Neira despidió a su embajador: Marino Jaramillo Echeverri

LA PATRIA | Neira

Dos palabras reúnen el recuerdo y la herencia que dejó el conservador caldense Marino Jaramillo Echeverri: política y letras. Falleció al amanecer del pasado domingo en Bogotá, a los 92 años.

Su hija Luz Marina Jaramillo Moreno, abogada, dice que fue el más “godito” de todos. Reconocido abogado, político, embajador, escritor y orador; vinculado al Partido Conservador Colombiano, en el que militó durante toda su vida.

Nació el 12 de septiembre de 1923 en Neira (Caldas), bachiller del Colegio de Cristo, abogado, doctor en Derecho y Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad del Cauca. Hijo de José Jesús Jaramillo y Soledad Echeverri, casado con Margoth Moreno Henao, matrimonio del que nacieron seis hijos.

“Como papá fue un hombre maravilloso; como esposo, siempre estuvo al lado de mi madre. Todo un ejemplo de bondad, amor y transparencia. Siempre sabíamos lo que pensaba, compartió su vida con todos, menos su actividad como abogado, decía que los casos eran reserva del sumario”, indica su hija.

Vida política

Jaramillo Echeverri fue embajador de Colombia en tres países. Entre 1963 y 1965 en Paraguay. Ya en la década de los 80 en Bulgaria y en Checoslovaquia. Fue presidente alterno de las delegaciones a la Asamblea de la Unesco y Congreso Turístico en Sofía (Bulgaria), presidente alterno de la Comisión Mixta Colombo-checa en Praga (República Checa), vicepresidente de la Confederación de Abogados de los Países Andinos órgano de consulta del Acuerdo de Cartagena.

Amigo del expresidente Belisario Betancur, a quien le lideró su campaña a la Presidencia de la República en 1978, pero no lograron ganarla. En 1982 Betancur llegó al primer cargo nacional y allí nombró embajador a Jaramillo Echeverri en dos oportunidades.

En el 2002 fue la fórmula a la Vicepresidencia de la República del entonces candidato Harold Bedoya, quien fue comandante de las Fuerzas Militares, pero lo superaron seis aspirantes más.

Hombre de letras

Fue miembro correspondiente de las academias Colombiana de la Lengua y Paraguaya de la Lengua; miembro de la Academia Hispanoamericana de Letras y de las academias de Historia de Colombia y de Bogotá. Miembro de la Academia de Jurisprudencia; profesor de Literatura e Historia de Colombia; catedrático de Ideas Políticas y Derecho Público en las universidades de Caldas, Javeriana, Católica, Gran Colombia y Santo Tomás.

En los últimos años de su vida pública presidió el Centro de Estudios Colombianos y el Colegio Nacional de Abogados. La muerte de su esposa, en el 2005, lo alejó de todas las actividades.

Fue columnista de los periódicos LA PATRIA y El Siglo, siempre sobre temas políticos del país. Entre sus libros más destacados figuran El primer hombre moderno, ensayo sobre San Agustín, que fue primer premio en el 2001 del concurso Literario del Departamento de Caldas convocado por el Instituto Caldense de Cultura; Liberales y conservadores en la historia, de 1972; Oposición y violencia en Colombia, editado por la Academia Colombiana de Jurisprudencia en el 2003; Introducción al derecho penal colombiano, que fue un texto para consulta de universitarios.

Su cuñada, Nhora Salazar, lo recuerda como una persona encantadora, de mucho carisma, entregado a su familia, sociable en sus casas de Manizales y de Bogotá, esta última ciudad a donde llegó desde que fue nombrado representante a la Cámara.

El último soplo de vida lo tuvo a las 2:30 de la madrugada del pasado domingo rodeado por sus hijos y nietos.

Otros datos

Periodista, hizo estudios de Economía y Comercio Exterior en Tel Aviv (Israel). Fue secretario privado de la Gobernación del Cauca; secretario de Gobierno y gobernador encargado en Caldas; concejal de Manizales y diputado de la Asamblea de Caldas; representante por Caldas a la Cámara durante cuatro periodos (unos 16 años).