La estructura antigua del Instituto Manizales, donde aprendieron miles de niños, dejó de existir. La amenaza de ruina de esta parte del plantel educativo, ubicado en el barrio San José, llevó a que tuviera que ser demolida.
Los trabajos para derribar la construcción, de unos 88 años, comenzaron a principio de diciembre pasado con un inventario, indica el secretario de Obras Públicas del Municipio, Hernán González. La Unidad de Gestión del Riesgo (antes OMPAD) estableció que la edificación estaba en riesgo de desplomarse por su antigüedad, y que se debía derribar.
Esta área vieja, representativa de las edificaciones de arquitectura republicana en la ciudad, fue cerrada hace unos nueve años porque revestía peligro para estudiantes y docentes. Fueron trasladados a un área nueva. La Secretaría de Obras apuntaló paredes, columnas y pisos en madera, y ubicó una malla en las afueras del edificio.
La autorización para demolerlo la dio la Junta Municipal de Patrimonio, pues el bien es de Interés Cultural. "Al terminar se debe hacer un nuevo cerramiento, y reconstruir esta parte, para lo que debemos buscar recursos", aclara el secretario.
Derribar la parte vieja tuvo un costo de $140 millones, entre la demolición y el inventario arquitectónico. Los trabajos concluirán en dos semanas.
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