"En caso de que explote el Nevado y se venga una avalancha, sé que en este lugar donde vivo con mi familia corremos peligro, pero no tengo a donde ir. Mi trabajo es sacar arena del río Chinchiná y el día que no lo haga, no tenemos qué comer". Así describe Ricaute Ríos la situación que vive con sus cuatro hijos, entre 1 y 8 años, y su esposa Jenny.
Su vivienda ubicada a escasos 20 metros de la orilla del río, fue construida improvisadamente hace siete años, cuando fueron desplazados de Buenaventura.
Ante el inminente riesgo en el que están estas y otras familia del sector de El Pescador, donde se unen los ríos Claro y Chinchiná, los vecinos no dudan en afirmar que el único lugar seguro en este momento de alerta es un albergue, pues la alarma que instaron la semana pasada no les da tranquilidad.
"La sirena la debemos activar nosotros mismos cuando nos llamen de Manizales, Bomberos o Defensa Civil, y nos digan que viene la avalancha. Según ellos tenemos entre 20 minutos y media hora para correr hacia una parte alta", contó Beatriz Cardona, propietaria de la vivienda donde se ubicó la alarma.
Ríos, indignado, agregó que cuando los visitaron los organismos de socorro para darles recomendaciones y censarlos, les respondieron cosas como: "si viene la avalancha, corra".
Recorrido oficial
Una vez cambió el nivel del Nevado de amarillo a naranja, el pasado 31 de marzo, las autoridades iniciaron un recorrido por los sectores de El Pescador, La Manuela, El campamento (Puente de Santagueda) y Kilómetro 41, zonas donde existe un mayor riesgo por estar cerca a los ríos.
Entre todos estos puntos la Alcaldía instaló 10 alarmas, que deben servir para alertar a las comunidades en caso que de una erupción del Volcán Nevado del Ruiz.
En El Campamento, debido a las constantes avalanchas y crecientes en el caudal, ya se tenían sirenas desde hace varios años, cuenta la gente, pero estas no prestaban ningún servicio de alerta o llamado urgente, pues estaban dañadas. Estos dispositivos los quitaron para reemplazarlos por otros nuevos.
La esperanza para habitantes como Ricaurte Ríos es que estas alarmas realmente presten el servicio para el que fueron ubicadas. Serán su salvación.
La Manuela
En una vivienda al pie de la carretera, en la vereda La Manuela, se ubicó una alarma. José Antonio González es el encargado de activarla cuando reciba de los Bomberos de Manizales o de la estación de Policía del sector la noticia de avalancha.
Sin embargo, dice no haberla ensayado porque no se puede. "Nos da seguridad la alarma, pero el problema es que en este sector se va constantemente la luz, por intervalos de hasta cinco horas. En caso de que algo pase y estemos sin energía, no tenemos cómo avisar al resto".
La misma situación se presenta en el sector del antiguo Río Claro, por Villamaría, y que registró LA PATRIA en la edición del pasado miércoles.
"Sabemos que en la casa de enseguida pusieron la alarma. Las instrucciones que nos dieron los organismos de socorro es que tenemos que salir en linea recta y ubicarnos en la parte alta, detrás de la empresa de azufre", contó otro vecino en La Manuela.
El Campamento
Una alarma de este sector, antes de llegar al puente de Santágueda, está ubicada en un árbol de una finca, que por su cercanía con la orilla del río puede alertar rápidamente a los 27 areneros que trabajan sacando material del agua.
El agregado de predio, Fernán Alonso Flórez, recibió las instrucciones de la Policía y de Bomberos para actuar rápidamente, ante cualquier emergencia que se reporte.
"De la estación de Policía de Tres Puertas han estado muy pendientes de nosotros, han venido unas 10 veces a revisar que todo esté bien, y en el día también llaman dos o tres veces. Otra recomendación es que debemos tener listo una muda de ropa, linternas, agua potable, pitos, y que no nos debe faltar el radio".
Areneros
Algunos de los que trabajan en el río no sienten tanto temor. Expresan que en los años que llevan en esta labor han visto muchas avalanchas y tiene una noción de cómo reaccionar.
En el sector de El Pescador la demanda de material ha bajado casi en un 90%, porque con la alerta naranja del Ruiz a los dueños de las volquetas les da miedo arriesgar sus vidas y vehículos.
Carlos Alberto Leiva, El Pescador
Trabajamos con muchos nervios porque no sabemos a qué hora baje la avalancha, pero tenemos que seguir trabajando porque de lo contrario no comemos.
Ángel María Urrea, El Campamento
Sabemos que hay una sirena, pero el ruido del río aveces no nos deja escucharla bien. Estamos más tranquilos cuando nos dieron instrucciones de qué hacer.
Guillermo Pinzón, El Campamento
Cuando vino la Cruz Roja nos dijo que nos llamaban a los celulares en caso de avalancha.
Llegaron los albergues
200 carpas impermeables: 50 con capacidad para 11 personas, 65 para 6, y 85 para 2, llegaron ayer a la sede de la Cruz Roja Caldas. Las más grandes, que se llevaron a Haití para atender la emergencia por el terremoto, se trajeron del centro de entrenamiento Tacurrumbi (Quindío) y las otras de Bogotá.
Las carpas se instalarán en los dos albergues que se tendrán en Villamaría (vereda Nuevo Ríoclaro) y Chinchiná (El Aguacatal y La Dorada) en caso de que el Ruiz haga erupción.
En la sede de la Cruz Roja de Manizales ensayaron el montaje de los tres tipos de carpas para medir el tiempo que tardan en hacerlo. El socorrista Diego Monsalve dijo que son carpas de fácil armado y que se adaptan a cualquier temperatura. Las más grandes se ponen en pie en 20 minutos y las pequeñas en 10.
100 carpas, junto con las duchas, baterías sanitarias y cocinetas, se dejarán en la sede de la Cruz Roja y las 100 restantes se llevarán a la sede del organismo humanitario en Chinchiná. Aunque se tienen los sitios determinados para fijarlas, solo se armarán después de que ocurra la erupción. "No es conveniente hacerlo antes, porque las carpas se deterioran", indicó Monsalve.
Jaime Betancur, director de Socorro de la Cruz Roja Caldas, agregó que se tienen 200 voluntarios disponibles para el momento en que haya que montar los albergues. "Precisamente hacemos estas pruebas para medir los tiempos de respuesta".
Censo oficial*
Entre Río Claro y Cenicafé: 10 familias compuestas por 40 personas. Hay 40 empleados en Cenicafé y 22 areneros. El albergue temporal provisional se ubicaría en la escuela La Violeta.
Entre Cenicafé y Santágueda: 27 familias compuestas por 113 personas. 50 empleados de la empresa Industrias Básicas de Caldas, 40 empleados de Stepan, 35 personas de paso y 23 areneros. El albergue provisional se ubicaría en la escuela La Trinidad y en la subestación de policía Las Pavas.
Entre Santágueda y el Kilómetro 41: 26 familias compuestas por 76 personas. El albergue temporal sería en el colegio Giovany Montini.
Total censo: 63 familias integradas por 229 habitantes. Total población 439 personas.
* Información suministrada por la Alcaldía de Manizales.
Boletín de la actividad del Ruiz
El sistema volcánico continúa inestable. La sismicidad asociada al movimiento de fluidos y al fracturamiento de roca mostró disminución en número y magnitud de los eventos, predominando la actividad sísmica asociada a movimiento de fluidos, la cual se localizó principalmente en el cráter Arenas.
Aunque las condiciones climáticas impidieron la visibilidad del volcán, este continúa emitiendo vapor de agua y otros gases de origen volcánico.
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