LA PATRIA | MANIZALES
Las palmas del pesebre de Noemí Tamayo tienen casi 40 años, las elaboró su mamá, Aurora Giraldo. "Ella es una artista con la Navidad. Nos heredó esa tradición", comenta con orgullo.
Doña Aurora les regaló a sus siete hijas un telón para cada una. Noemí lo conserva como un tesoro y es la primera pieza del pesebre que instala en su casa, en la vereda Cuchilla del Salado, donde vive hace 61 años.
Cada 8 de diciembre dedica todo el día con sus nietas Vanesa, María José y Juanita a limpiar las figuras de animales, casas y murallas. "Son muy juiciosas y siempre esperan esta época. Desde pequeñas les he enseñado a cuidar los adornos".
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El pesebre no se queda a puerta cerrada. Noemí recibe a sus vecinos para rezar la Novena de Aguinaldo cada año. Dice que su especialidad es el arroz con leche.
Compartir con la comunidad también es una costumbre. Recuerda que el 24 de diciembre de 1999, fecha en la que nació su nieta Vanesa, aprovecharon a la recién nacida para que fuera el Niño Dios del pesebre de la vereda.
El amor por la Navidad está en la más pequeña de la casa, Juanita de 2 años. "Me gustan los animales. Somos felices", expresa. Su hermana María José, de 12 años, es la encargada de los villancicos, le gusta cantar al lado del pesebre y también participa en el coro de la iglesia. "Mi favorito es el Zagalillo", indica.
Noemí manifiesta que en esta época le gusta reunirse con sus seis hijos y 11 nietos, y en navidades anteriores sus seis hermanas y su mamá han viajado desde Cali para compartir en familia.
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