Tres horas con el féretro y el lote no aparecía en Jardínes de la Esperanza de Manizales

La familia de Julio Ancízar Henao tuvo que soportar un doble dolor ayer: su muerte y ver su cuerpo dentro de un carro fúnebre durante tres horas porque el lote que habían comprado para sepultarlo en Jardines de la Esperanza no aparecía.

Leila Brigith de los Ríos, hijastra, contó que en el 2009 compró el lote en un sitio del Centro Memorial, por la Panamericana, pero que ayer cuando fue a enterrar a su padrastro, de 93 años, le asignaron otro mucho más abajo en un lugar diferente, "casi al pie de la cañada".

La familia, con personas llegadas de Pereira para las honras fúnebres, y la esposa de don Julio Ancízar, de 73 años, ingresaron con el cuerpo a las 2:30 de la tarde y se encontraron con este cambio. Leila hizo el reclamo porque no era el sitio que le habían vendido, y asegura que la tuvieron toda la tarde ofreciéndole lotes distintos. A las 5:45 p.m., todavía no le habían respondido.

"Me enojé, y cuando les dije que llamaría a los medios de comunicación, ahí sí me dijeron que había un lote en una zona más cercana. Es una irresponsabilidad, incluso me están cobrando horas adicionales por el carro fúnebre, por las tres horas que estuvo parado junto a la carretera con el cuerpo de mi papá. Qué pesar, ni muerto estaba descansando", se quejó Leila.

Tatiana Osorio asistente del área administrativa de Jardines de la Esperanza manifestó que trabajaban hasta las 5:00 de la tarde y remitió la comunicación a la coordinación de servicios funerarios, con Marco Alejandro Castillo quien explicó que estaban averiguando lo que sucedió con el cambio de lote. "Si fue que el terreno se derrumbó o no fueron capaces de abrir el lote por la presencia de rocas, como podría suceder".

A las 6:15 de la tarde en el Centro Memorial indicaron que habían acabado de sepultar a don Julio, a pesar de la hora.