LA PATRIA | MANIZALES
Es la cuarta semana de manifestaciones del paro nacional, los cuerpos de los que marchan se agotan, al sol y al agua en cada movilización. El de Daniel Osorio, líder estudiantil de la Universidad Nacional sede Manizales, continúa en pie, pero con otros dolores.
“He tenido agotamientos mentales y emocionalmente por las noticias que llegan porque a algún compañero le rompen la cabeza, porque amenazan a otro o lo van a judicializar, ese es un desgaste más duro”, expresa Daniel, quien lleva acompañando las marchas desde el 28 de abril.
Él y otros líderes de diferentes sectores respondieron ayer a inquietudes ciudadanas como por qué hay violencia en las marchas, o porque bloquean vías nacionales o sostienen el paro aún con los proyectos de reforma tributaria y de salud ya tumbados.
Ayer la cuarta gran concentración nacional empezó en Chipre con participación de colectivos barriales y de género, sindicatos, universitarios y docentes. Llenó las principales calles, por sitios poco comunes en las manifestaciones en la ciudad, con el propósito de llevar el mensaje de indignación y peticiones a las comunidades en sus casas.
“Hay que saber controlar los espacios y los momentos, porque uno no solo vive para la movilización social, uno tiene metas y sueños como estudiante, como familia e hijo para lograr un equilibrio”, expresa Daniel.
Colectivos transfeministas como Armario Abierto estuvieron presentes en las marchas.
No son solo reformas
De tantos días el desgaste ciudadano pasa el cobro a los motivos del paro, algunos se preguntan por qué siguen si ya no hay por el momento reforma tributaria ni de salud. Esta última fue archivada ayer en el Congreso y Cámara de Representantes, hundieron el proyecto con 27 votos en contra de 5 una noticia que fue celebrada ayer durante la marcha.
Darío López, presidente del sindicato de Educadores Unidos de Caldas (Educal), explica porqué continúan las marchas: “Seguimos porque el problema de los colombianos no era solamente la reforma tributaria, ese solo es uno de los puntos. También la reforma laboral y las negociaciones del pliego nacional de emergencias que presentamos en el 2020. Son un cúmulo de situaciones que el Gobierno se ha negado a negociar”.
Agrega que esta situación se traslada a las mesas de diálogo propuestas por el Gobierno nacional, en las que hay exposiciones de motivos, pero no una negociación. “Planteamos que se desmilitaricen las ciudades y que se garantice la negociación, no el diálogo”.
Carlos Arturo Orozco, integrante de la mesa nacional de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), le suma el reclamo por el derecho a protestar y que se garantice la vida a través de una renta básica. “Que sea un ingreso de un salario mínimo para 3,3 millones de familias en Colombia. También inversiones de salud y para la misión médica, y una revocatoria a los decretos y resoluciones que afecten los derechos de los trabajadores”, expresa Orozco.
Cuando los marchantes pasaban por el Centro de Traslado por Protección (CTP) hubo arengas en contra de la Policía. Momentos de tensión.
Violencia y bloqueos
Otro punto que reclaman los ciudadanos es que se garantice el derecho a la circulación, que se puedan mover por las vías nacionales y municipales.
Orozco asegura que el Gobierno no asumió el paro nacional y las personas tomaron decisiones autónomas como los bloqueos: “Hay personas que prefieren hacerlo que morir por nada. La gente se cansó de no tener oportunidades, de tener un discurso vacío sin compromisos. La gente entendió que deben hacer acciones de mayor presión, pero a su vez han garantizado los corredores humanitarios. Ver el paro como solo bloqueos es una enfermedad, hay que ver lo que no se está atendiendo”.
Carlos Eduardo Yepes, presidente de la CUT en Caldas, aclara que hay paso de alimentos, de insumos médicos, ambulancias: “Es la única forma en que podemos confrontar la política del Estado y es bloqueando la economía. En Manizales lobhacemos para hacernos sentir, no son acciones permanentes. Y el desabastecimiento está desnudado desde el comienzo de la pandemia”.
James Vanegas, integrante de un colectivo comunitario, lo complementa con que en el país se ha estigmatizado la protesta: “El Estado violenta a los ciudadanos desde las fuerzas militares y por eso la gente no se deja. Se enfrenta el pueblo contra el pueblo. Uno de los propósitos de este paro es que se reestructuren las fuerzas militares porque esto no va a parar”.
Judicialización
Hay cuatro jóvenes sindicados por varios delitos desde las manifestaciones que comenzaron el 28 de abril: uno por daño en bien ajeno, otro por manipulación de objetos peligrosos, uno por terrorismo violencia contra servidor público durante una aprehensión.
Durante estas tres semanas de paro nacional se han retirado los proyectos de reforma tributaria y a la salud, y la renuncia de Alberto Carrasquilla , como ministro de Hacienda y los debates de moción de censura al ministro de Defensa, Diego Molano, por la violación de derechos humanos durante las protestas.
Bloqueos y quemas
Después de la manifestación del día, la marcha quedó dividida en dos: una que se movilizó hasta la glorieta del sector Los Cámbulos y otra que se quedó en Fundadores, en ambas hubo bloqueos durante horas.
En la de Fundadores, en la carrera 23 entre calles 25 y 29, se estacionaron algunos miembros de centrales obreras y después vendedores ambulantes ubicaron sus puestos en la vía. En Los Cámbulos la situación se transformó en llamas y en bloqueos por las cuatro salidas de la glorieta.
Los manifestantes incendiaron letreros publicitarios de la Alcaldía, destruyeron macetas de la Terminal de Transporte, quemaron materiales de obra de una construcción vecina, dañaron señales de tránsito y un paradero de buses contiguo a la estación de servicio.
La Personería Municipal, la Defensoría del Pueblo de Caldas, representantes de organismos de derechos humanos y gestores de convivencia de la Alcaldía de Manizales y la Gobernación de Caldas intentaron durante cerca de una hora un diálogo para desbloquear el sector y no fue posible.
Luego los manifestantes quisieron dialogar en el sitio con el alcalde, Carlos Mario Marín, pero no fue posible. A LA PATRIA él respondió: "Hasta el momento hemos tenido 6 mesas de diálogo y nos hemos sentado con todos los sectores".
El jefe de Derechos Humanos de la Gobernación de Caldas, Amed Velásquez, indicó que canalizó las peticiones de los manifestantes. Señaló que la posibilidad de diálogo con la Alcaldía está, pero no en ese momento ni en ese escenario de bloqueo. La Administración local propone reunirse hoy.
Los habitantes de barrios como Castilla y Las Colinas pasaron en vela parte de la noche. Algunos estuvieron expectantes en las ventanas. El Esmad en el andén de una esquina y los manifestantes una cuadra y media más abajo.
Un habitante comentó: "Uno se alarma al escuchar pólvora y gritos. Esta zona es muy sola, pero la gente la ha pasado angustiada, esto da miedo". Hasta el cierre de esta edición los manifestantes fueron gaseados por el Esmad y dispersados.
Docentes reclamaron el uso excesivo de las fuerzas armadas y la violación de derechos humanos a la Policía.
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