$834 mil fue el monto de la multa que le impusieron Steven Claros, de 22 años, por facilitar y promover la ocupación ilegal del espacio público, según la Policía, cuando compró una empanada en un puesto ambulante hace un par de semanas en Bogotá.
Este hecho generó polémica en el país y en las redes sociales no se hicieron esperar los memes y comentarios de indignación por lo sucedido, al punto que la humilde empanada, recobró importancia en las charlas de los colombianos.
Este provocativo y apetitoso bocado sirve para el desvare del desempleado, el hambre del estudiante y hasta para financiar causas populares, así lo confirma el viejo adagio que se escucha cuando se piensa en recoger plata: "¿Qué vamos a hacer?, ¡empanadas que es lo que más se vende!
¿Qué tiene la empanada para que haya generado tanta controversia?
Es sin lugar a dudas uno patrimonio gastronómico de los colombianos, según consumidores y vendedores, porque representa la tradición culinaria de las familias y es considerado el alimento preferido para compartir buenos momentos entre amigos.
Entre $1.200 y $2 mil puede costar una empanada y se acompaña con ají y otras salsas. Hay para todos los gustos: carne, pollo, mixta, hawaiana, ranchera, paisa, queso con champiñones, entre otras presentaciones.
Miriam Salazar, administradora de Bin Ban, establecimiento tradicional en el Parque de los Fundadores, donde venden empanadas, comenta que el consumo se mantuvo luego del revuelo. "Pase lo que pase la gente seguirá comprándolas. Sirven para un refrigerio, un algo, el almuerzo o desayuno. Incluso, el pretexto para compartir y pasar un buen rato. La mejor empanada es la que no tiene grasa y la cáscara de maíz es suave".
Q'HUBO hizo la ruta de la empanada y en su recorrido dialogó con algunos ciudadanos sobre la venta y consumo de esta exquisita vianda colombiana.
En el barrio Aranjuez, de Manizales está el monumento a la empanada, como homenaje a la fuerza y tesón que ese bocado de maíz, con relleno, le aportan al desarrollo de toda causa social.
Luz Mary Cifuentes, administradora Portoncito Envigadeño Cra. 23 calle 17.
'Hay descontento en los clientes por lo que sucedió, pero las ventas mejoraron porque muchos compraron por la curiosidad, otros por rebeldía y algunos para continuar con la tradición de la empanada. La gente comenta, pero compra. Por ejemplo, en esta semana más o menos crecieron las ventas en un 20%. También la experiencia nos enseñó que las mejores empanadas son de carne y papa".
Sandra Milena Orozco, vendedora en Empanadas la 23, en el centro.
Parece injusto lo de la multa porque hay situaciones más graves para multar. Los comensales llegan a comprar y comentan que les parece grave, pero lo hacen de forma jocosa. Incluso, unos estudiantes, que compraron la promoción, se tomaron la noticia en forma de burla. Pero las ventas se mantienen como si no hubiese pasado nada".
El negocio
Detrás de una venta de empanadas hay una familia que vive de ese negocio. Falta claridad sobre lo que pasó en Bogotá, pero es absurdo que por una empanada hayan multas tanto para lo que la compraron como para quien la vendió. En este establecimiento las ventas siguen iguales y procuramos atender a los clientes ofreciéndoles variedad. Hay de carne, de pollo, ranchera, paisa y con tocineta.
El comprador
Luis Duque, cliente Bin Ban, Parque de Fundadores
Aquí son ricas y deliciosas. Hay para todos los gustos y paladar. La empanada es un patrimonio gastronómico. Lo que sucedió en Bogotá por la multa de la empanada es ilógico. Hay que apoyar la legalidad, pero creo que abusaron con el comparendo de $800 mil. Salió cara la empanada".
La tradición
Jesús Antonio Romero, propietario caseta de empanadas, barrio Aranjuez
Llevo 30 años en este negocio y levanté a mis tres hijas con la venta de empanadas que hace mi esposa. Durante estos años presencié cómo los habitantes de este barrio a punta de convites y puestos de empanadas construyeron el parque, algunas casas y parte de la iglesia. La empanada no puede faltar en la labor social y para que sea buena debe de estar bien aliñada".
José Fernando López, dueño de Empanadas La Gotera
Los estudiantes se tomaron el suceso como bromas. Me dicen: "¿Podemos comer aquí?" "¿Son ilegales?". "Cuidado llega la Policía". Las ventas se mantienen y luego de la noticia el ambiente mejoró. Hay risas y carcajadas durante la compra. Hace 21 años monté este negocio y no me canso de escuchar: "véndame una empanada". Este punto se convirtió en un salvavidas para las universidades que están cercas, porque una empanada puede ser el almuerzo de un estudiante".
Datos curiosos
* Maquiempanadas, emprendimiento manizaleño, patentó en 2014 la primera máquina para hacer empanadas industrialmente.
* En Manizales, la empanada ha servido para financiar, construir, desarrollar y fortalecer labores sociales. Por ejemplo, se logró recoger fondos para construir la Catedral Basílica Nuestra Señora del Rosario y la mayoría de iglesias de la Arquidiócesis.
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