JOSÉ WILMAR JARAMILLO*
LA PATRIA | MANIZALES
El proyecto de restauración de los vitrales de la Catedral Basílica Metropolitana de Manizales fue contratado por el Ministerio de Cultura en el año 2019 y es financiado con recursos del Sistema General de Regalías, Ocad Eje Cafetero. A cargo del contrato de obra pública se encuentra el Consorcio MO Basílica 2019, y de la interventoría el Consorcio NVP, financiado con recursos de la Arquidiócesis de Manizales en convenio con Mincultura aportados por medio del Convenio 206 de 2019.
La restaudora de bienes muebles Eugenia Serpa Isaza, coordinadora del Grupo de Patrimonio Cultural Mueble de la Dirección de Patrimonio y Memoria del Mincultura y supervisora de estos contratos, explica: “Existía preocupación por el estado de los vitrales, pues nunca habían tenido restauración y presentaban muchísimo deterioro. Con el arquitecto Juan Manuel Sarmiento se había hablado de la necesidad de un proyecto para restaurarlos, considerando que son ejemplo en tecnología, cantidad y calidad; prácticamente únicos en el país”.
Los trabajos
El deterioro de los vitrales se da por la invasión de palomas, el vandalismo y en un mayor porcentaje por falta de mantenimiento, asegura Serpa Isaza. "Para el Ministerio esta labor ha representado un reto, porque no había abordado antes el trabajo de restauración de vitrales. Todo el planteamiento se hizo bajo los criterios de la restauración, no se trata de cambiar y reponer vidrios, se trata de mantener en lo posible y no modificar los elementos técnicos originales", expresa.
El también restaurador de bienes muebles Héctor Oswaldo Prieto Gordillo, residente de la interventoría, comenta que la esencia de las restauraciones es conservar los elementos originales, tratando de seguir la técnica original para que al observar no haya un choque visual.
"La restauración se hace con materiales que puedan perdurar durante cierto tiempo, lógicamente es importante que la Catedral realice mantenimientos periódicos para salvaguardar el buen estado de conservación de los vitrales”.
Protección
Andrés Vargas Moore, arquitecto restaurador residente de la interventoría, menciona que un aporte de los estudios al proyecto fue considerar un sistema de protección en un movimiento sísmico, dada la condición de alto riesgo que tiene Manizales.
“Los vanos (distancia libre entre dos soportes) fueron adaptados y adecuados para colocar los vitrales, y las intervenciones en su momento no fueron las más adecuadas técnicamente. Se encontraron rellenos con escombros, papel periódico y madera, eliminar estos materiales es parte de la intervención. Al constatar la sujeción del vitral se encuentran tecnologías originales, a las que se tienen que dar estabilidad y resistencia para que funcionen como protección ante un sismo utilizando un sistema de anclajes".
Agrega que para proteger ante eventos e impactos se consideró el acristalamiento externo en todos los vitrales del primer piso y los que están en las terrazas del segundo piso. El acristalamiento consiste en poner un vidrio templado de seis milímetros, con una película de seguridad interna que protege el vitral de impactos de esquirlas.
Héctor Jaramillo Botero arquitecto diseñador de la actual Plaza de Bolívar y del Parque Los Fundadores, considera la Catedral un monumento insuperable en el país por sus proporciones, sobriedad, arquitectura y técnica constructiva. En su concepto, la técnica para la restauración de los vitrales ha sido una buena solución. “Se habían demorado mucho”.
Origen extranjero y nacional
Relata el historiador Octavio Hernández Jiménez, en uno de sus escritos: "las vidrieras (sic) instaladas en la Catedral son mucho más que exaltaciones de la luz radiante y la apacible penumbra… El acopio de vitrales que alberga es de origen extranjero y colombiano"
Describe que los vitrales “Los padres de la iglesia”, “Apoteosis de María” y “Te Deum” son de la Casa Rambusch, de Nueva York; del holandés Joep Nicolás son los vitrales de la Capilla del Santísimo; de Guido Polloni el de “Cristo Rey y Los 12 Apóstoles”; de los hermanos Enrique y Alfredo Gerente, franceses, “la Vida de Jesús”, y que la obra más antigua y admirada del conjunto de vitrales es la Pietà, de Charles Champigneulle (1871).
Agrega el historiador que el Rosetón Mayor, sobre la puerta principal que da a la Plaza de Bolívar, sustituyó a otro sobre la Santísima Trinidad, puesto allí mismo a comienzos de los 60 y se elaboró en un taller provisional en la actual Cripta; estuvo a cargo del catalán Ismael Font. El arzobispo Duque Villegas mandó desmontarlo en 1968, porque según él la composición era poco afortunada y su colorido escandaloso.
“En la Casa Velasco, de Cali, el español Mario de Ayala fraguó los gigantescos y complejos rosetones laterales en que se canta “La Redención y La Encarnación”, con diseños de Alberto Martorell, de la Academia de Artes de París, y Leandro Velasco, que ganó el concurso para instalar los vitrales de la catedral de Washington”.
De la Catedral Basílica
- Construida entre 1928 y 1939, con proyecto del arquitecto francés Julien Polty.
- Obra pionera en el sistema de construcción con hormigón armado, que para esa época llevaba 20 años de haberse conocido.
- Tiene un área de 2.300 metros cuadrados y capacidad para 5 mil feligreses.
- Altura de la torre central -Corredor Polaco- es de 113 metros y la de las cuatro torres laterales 62 metros.
- Proclamada Monumento Nacional en 1984, hoy Bien de Interés Cultural Nacional lo que permite que el Gobierno Nacional le asigne recursos para ejecutar actividades de conservación.
* Arquitecto, columnista de LA PATRIA
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