LA PATRIA | MANIZALES
Alexandra Franco llegó a España justo cuando la crisis por causa del coronavirus se asomaba. Hace una semana viajó desde Manizales a realizar su práctica universitaria de Comunicación Social y Periodismo en la Universidad de Valencia.
Durante su vuelo desde la capital caldense a suelo español, explicó, la aerolínea les recomendó a los pasajeros lavarse constantemente las manos y estar alejados de otros viajeros.
A su llegada a Valencia la gente le empezó a hablar de que ya había contagiados por el coronavirus. De la Universidad le dieron medidas para cuidarse en casa y resaltó la importancia de esta primera semana de receso, en la que incluso se cancelaron las tradicionales fiestas de Las Fallas. La próxima semana también seguirá en confinamiento.
"El sábado fue la noticia de la pandemia. De la Universidad monitorean lo que hago, buscan que no vaya a tener problemas o una situación de desequilibrio emocional. Brindan ayuda psicológica en línea", explica Alexandra.
Ella comparte apartamento con Enrigo, un joven italiano, en un edificio en donde la mayoría de habitantes son de la tercera edad. Dice que alcanzó a hacer compras antes de que se declarara la emergencia.
El temor es latente, sostiene que es difícil salir debido a las precauciones que tomó la Policía y las multas van de $2 millones a $6 millones por incumplir las reglas e incluso pueden quitar los documentos. Solo se puede salir a pasear a la mascota, comprar al supermercado, a la farmacia o a botar la basura, pero a la carrera.
Pese a que la mayoría de ciudadanos se cuida, no faltan los irresponsables. Justo en la mañana, la persona que vivía en donde ahora está Alexandra aprovechó un permiso para sacar elementos que todavía tenía guardados y no usó protección.
La estudiante manizaleña dice que es necesario estar limpiando la casa porque el virus permanece, al igual que en la ropa. "El virus puede contagiarte o no, e igual puedes pegárselo a otro. Por esa parte hay personas que no entienden gravedad del asunto", añade.
El gobierno de Valencia envía listas de museos interactivos y juegos para hacer en la casa, también con la idea de que lo emocional no impacte en quienes viven encerrados.
Alexandra Franco cree que es necesario que el gobierno colombiano tome acciones drásticas, porque desde afuera no las siente, además ve que los colombianos se toman esta pandemia deportivamente.
"Te mueres y no te pueden despedir, te incineran de manera cruel e inhumana. Al no haber apoyo, la gente no podrá estar tranquila. Acá, el sistema de salud es un poco mejor y ha sido difícil, no me imagino cómo va a estar Colombia", sostiene.
Para pasar el tiempo en la casa, se dedica a leer, cumple con tareas de la universidad y en las noches, junto a sus vecinos, sale al balcón a aplaudir a los encargados de sanidad que enfrentan la pandemia.
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