Se quedaron 25 minutos encerrados en un ascensor del Edificio del Comercio en Manizales

MARTHA LUCÍA GÓMEZ

LA PATRIA | MANIZALES

Beatriz Helena López era la más "paniquiada" de las nueve personas que el jueves de la semana pasada en la mañana se quedaron encerradas durante 25 minutos en un ascensor del Edificio del Comercio, calle 22 con carrera 22 esquina.

"Entramos al ascensor, se cerró y nunca arrancó del primer piso. La puerta no abría. Me empecé a desesperar, me asusté mucho. Por fortuna el resto de la gente estaba tranquila y me calmó", narra Beatriz Helena.

Ella trabaja desde hace cuatro años en una oficina de abogados en el piso séptimo de esta edificación que cuenta con 13 pisos, y sostiene que si el elevador hubiese estado más arriba la situación habría sido más difícil.

Asustados

"El calor se empezó a acumular, aunque el aire acondicionado funcionaba pero para los que estaban contra la pared. Nos pusimos a conversar, a renegar del ascensor porque viene dañado desde hace varios días. Este año ha sido terrible, para llegar a las oficinas hemos tenido que subir por las escalas", indica Beatriz.

Marcela Santa es otra afectada. Trabaja en otra oficina de abogados desde hace 10 años. "El ascensor dice que tiene capacidad para 12 personas y luego indicaron que solo podía transportar nueve. Desde hace dos semanas empezó a cerrarse e intentó descolgarse en el tercer piso, íbamos como 10 personas".

Marcela afirma tener un problema de columna y que le ha tocado subir todos los días unas 70 escalas para llegar a su lugar de trabajo. Por esto, contempló renunciar.

Le preocupa que en el edificio del Comercio funciona la Procuraduría Regional (pisos 3 y 11), un restaurante y oficinas a las que llegan muchas personas, entre ellas ancianos. "Por las escalas y pasillos ya hemos visto gente con problemas de respiración, ahogadas. Algunos mensajeros prefieren dejar la correspondencia en el primer piso, y un abogado entregó la oficina".

La administración responde

Catalina Restrepo, administradora del Edificio del Comercio, explica que cambiaron los ascensores a la marca Otis, el primero entró en funcionamiento el 3 de octubre y el 9 tuvieron un inconveniente al quemarse la tarjeta RBI por una tormenta eléctrica.

"El ascensor dice que es para 12 personas y en realidad quedan estrechas. El jueves de la semana pasada se presentaron tres episodios. En uno, el ascensor se quedó en el primer piso, ni arrancó ni abrió puertas. Como el edificio no maneja llaves del ascensor, llamamos al técnico de Otis y demoró 25 minutos en llegar para abrirlo".

Según Restrepo, personal de Otis les informa al día siguiente que hay un aparato de seguridad debajo del piso del elevador, y al subirse la gente estaba rozando. "Por eso se tuvo que sacar de funcionamiento el ascensor. El martes dijeron que ya habían solucionado lo del piso y el peso, pero encontraron otro error y que demoraría un día más. Esperamos que lo pongan en funcionamiento en el transcurso del día -ayer-. El otro ascensor lo están instalando".