MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Muchas personas y fundaciones quisieran hablar de la ayuda que les ha brindado Margarita María Gómez Uribe, elegida Caldense del Año 2021; sin embargo ella siempre pide que nada se cuente de su labor. Su frase preferida: "que tu mano izquierda no sepa lo que hizo tu mano derecha".
El 24 de agosto recibió del director de LA PATRIA, Nicolás Restrepo Escobar, el galardón que la acredita como Caldense del Año 2021, escogida por un jurado que le exaltó su entrega, dedicación y apoyo a obras sociales. "Es un ejemplo para nuestra sociedad por su liderazgo admirable, generosidad, compromiso social, bondad, prudencia, discreción y afecto demostrado a través de todas las obras apoyadas en las áreas de educación, salud, nutrición infantil, tercera edad y temas de ciudad que han hecho de Manizales un mejor lugar para vivir".
Como el chocolate
Esta Caldense del Año nació en Manizales, sus padres fueron Daniel Gómez Arrubla y María Teresa Uribe Ocampo de quienes aprendió a querer lo social, aunque desde antes ya corría por sus venas como herencia. Su abuelo, Marco Gómez, otro benefactor de la ciudad, entre otras obras, fue quien aportó los recursos para reconstruir la torre que se cayó de la Catedral Basílica en el terremoto de 1962 en Manizales. Fueron ellos los que le enseñaron a trabajar por los demás.
"Mis padres estuvieron en la creación de todo lo que fue la Cruzada Social; la Sagrada Familia; Codevol, que fue una asociación de voluntariado de Colombia, siempre con el apoyo económico de mi papá. Con mi hermana nos llevaban a todos los trabajos sociales".
Otra anécdota que recuerda es que antes de salir para el colegio, su mamá las llevaba a batir un chocolate en una escuela en el barrio Fátima. "Se hacía con la leche que daba Cáritas. Calentábamos un pan que llegaba también de Cáritas y arreglábamos el desayuno de los niños. Luego nos íbamos para el colegio. La madrugada era tremenda, pero había que ir a batir el chocolate".
Agrega que su vida desde pequeña ha sido servir y que la razón ha sido el ejemplo de sus padres. "Siempre vivieron alrededor de ayudarle a la gente, pero siempre en silencio".
Sus otros amores
Ya más grande, asegura, fue aprendiendo cómo era ser voluntaria, y lo hizo viendo. Al cumplir 15 años su otra pasión, el arte, la envolvió. "Solo quería libros de los museos del mundo. Quise estudiar arquitectura, pero no lo logré en Manizales por las huelgas de esos tiempos".
Empezó a estudiar Arte y Decoración en la Universidad Católica, pero al año cambiaron toda la carrera y siguió estudiando individualmente. Más tarde se fue a estudiar a Francia, donde tomó cursos de Historia del Arte e idiomas. A su regreso a Manizales fue profesora en la Universidad Católica. Ingresó luego al taller de Óscar Naranjo, donde estuvo durante 24 años, que dedicó a pintar cuadros y a investigar, todavía lo sigue haciendo.
Está casada con Óscar Jaramillo Botero, con quien tuvo tres hijas: Juliana, Mariana y Camila que le siguieron los pasos en la labor social. "Tengo un esposo que me ha acompañado en todo, la mayoría de las veces él me sugiere más de lo que pensaría. Además, detrás de mi también van mis hijas y los tres yernos. El patrimonio es de mi familia, yo entrego mi tiempo, pero todo lo que se hace es una función de familia".
La Caldense del Año tiene siete nietos: Martina, Daniel, Emilio, Amatista, Luciano, José y Noa que son su otra razón de ser. Asegura que ser abuela es lo mejor que le ha pasado en la vida.
En medio del dolor
Matilde Mejía, una de las ocho amigas y compañeras del Colegio Sagrado Corazón que la postularon como candidata al Caldense del Año, describe a Margarita María como un ser muy espiritual, generoso y quien nunca ha hecho alarde de su situación económica.
"Todo lo que hace, lo hace calladamente. Es una excelente amiga, cuando uno la necesita siempre está. Tenemos un grupo de 23 amigas y siempre ha estado presente".
Algo que todavía entristece a la Caldense del Año es lo ocurrido en 1989, en una finca por el corregimiento de Arauca (Palestina), cuando un grupo guerrillero mató a su hermano Daniel Eduardo por secuestrarlo. "A ella la marcó mucho esta tragedia. Aunque con todos sus hermanos era muy unida, él era su amigo. La tristeza todavía no le ha pasado, recuerda constantemente a su hermano".
Sin embargo, esto no opaca su deseo de servir, que la Caldense del Año asegura es lo que más le gusta. "Nutrir fue la última entidad que mamá fundó, fue presidenta de la Junta Directiva, y como familia estamos muy vinculados a sacar esta obra adelante, se alimentan 2 mil niños diarios sin ayuda del Gobierno, la labor se hace con ayuda de toda la gente".
Olga Rivas de Echeverri, también del grupo de amigas, indica que la Caldense del Año ha sido gran colaboradora de las obras sociales, pero que las personas a las que les ha ayudado se abstienen de contarlo porque ella se enoja. "Es una mujer muy generosa, devota; cada año ayuda a arreglar el monumento de las parroquias Santísima Trinidad y Los Dolores. Completamente solidaria".
Margarita María ha ayudado a decenas de instituciones a salir de crisis económicas, ha donado ascensores con instalación incluida para hogares y sedes de religiosas, ha aportado dotación a entidades de salud, ha ayudado también al arreglo de los vitrales de la Catedral Basílica, a la Fundación Amor Por Manizales y a la Junta Cívica para la recuperación de la Catedral y otras obras sociales, solo por citar algunos ejemplos de su trabajo, que hace sin pensar en ganar algo.
¿Por qué es luz?
Yaneth Zuluaga Montoya, directora de la Fundación Nutrir, asegura que la Caldense del Año es luz a donde llega y motivo de inspiración para todos los están a su alrededor.
"Ella hace una labor silenciosa que alimenta miles de corazones, ella ha conectado los corazones de su familia alrededor de la causa de Nutrir, ha involucrado a sus hijas que se han sumado a la causa. Es una mujer completamente humilde y entregada al otro. Lo hace porque le nace, no tiene ningún afán de figurar".
Desde la Fundación Hogar de la Divina Misericordia manifiestan que Margarita María además de ayudar económicamente participa de forma activa en la ejecución de los procesos. Va hasta las entidades, opina, ayuda, consigue el maestro de obra.
Mariana Jaramillo Gómez, su segunda hija, agrega que Margarita María siempre está pendiente de todo. "Es una mamá muy presente, siempre pendiente en cómo servir y cómo ayudar. Es una mujer que valoro mucho porque a pesar de ser controladora respeta las diferencias ideológicas, nos dio la posibilidad de elegir siempre el camino. Le gusta que todo salga bien, que todo esté bonito y bien presentado, tiene la capacidad de embellecer todo. Siempre nos ha enseñado el servicio, el estar ahí para servirle a la gente. Mucho de su tiempo lo invierte en apoyar instituciones y entidades. Es muy bonita la manera como vive su sencillez, piensa siempre primero en los demás".
* Dice que hay que pensar que el dinero está al servicio de Dios y al servicio de otros, no es para chirriárselo.
* El dinero debe ponerse al servicio de los otros para generar empleo.
* No hay que vivir en abundancia y en derroche, sino entregando el tiempo y lo que se tiene para los demás.
* No considera vergonzoso ser abuela ni tener canas.
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