas y evitar que se mojen. Mi mayor sueño en este momento es poder arreglar mi casa y algún día tener mi propio negocio”. Vive en Corinto.
 

Hace dos años enviudó. Su esposo, John Freddy Franco García, de 35 años, sufrió un accidente por el sector de Santa Sofía, cuando conducía su moto, se le apagó y un carro lo embistió.
 

Julián Andrés López, administrador de la chatarrería, cuenta: “Hace ocho años la conozco. Era una persona que estaba en la calle, se le dio la oportunidad de trabajar y ella puso de su parte y aprendió del negocio. Es muy alegre y vive muy agradecida”.