Policía y comunidad se enfrentaron por invasión

LA PATRIA | MANIZALES

En Manizales siguen los desalojos. Ayer en la madrugada sobre la vía Panamericana, cerca al barrio El Paraíso, las autoridades sacaron de unos cambuches armados sobre una ladera a 25 personas.
Uniformados del Esmad y delegados de la Alcaldía de Manizales y de Emas hicieron la diligencia de desalojo y destrucción de las construcciones, para impedir que vuelvan a ocupar la zona.
Los afectados protestaban contra la Policía por abuso de autoridad, maltrato a niños y por falta de una orden de la Alcaldía.
Mientras Susana Santa indicó que lleva un año allí, y que su hija, yerno y nietas hace dos meses, otros aseguraron que llevaban cuatro meses o 20 días. En El Paraíso aseguran que los invasores llegaron hace 10 días, desde cuando se dedicaron a talar árboles y a armar cambuches.
El secretario del Medio Municipal de Medio Ambiente, Juan Carlos Barrera, señaló a los invasores de haber atentado contra el ecosistema y de ponerse en riesgo al poblar esta zona, que es de alto riesgo de deslizamiento.
"Desde hace 15 días estaban talando árboles de forma indiscriminada en unos mil metros cuadrados. El 28 de octubre se les notificó del desalojo, pero no lo hicieron. Aceleramos el proceso para evitar que las lluvias produzcan una tragedia en esa zona", indicó Barrera.
Agregó que desalojaron a 25 personas y destruyeron entre 45 y 50 asentamientos. "Hay personas de Villamaría (Caldas) y de Quinchía (Risaralda). Contactamos a las alcaldías de esos municipios para coordinar el regreso".
El comandante de la Policía Caldas, coronel David Benavides, reconoció que debieron conducir a algunas personas que se enfrentaron a los uniformados para evitar que los desalojaran y señaló que tienen identificados a quienes originaron la invasión. "Lidera una familia que tiene casa y ha recibido subsidios del gobierno. En el operativo no hubo lesionados ni heridos y se respetó el conducto regular con los menores de edad".

Otro desalojo
En marzo de este año también se registró un desalojo en lotes de la baja Baja Suiza. En este lugar una pareja ocupaba una vivienda que después fue demolida.