
LA PATRIA | Manizales
Didier Quintero. Barrio La Avanzada.
Hace cuatro años hicimos todo el papeleo para que nos compren la casa y hasta ahora nada. Nosotros estábamos amañados en El Plan, pero la inseguridad, la venta de vicio y los habitantes de la calle acabaron con el barrio. Ahora ya está despoblado de tanta casa que han tumbado.
Lucy Quintero Osorio. Barrio La Avanzada.
Por la inseguridad la vivienda la tuvimos que dejar. Allá hay muchos vacíos y da mucho miedo. Ahí está la casa dizque para expropiación.
María Elena Alvarado González. Barrio Las Delicias.
Nos están pagando las casas muy baratas. Mi casa tiene un terreno grande. Me ofrecieron $50 millones, pero el valor de la propiedad son $150 millones. Otra cosa es que conmigo vive una hermana y ella es la que ve por mi.
César Augusto Rodríguez. Barrio Las Delicias.
El problema es que necesitamos un precio justo y ya nos hicieron la segunda oferta. Nosotros argumentamos que están desconociendo las realidades, por ejemplo, que estamos cerca del centro, de los supermercados. Ellos dicen que eso no es un argumento. Nosotros pensamos que la casa cuesta entre $75 millones y $80 millones, pero nos están ofreciendo $57 millones.
Bertha Libia García. Barrio La Avanzada.
Yo necesito vender la casa, pero por un precio justo, para hacerme a otra porque eso está muy destapado y en donde vivo se está agrietando. A la gente ya le da miedo vivir por ahí y a mi también. Hasta ahora no me han ofrecido nada por ella.
María Rubiela Rendón. Barrio San Ignacio.
Acabaron con nuestros sueños, con nuestras vidas, con todo. Hicieron un mal hecho. En la casa tenía una preciosa tienda, de eso vivíamos siete personas. De eso no queda ni las ruinas. Ahora está para caerse. Estoy sola en la cuadra de 33 viviendas que había.
Carolina Omaira Sánchez Calvo. Barrio Las Delicias.
En qué se basó la ERUM para avaluar las casas. A mi me están ofreciendo a $40 mil el metro, pero lo han pagado hasta a $200 mil. Cuando uno va a la ERUM ellos dicen que es cosa de los que hicieron el avalúo y que se les sale de las manos.
Jesús Antonio Peña. Barrio San Ignacio.
En el 2009 fue una doctora con unos empleados y midieron la vivienda. Me preguntaron cuánto valía y yo les respondí que $40 millones. Quedaron de llamarme. En el 2010 se metieron unos vándalos a la casa, me la destruyeron y se robaron todos los materiales. Con arma blanca amenazaron y sacaron a un señor que me la cuidaba. Estoy esperando todavía.
Wálter Giraldo Giraldo. Barrio Colón.
Nos tienen muy perjudicados. Yo estoy viviendo media cuadra después de la avenida, pero eso está muy desolado, hay mucha inseguridad y poca iluminación. Tumbaron las casas de atrás y a los lados de la mía.
Héctor Alonso Castaño. Barrio La Avanzada.
Mi madre tenía una propiedad de cuatro viviendas y tres locales. Cuando empezó la renovación urbana ella se agravó, la afectó mucho porque le ofrecieron muy poquito. Luego falleció. Como la propiedad estuvo sola los ladrones se llevaron todo. Renovación Urbana dijo que eso era solo un lote, que no valía nada. Ahora cada rato hay amenazas de expropiación.
Marleny Ospina. Barrio Las Delicias.
Las casa no las pagan como deben. Quieren desplazar la gente con muy poco y con eso no se compra en ninguna parte.
Gabrielina Acero. Barrio San José.
Mi familia tenía una casa y un pequeño negocio. Vivíamos muy bien así, pero ya no alcanza ni para facturas. El negocio se vino abajo, porque ya no hay gente, todo está en manga. Si uno se descuida llega el raponero y echa mano a lo que haya.
Jaime Andrés Duque. Barrio El Jazmín.
Desde la administración pasada nos han tratado como delincuentes. Lo que no han dicho es que estas propiedades son para multinacionales.
Luis Alberto Colorado. Barrio San José.
Yo tenía un negocio hacía 21 años. Con este macroproyecto se me acabó porque desplazaron a la gente. Hace tres años que lo tuve que cerrar y desde eso estoy sin trabajo. Tengo la casa tarjada por las obras del puente que hicieron en la calle 27 con carrera 13.
Susana Ubaque. Barrio La Avanzada.
Llevo 40 años viviendo en el barrio. Mi preocupación es que tumbaron la mitad de una casa vecina, pero yo dije que no tumbaran la otra mitad porque se me metían los ladrones. He querido vender, pero me ofrecieron muy poco. Por eso estoy sufriendo.
Belén Arias Gallego. Las Delicias.
Donde vivo es una ladera. Allá pagamos arrendo, pero la dueña no le pone mano a la casa. Nosotros pedimos una buena reubicación. El año pasado nos dijeron que teníamos que desocupar porque había una bomba de agua en la parte de encima. Nos daban $250 mil, pero no podemos salir de ahí porque pagamos un mes y luego nos toca volver a la misma parte.
Blanca Ruby Upegui. Barrio Colón.
A mi me preocupa es la situación de mi suegra y de mi cuñado. Ella estuvo en varios inquilinatos. Lleva unos 45 años viviendo en este sector. Perdió la memoria por un derrame, no puede venir a hablar aquí y por eso vine yo, porque además mi cuñado se quedó solo y su calidad de vida se fue perdiendo, hoy es prácticamente un indigente. Los dos perdieron la calidad de vida con este macroproyecto.
María Amparo Hincapié. Barrio Estrada.
Están evacuando la gente, tumbando las casas. Nosotros seguimos allá y no sabemos qué va a pasar.
Julián Ángel Vanegas Ríos. Barrio La Avanzada.
La situación es que la casa de dos plantas que tenía la construí en un patio de mi suegro. Por problemas de seguridad me tuve que ir del barrio con mi familia. La casa la tumbaron con el macroproyecto y me dijeron que no tenía derecho a nada. Estuve 30 años ahí y no les pedía que me pagaran el terreno sino los materiales.
El dato
Durante la instalación del foro los líderes de la convocatoria recordaron que la voz de las víctimas, relatos y documentos son pruebas para una demanda internacional.
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