Marc Ouellet, el papable que pasó por Manizales

El cardenal canadiense Marc Ouellet, exprofesor y exrector del Seminario Mayor de Manizales, está en el ramillete de quienes más suenan para suceder a Benedicto XVI. Hoy es el prefecto de la Congregación de los obispos y presidente de la Pontificia comisión para América Latina. Hay una generación de sacerdotes que coincidió con él en los 80, entre los que está el padre Néstor Iván Mejía. A continuación, el testimonio de su recuerdo.

"Es el hombre más inteligente que he conocido. Hay personas que, como él, a través de sus apreciaciones sobre el discurrir de la historia y el estado actual del mundo dan a entender que les cabe el mundo en el cerebro.
Él es discípulo personal del mayor teólogo del siglo XX, Hans Urs Von Balthasar, alemán. A través de la filosofía y teología balthasariana, él concibe el mundo y la historia desde un plan global de salvación. En ese sentido es que digo que le cabe el mundo en la cabeza, porque Balthasar ha sido declarado uno de los hombres más cultos del siglo XX. Marc Ouellet y Joseph Ratzinger son no solo amigos íntimos, sino cómplices en los aportes teológicos más importantes del siglo XX. Marc, a través de la teología, entró en el corazón y la mente del cardenal Ratzinger. Cuando este fundó la Comisión teológica internacional, uno de los miembros fue Ouellet, siendo rector del Seminario Mayor de Manizales.

Detrás de su llegada aquí hay una historia que comienza con la fundación de la Sociedad de sacerdotes sulpicianos, en París, fundada para formar sacerdotes idóneos que respondiesen a la crisis que en ese momento vivía la Iglesia europea. Esa comunidad abrió provincia en Quebec (Canadá), donde el padre Marcos se vinculó. Luego lo invitaron a que rigiese el Seminario mayor de Manizales. Primero estuvo en calidad de profesor y luego como rector.

En esa época todavía venían a prepararse sacerdotes de diferentes diócesis del país, como Armenia, Palmira, Buga, La Dorada-Guaduas, de una comunidad de Pasto llamada Filipense. Cuando vas a los cleros de estas diócesis te das cuenta de que la influencia teológica y espiritual de él está viva.

Siendo tan alta su estatura intelectual, sus mejores amigos son personas muy sencillas. De hecho, la mejor amiga del cardenal es una habitante del barrio Estrada, Luz Marina Beltrán. Él tiene calidez humana y capacidad de entender el dolor y el sufrimiento humanos.

Tengo esperanza de que a él lo elijan como nuevo papa, primero por su cercanía teológica y espiritual con el actual, y segundo porque dado que la teoría de Von  Balthasar también es función eclesial, yo vería en él la continuación de esa misión".