Un asesor para el mundo

El coronel José Jhon Marulanda Marín nació en Manizales el 1 de diciembre de 1951, es el mayor de tres hermanos: dos mujeres y él. Su madre dedicada al hogar y su padre, periodista de prensa y radio, fue jefe de redacción de este diario. Es un viajero incansable que pasa 300 días del año por fuera de su casa dando asesorías en seguridad por todo el mundo. Un exmilitar que no olvida sus raíces y adora la música salsa.

Terminó su bachillerato en el Instituto Universitario, en donde formó parte de la tropa scout, fue esgrimista y representó a Caldas a nivel nacional, y a Colombia internacionalmente. Su afición durante varios años fue explorar el nevado del Ruiz, y otros nevados aledaños donde acampaba y aprovechaba para esquiar.

Cuando cursaba sexto de bachillerato, luego de ver en televisión el programa concurso “Miles de pesos por sus respuestas”, de propaganda Sancho de Manizales, presentó una solicitud para participar sobre tres temas biográficos: Churchill, Gandhi, y el Che Guevara, lo evaluaron, lo aceptaron y se decidieron por Gandhi. Respondió las preguntas que le hacía el doctor Antonio Panesso Robledo durante dos meses, cada domingo a las siete de la noche. Este programa lo catapultó, fue invitado a dictar conferencias en diferentes ciudades del país y empezó a escribir en LA PATRIA.

Terminado el bachillerato formó parte de la planta de periodistas del noticiero Todelar de Caldas, bajo la dirección de Javier Giraldo Neira, con J. Mario Vinasco y Néstor Gartner.

Comenzó filosofía y letras en la Universidad de Caldas, pero a último momento lo asaltó la vocación militar, e ingresó a la Escuela Militar de Cadetes en donde inició sus estudios de derecho, graduándose como subteniente de caballería en 1975.

Adelantó los cursos de lancero en Colombia, paracaidismo, buceo y piloto de helicópteros en Estados Unidos. Se especializó en inteligencia militar y operaciones psicológicas. Fue director fundador de las escuelas de relaciones civiles-militares, comandante del grupo de caballería Reveiz Pizarro en Saravena, Arauca, y primer comandante de la Brigada 25 de aviación del Ejército.

Fue retirado del servicio activo en junio del 2000 a discreción del general Mora, comandante del ejército, e ingresó como catedrático a la Universidad Javeriana en la Facultad de ciencias políticas y relaciones internacionales, en donde había adelantado su maestría en estudios políticos. Previamente se licenció en filosofía e historia en la Universidad Santo Tomás en Bogotá, y cursó un diplomado en psicología política en la Universidad de Ohio, Estados Unidos. Posteriormente se graduó de abogado en la universidad la Gran Colombia, carrera de la cual tiene tarjeta profesional, pero no ejerce. Ha sido conferencista sobre temas de seguridad en Caracas, Moscú, Cuernavaca, Berlín, Durban, Tel Aviv, Amman, Kuala Lumpur, Bangkok, y la Universidad de la Defensa en Washington.

Es consultor sobre seguridad y defensa para distintos gobiernos y varios medios de comunicación internacionales. Actualmente presta sus servicios a Canadá, Estados Unidos, Latinoamérica, el Caribe, y para varias compañías multinacionales europeas. LA PATRIA tuvo la oportunidad de hablar con él.

Entender la guerra

- ¿Siempre le gustó la carrera militar?

Bueno, yo diría que sí, porque siempre me ha llamado la atención ver y comprender el fenómeno de la guerra.

- ¿Cómo llegó a ser asesor internacional de seguridad?

Una vez retirado de la Fuerza en el grado de coronel, se me abrió la puerta académica en la Universidad Javeriana como catedrático de Psicología política. Ese año una multinacional necesitaba un oficial que hablara muy bien inglés, en ese momento, y como yo había sido comandante del grupo Reveiz Pizarro que era la unidad encargada de custodiar Caño Limón Coveñas y otras petroleras, renuncié y empecé como asesor de seguridad de ésta y otras compañías internacionales ubicadas en territorio en conflicto. Esta asesoría la hago en 18 países de América Latina, más Canadá y Estados Unidos. Le he dado tres veces la vuelta al mundo. He estado en países muy complicados como Yemen y Nigeria. También en sitios exóticos como la China e India. Actualmente viajo 20 días al mes por diferentes países, y siempre con el mismo tema, delincuencia y seguridad política. Acabo de llegar de Venezuela y estoy empacando maletas para salir al Cono Sur.

- ¿Cree que hubo fraude en las elecciones de ese país?

Yo no me atrevería a decir eso. Vi un régimen asustado y a la mitad de la población "arrecha", como diría Capriles. Sentí una Venezuela muy dividida, muy radicalizada. Venezuela está en una situación muy crítica, y por otro lado tenemos una Venezuela muy aburrida, muy inconforme. Uno de los países más ricos del mundo, pasando en la actualidad una de las más grandes crisis de su historia. La violencia desbordada, racionamientos en alimentos, bebidas, etc. No se consigue ni papel higiénico. Veo una situación política muy compleja. Ojalá que alguien inteligente del gobierno se baje del radicalismo y tienda puentes de entendimiento y pueda desactivar esta bomba que está a punto de estallar y así evitar un colapso económico sin precedentes.

Problemas de narcotráfico

- ¿Cómo ve la situación de México?

La situación de México es muy compleja, ahora los grupos de autodefensas, que ellos llaman la Policía comunitaria, han venido creciendo de una manera desbordante, son civiles armados que han desplazado la policía local y han impuesto sus reglas. Son quienes hacen retenes, detienen sospechosos. La misma policía Federal se ha visto en serios problemas con estos grupos enfrentándose en grandes tiroteos. Estos “policías civiles” tienen que ver muchísimo con el narcotráfico que invade actualmente al pueblo mexicano. Últimamente se han comprobado nexos entre estos grupos y los carteles del narcotráfico, y también, con los guerrilleros de México. Recordemos que este país tiene cerca de 30 grupos guerrilleros activos. La situación es muy crítica sobre todo en estados como Camaguitas, Guerrero, que son corredores de la cocaína colombiana, y el cartel de Sinaloa y los Zetas, quienes han establecido unos tentáculos muy fuertes en Colombia, especialmente por el occidente del país donde están actuando las Farc, grupo este que se ha convertido en el principal cartel de la droga en Colombia.

Los Zetas son un grupo de narcotraficantes conformado por exmilitares que empezaron como guardaespaldas de los jefes del narcotráfico, se independizaron, y crearon la agrupación más violenta de ese país. Castran personas o las cuelgan de los puentes de las principales vías de Monterrey. Desaparecen personas metiéndolas en tanques de ácido. Mandan las cabezas de sus víctimas en hieleras a las estaciones de policía o a sus familiares, también lo hacen en ciudad Victoria; todo esto por amedrentar a sus rivales y a sus perseguidores. Recordemos que México tiene unos 120 millones de habitantes, y que el consumo de cocaína, cuyo primer productor es Colombia según el último reporte de las Naciones Unidas, apenas se está empezando a comercializar en Europa, África, Asia, en una palabra, es un negocio que apenas empieza para estos carteles mexicanos. Otra ventaja para los carteles de Sinaloa, y los Zetas, es que están en la frontera con el país de mayor consumo de cocaína en el mundo, con una diferencia con Colombia y es que los grupos guerrilleros mexicanos no están vinculados con el narcotráfico.

- ¿Qué está pasando en Ecuador?

Ecuador se ha convertido en el lavadero del dinero del narcotráfico. Aunque tiene su economía dolarizada, no es para que tenga un desarrollo tan acelerado como el que tiene. Muchos edificios y carros nuevos, y la situación económica del Estado ha sido relativamente buena, lo mismo que Bolivia, y todo esto se debe, a mi modo de ver, a la economía subterránea del narcotráfico. Para algunos analistas Ecuador es la ONU del narcotráfico. Se han capturado personajes rusos, chinos, han caído aviones de México con cocaína de los carteles de Sinaloa y de los Zetas. Las Farc siguen en la frontera con el Ecuador y el presidente Correa no hace nada.

Farc deben responder

- ¿Qué cree que va a suceder en La Habana?

Yo estoy convencido de que en La Habana se van a firmar algunos convenios, pero no creo que los colombianos de a pie le vamos a dar paso libre a todo lo que pretendan aprobar. Las Farc siguen con su discurso y la justicia nuestra es un "desaguisado". Las Farc aprovechando la vitrina que este gobierno les ha dado, siguen con sus consignas. Vamos a ver si después de la firma que se va dar con este grupo subversivo, el país va a mejorar. Tenemos que darle un voto de confianza a nuestras Fuerzas Armadas que son, al final de todo, las que han llevado a las Farc a la mesa de negociación, porque los tienen asfixiados, sin oxígeno, y los siguen persiguiendo. Lo único que están haciendo para sobrevivir es narcotráfico. Si algún miembro de las Farc llega al Congreso, va a pasar lo mismo que con el M-19, quiénes han usufructuado los bienes del Estado y ocupan puestos de alto rango, puestos diplomáticos, alcaldía de Bogotá (pésimo alcalde además), y los de la base del M-19 están por ahí viendo cómo sobreviven y, las ironías de la vida, los militares que los combatieron, están presos. ¿Cómo es posible que el coronel Plazas esté purgando una condena de 40 años y los del M-19 disfrutando los vinos del poder? Por eso yo digo que las Farc deben pagar por sus delitos, por todo lo que han hecho en estos 50 años, alguien debe responder por eso.

- ¿Usted trabajó con el Coronel Plazas?

No, pero lo conozco, porque Plazas era de caballería. Yo fui ayudante del suegro de él, el general Vega Uribe. Tengo el mejor concepto de él. Como militar era sumamente estricto y exigente, pero eso sí, una gran persona. Creo que con él se está cometiendo una gran injusticia y que en esto hay intereses políticos.

- Alguna anécdota que recuerde

En una oportunidad me detuvieron en el aeropuerto del Alto en Bolivia por mis apellidos- Marulanda Marín-. Miraron en el computador y me preguntaron de cuáles Marulanda era y les respondí que de los buenos, exoficial del ejército de Colombia, identificándome como tal. Al fin de cuentas el impasse se solucionó, y terminé invitado por el coronel boliviano a comer en su casa y luego continuar tranquilo a Santa Cruz, lugar a donde me dirigía.

El coronel Marulanda, amante de la comida paisa, mira su reloj pues debe tomar un avión que lo llevará de su ciudad natal a otra parte del mundo.