La ENAE replantea convenio con la U. de Manizales

ALEXANDRA SERNA

LA PATRIA | MANIZALES

Aunque la Escuela Nacional de Auxiliares de Enfermería (ENAE) y la Universidad de Manizales tienen la intención de retomar en 2013 el convenio que beneficia a estudiantes de décimo y once, analizan con lupa lo técnico y lo jurídico para evitar que se repitan tropiezos del pasado.

Dos meses después de que Gilma Jaramillo llegó a la rectoría de la ENAE, en junio de este año, fue suspendido el convenio para la modalidad de psicología que se ofrece a las alumnas. En una carta que apoyaron 158 padres de familia, enviada el pasado 13 de noviembre a la Secretaría de Educación de Manizales, Jaramillo se negó a firmar un documento remitido por la Universidad, y en cambio, se propuso que el presidente de la Asociación de Padres de Familia le pusiera la rubrica.

Cerca de 70 estudiantes, que habían comprado uniforme y pagado $275 mil en el primer semestre, dejaron de ir desde julio al centro de educación superior, y continuaron con las clases que les orientaba una psicóloga de la ENAE, que hacía parte del convenio. Algunas incluso habían pagado cuotas del segundo semestre, pero la Universidad les devolvió el dinero. Además, certificó a todas las alumnas.

La ENAE también replantea el convenio con la Universidad Autónoma, que funcionó por lo menos desde 2002 hasta el año pasado, cuando se terminó por mutuo acuerdo, aunque las estudiantes recibieron este año los contenidos con docentes que contrató la Escuela (ver recuadro Qué pasó con la U. Autónoma).

Las alianzas que siguieron vigentes en 2012 fueron con la Cruz Roja y el Sena, así como la articulación con el técnico de auxiliar de enfermería, que empezó este año con el Instituto de Formación para el Trabajo y Desarrollo Humano (antes de educación no formal) que funciona en la Escuela.

Sin convenio firmado: rectora

En los últimos dos años hubo cuatro rectores en la ENAE, y uno encargado, que sin duda dicen algunos padres esto afectó la continuidad de los procesos.

"Cuando llegué, lo primero que hice fue buscar el convenio firmado con la Universidad de Manizales, pero no lo encontré. Me reuní con el vicerrector administrativo, el decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas y el director de Psicología de la Universidad, y me dijeron que pensaban que en la ENAE estaba el convenio. Es decir, nunca hubo un documento escrito desde que empezó la modalidad", afirmó Jaramillo.

Agregó que la Universidad le envió luego un convenio para firmar, pero que lo llevó al área jurídica de la Secretaría de Educación Municipal y allí le indicaron que no lo hiciera. "Además, el documento decía que un compromiso de la Escuela era velar que los padres de familia pagaran la cuota mensual en la Tesorería de la Universidad, condición que no podía aceptar, más cuando mis niñas son objeto de la gratuidad educativa". (Ver recuadro Enredados por pagos).

Mariela Montoya, rectora hasta octubre de 2010 de la ENAE y que inició la modalidad en 2009, aseguró que las partes elaboraron un convenio borrador, que no era el definitivo porque el proyecto apenas empezaba y debía ajustarse. "Antes de salir de la Escuela dejé en la Rectoría un paquete con el convenio listo para la firma, pero no me dieron tiempo de hacer el empalme y seguramente los que llegaron después lo embolataron. Una entidad tan seria como la Universidad de Manizales no se hubiera arriesgado a trabajar con nosotros sin que hubiera un documento de por medio", planteó Montoya. Agregó que las conversaciones fueron directamente con el rector de la Universidad, Guillermo Orlando Sierra.

Cumplimos: Universidad

LA PATRIA buscó a Sierra, quien por correo electrónico indicó que el tema debía tratarse con Ricardo Celis, decano de Ciencias Sociales y Humanas hasta septiembre pasado, pero finalmente respondió Gonzalo Tamayo, director de Psicología.

"Si se firmó o no se firmó un convenio, no es lo fundamental. Lo que se hizo fue un acuerdo de voluntades para trabajar con las niñas, y cumplimos con nuestras responsabilidades. Además, existe la voluntad para continuar", sostuvo Tamayo, quien después de preguntarle varias veces dónde estaba el documento, indicó que debía tenerlo la Secretaría General.

Agregó que respetaron la decisión de la rectora de la ENAE de no firmar el convenio que ellos le enviaron, y más bien optaron por suspender las clases mientras reorganizaban la alianza.

LA PATRIA solicitó por escrito a la Secretaría General de la Universidad una copia del convenio, pero César Augusto Botero, titular de esa dependencia, dijo que por allí pasan muchos documentos que luego regresan a las facultades o programas, y que de todas formas no tenían por qué entregarle ese tipo de información a un medio de comunicación. Se intentó de nuevo comunicación con el rector, pero no contestó las llamadas que se le hicieron a su teléfono celular.

Las partes insisten en que están dispuestas a continuar con el convenio, pero como advirtió María Aracelly López, secretaria de Educación Municipal, "hay que saberlo hacer, antes de aventurarnos a correr un riesgo. La rectora ya tiene las instrucciones de la Unidad de Inspección y Vigilancia Municipal, está enderezando la situación para hacer las cosas legalmente". Aclaró que la modalidad que se ofrecía era un curso libre, sin que les sirviera a las estudiantes como créditos para homologar materias en la Universidad.

De ahí que la propuesta de la U. Manizales sea realizar un convenio de articulación con una tecnología de gerontología, que está en trámite. "Mientras se surte el proceso, las estudiantes podrían ver asignaturas de Psicología. El convenio debe estar supeditado a cuestiones técnicas", afirmó el director de Psicología.

La rectora de la ENAE aseguró que su proyecto es convertir el bachillerato, con énfasis en salud y nutrición, en uno técnico, pasando de 30 a 40 horas semanales de clase. Anunció que habrá dos programas nuevos con el Sena y que busca una alianza con la Universidad Católica de Manizales para Enfermería.

Enredados por pagos

Otra razón por la que Gilma Jaramillo, rectora de la ENAE, no firmó el convenio con la Universidad de Manizales, según dijo, fue para evitar problemas con los organismos de control. "A la tesorera y a Mariela, la exrectora que inició la modalidad, las estaban investigando la Contraloría y la Fiscalía por el cobro en el colegio de las cuotas de las niñas", aseguró.

Mariela Montoya, la exrectora, negó lo de la Contraloría. Lindon Alberto Chavarriaga, titular de este organismo en Manizales, dijo que desconocía el caso, pero que averiguaría a ver si amerita la apertura de un proceso.

En cambio, Montoya admitió lo de la Fiscalía, indicando que la exrectora Magola Franco, que estuvo en 2011, interpuso el denuncio "porque supuestamente no encontró soporte del convenio que explicara que las niñas pagaran en la Escuela". Relató que Franco optó por no cobrarles a los papás. Ahí fue cuando cambió el modo de pago, y las estudiantes siguieron cancelando en la U. Manizales.

Qué pasó con la U. Autónoma

La mayoría de convenios con la Universidad Autónoma de Manizales (UAM) para las modalidades de Salud oral, Fisioterapia y Atención prehospitalaria que ofreció la ENAE terminaron en 2011. Lorenzo Calderón, secretario general de la Universidad, explicó que "se hizo por mutuo acuerdo, por cuestiones administrativas y algunas cosas que no funcionaron bien", entre ellas, que cuando la entonces rectora Magola Franco dejó de cobrarles a los papás, algunos docentes reclamaron los honorarios que les debían.

Estos últimos eran personal de la UAM, pero los contrataba la ENAE para las horas de clase y las estudiantes realizaban las prácticas en la Universidad. Calderón aclaró que el único convenio que continuó hasta este año fue el de pasantías en Salud oral. Por su parte, la ENAE les siguió pagando a dos docentes para que dieran los contenidos de esas modalidades en sus instalaciones.