Diana Lorena Gutiérrez
LA PATRIA | MANIZALES
Sus vidas en la calle, a juzgar por sus condiciones, iban camino al despeñadero. Para unos sus camas eran cualquier andén y su cobija un cartón. Otros comían basura y algunos ya habían perdido la noción del tiempo. Así lo cuenta Carlos Méndez, quien fue coordinador de la Unidad de Protección a la Vida (UPV), hasta el 31 de enero.
Son 17 adultos mayores en edades que oscilan entre los 60 y los 90 años de edad que están buscando a sus familias. La Unidad los sacó de las calles durante los últimos cinco años para llevarlos al hogar de paso Mi Jesús, en la vereda La Aurora, de Manizales. Allí se les brinda una vida más digna.
Méndez comenta: "Muchos de ellos ni saben donde están, algunos padecen Alzheimer o tienen problemas cognitivos".
Cuenta María Nora Arias, dueña del hogar de paso, que todos están en buen estado de salud y que en Mi Jesús los miman mucho. "Acá ellos tienen dormida, comida, pañales y ropa, pero lo más importante la ayuda de Dios".
En condiciones extremas
Comenta Méndez que a veces los oye hablar de sus familias y que no esperan más que cariño. Asegura que la UPV les hace seguimiento, según sus necesidades, con transporte a citas médicas y brigadas de aseo y peluquería.
El costo de su manutención en el hogar está por los $700 mil mensuales, cubiertos por el auxilio del adulto mayor.
"Para nosotros es un logro poder ayudar a estos abuelos. Son cerca de 30 personas las que tenemos en hogares con la ayuda de fundaciones. Estos 17 perdieron el rastro de sus familias y nos parten el corazón. Cuando los encontramos se notaba que llevaban mucho tiempo sin bañarse, comiendo basura y pasando necesidades por las inclemencias del clima. Si llegaran a encontrar por lo menos alguien que los recuerde sería una bendición".
La geriatra Carmen Lucía Curcio indicó que los habitantes de calle generalmente vienen de un proceso de abandono, maltrato o violencia. "Son excluidos, discriminados, segregados y vulnerables. Es frecuente, entre ellos, el uso de sustancias psicoactivas". Explicó que la razón por las que estas personas pudieron llegar a las calles tuvo que ver con problemas familiares o adicciones. "Hay estudios que dicen que la ausencia de una relación de pareja es un factor de vulnerabilidad frente a la crisis de la adultez, la adicción y al desinterés por el autocuidado".
Encuéntrelos
* El hogar de paso Mi Jesús, en el que se encuentran los abuelos, tiene dos sedes. Una en la calle 50 A #26B02 (cerca a Confa), donde hay tres de ellos, y en la vereda La Aurora, donde están el resto.
* Si reconoce a alguno de ellos y quiere ir a visitarlo o ayudarles puede comunicarse a los teléfonos 3206451831 o 3135298779.
Protección
El médico especializado en Geriatría Francisco González López manifestó que el hecho de que los ancianos de la calle estén en un hogar de paso demuestra que se esté cumpliendo con una función social, como es la de garantizar el restablecimiento de sus derechos y mitigar y superar su vulnerabilidad, por discapacidad física, mental y social.
El Censo de Población y Vivienda realizado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en el 2018 dejó ver que hay un mayor índice de envejecimiento en la población de la región. Mientras en el 2005 el dato era de 29,42% mayores de 65 años, el promedio de hoy es de 67,11%, y Manizales es de los municipios de Caldas con mayor tasa de envejecimiento.
Por eso, González indicó que las intervenciones que incluyen apoyo social, mejoramiento del estado anímico y el refuerzo de las actitudes que facilitan conductas de protección y de promoción de la salud tienen efectos benéficos para estos abuelos. "Esto les permite responder a situaciones estresantes que requieren readaptación a entornos seguros, amparando a la persona de los cambios negativos en el estado de salud física y mental, asociados a su condición crónica de habitantes de calle.
Añadió que de volver con sus familias deben tener un seguimiento riguroso a las condiciones sociales y psicológicas de sus parientes, ya que las consecuencias pueden devolverlos a su situación de abandono y empeorar su estado de máxima fragilidad.
Fotos | José Fernando Tangarife | LA PATRIA
A Aguas (como le dicen por el miedo que le tiene al agua) lo registró la UPV como Arturo Romina Gómez. Tiene unos 65 años. La mayor parte de su historia es en el Parque Alfonso López. De allí lo rescataron hace dos años. Tardó dos meses en aprender a dormir en una cama. Era muy agresivo cuando lo encontraron. Ya lo es menos. Algunas versiones indican que era jubilado de la Policía, otras que era mecánico. Dicen que una hija lo visitaba en el parque.
A José Miguel Gonzales, alias Coronel, lo llevó la UPV hace cinco años al hogar de paso. Vivía debajo de un plástico entre dos casas en Chipre. Tiene 88 años. Dice que trabajó en un taller.
A Jorge Hernán Calderón lo rescataron hace tres años del sector de Cristo Rey. Cuenta que vendía tinto en la iglesia, pero en realidad los andenes de esta eran su resguardo. Le dicen Cochise porque cuando le preguntaban su nombre decía: Martín Emilio Cochise Rodríguez. Tiene cerca de 65 años. Al hogar llegó con fractura de tibia y peroné. Dicen que un bus lo atropelló, pero él no recuerda. Los sitios que visitaba eran cerca del cuartel de la Policía, el Parque Caldas y el barrio Colombia. Se cree que tiene alguna conexión con esos sitios.
Joaquín Emilio Rodríguez era chirrinchero (consumidor de alcohol puro) en el Parque Caldas, donde también dormía. Tiene unos 70 años. De él no se tienen más datos. Solo que recibía una pensión que se gastaba con quienes consumía en el parque. Perdió la audición hace poco y está en tratamiento psiquiátrico. Lleva 4 años en el hogar.
José Arturo Patiño tiene unos 70 años. Lleva tres en el hogar. Pedía limosna en una calle de Fátima. Dice que su familia es de Pío XII.
Chucho o Jesús Antonio García Castaño tiene 65 años. Lo encontraron en Pío XII hace cuatro años. Cuenta que su papá se llama Jesús Antonio García y su mamá Rosa María Castaño. Menciona a cinco hermanos, pero no recuerda los nombres. Expresa que en Neira trabajó en el bar Apolo y en Manizales en el Banco del Comercio. También comenta haber cogido café, hecho aseo y trabajos con asadón. Manifiesta que vivía en la calle porque le daban mucha comida.
Óscar Gálvez López, de 60 años, lleva dos meses en el hogar. Vivió en la calle 28 años porque al morir su madre quedó sin techo. Añade que trabajaba pintando carros. No recuerda tener familia.
Ilian Sánchez Ríos padece Alzheimer. Lo encontraron hace tres años por Bienestar Familiar en la Avenida Santander. Refieren que caminaba por toda la ciudad y que siempre llevaba un cojín. Tiene 72 años.
Héctor Vargas Gonzales dice ser de Chinchiná. Cree que allí está su familia. Tiene 70 años. Cuenta que trabajaba en La Manuela cogiendo café. Tuvo dos hijos que, según él, se embolataron. Hace 4 años está en el hogar de paso.
Marco Tulio Martínez Henao tiene 87 años. Lo encontraron en la carrera 18 con calle 30 hace cinco años. Contaba que estaba cuidando una casa que era de él. Siempre lo veían en ese lugar aguantando las inclemencias del clima. Se acuerda de tres hijos: Ernesto, Carlos y Juan. También recuerda a su esposa María Concepción Henao. Está perdido en tiempo y espacio.
Juan de Jesús Pérez Aguirre tiene 71 años de edad. Hace 45 años no sabe de su familia. Lleva dos años en el hogar. Al llegar tenía tuberculosis y helicobacter pylori (un tipo de bacteria que causa infecciones en el estómago). Ya está sano. Es del corregimiento de Builopolis en Ituango (Antioquia). Cuenta que trabajó en Agua Azul (Casanare) en ganadería. Vivió cerca de fincas. Asegura que tiene una hija en Manizales que de vez en cuando lo visita, le gustaría encontrar más familia.
A Noé Loaiza Duque lo rescataron hace cinco años de una calle en el barrio El Nevado. Afirma que nació el 17 de diciembre en el corregimiento de Castilla, en Pácora (Caldas), en 1950. Es decir, tiene 70 años, de los cuales lleva cinco en el hogar. Quienes lo cuidan recuerdan que tenía las uñas exageradamente largas cuando llegó. Habla de una hermana de nombre Dioselina Loaiza Duque.
A Luis León, de 63 años, lo recogió la UPV en el Parque Liborio hace un año. Es de Fresno (Tolima). Cuenta que tiene familia en Bogotá, que es posible que su hermana Marleny León aún viva allá y que un hermano llamado Flor Emilio León esté en Pereira.
Héctor Fabio Giraldo Villa nació en Manizales hace 62 años. Lleva cuatro años en el hogar. Sabe que tiene familia en Chipre, hermanos y primos, según él, pero hace mucho no los ve. Su mamá era Flor de María y su papá Gildardo. Dice que trabajó como maestro de construcción. Cuando la UPV lo encontró deambulaba por la Galería.
Iván Muñoz Castrillón tiene 60 años. Desde los 19 años vivió en la calle, hasta hace dos años que llegó al hogar. Trabajaba en reciclaje y construcción. Asegura que tiene hermanos, pero que no sabe de ellos. Dormía en una caja junto al Hospital de Caldas.
Luz Dary Vanegas dice que se llama Lida y cree que tiene 55 años. Es de Dolores (Tolima). La UPV cuenta que la tenía un hombre que abusaba de ella; que cuando la encontraron no comía y hacía sus necesidades en la ropa. Pedía limosna en San José y la Galería. Lleva 4 años en Mi Jesús.
Magola Alvarán Salgado cree que tiene 70 años, pero dice que tiene 12. Es de Pueblo Rico (Neira), fue encontrada en La Galería. Lleva tres años en el hogar. Recuerda a dos hermanos: Orlando y William.
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