Inician desbloqueo y salen a relucir los reclamos en la Universidad de Caldas

EQUIPO LOCAL
LA PATRIA | MANIZALES

"Con el compromiso de que levanten totalmente el desbloqueo, vamos a sesionar a partir de las 7:00 de la mañana de hoy en la sala de consejos de la sede central de la Universidad. En buena fe esperamos el cumplimiento", afirma Jorge Alberto Jaramillo Vargas, presidente del Consejo Superior del Alma Máter.
Esto por la decisión que tomó ayer en la tarde la asamblea interestamentaria de estudiantes, profesores y trabajadores de la Universidad de Caldas, en la que decidieron iniciar el desbloqueo de todas las sedes, desde que el Superior sesione hoy.
No obstante, Alexánder Álvarez, representante estudiantil ante el Consejo Académico, dice que se mantendrá gente en el Área Financiera y en la Secretaría General a la espera de lo que definan.
Entre los puntos que discutirán hoy, después 18 días en bloqueo, será la derogatoria de los artículos 20 y 27, relacionados con la elección de rector; sistema de matrículas; contratación de profesores ocasionales; revisión de programas especiales y aspectos de la planta administrativa.
Sin embargo, los estudiantes y los profesores continuarán sin clases, en lo que cumplen hoy 24 días.
El presidente del Superior manifiesta que el objetivo es que el próximo martes haya clases, pero deja claro que en la agenda de los estamentos que protestan hay temas, que denominó muy gruesos, que no se pueden discutir en una sola sesión.
"Discutiremos sin bloqueos, pues el saldo pedagógico no es el éxito, ni que bloquear paga. Si continuamos así, la Universidad en unos años será ingobernable", dice Jaramillo Vargas.

Diferencias
El dilema es que toda esta crisis tiene varias afectaciones, que no se han visibilizado por temor a las represalias, por ello las redes sociales se han convertido en espacio de discusión de quienes proponen que el debate y la negociación se desarrolle de otra manera (ver recuadro Por redes sociales).
"He visto que se abuchea y se pide la exclusión de aquel que plantea, por ejemplo, no bloquear la Universidad, sino retomar las clases y luchar desde las mismas aulas", manifiesta Génesis Ávila Agámez, estudiante de cuarto semestre de Filosofía y Letras, en un comentario el pasado 5 de octubre en un grupo de Facebook.
"Todo aquel que no siga las directrices impartidas por los de la mesa, es tomado como burla, y es rechazado por todos", insiste Ávila en otro comentario.
La estudiante cuestiona el rol de la mesa al apartar a las minorías que no comparten la forma de operar del movimiento estudiantil y de profesores. "Manejan y manipulan con retóricas vacías a toda la comunidad estudiantil, persuadiéndola para que al final vote a favor de lo que ellos por debajo determinan", enfatiza.

Incertidumbre
Lina Ríos, de primer año de Artes Plásticas, es de Fusagasugá (Cundinamarca), vive en una residencia en el barrio Chipre y asiste a las asambleas generales y de facultad, pero quiere que la negociación se dé bajo una universidad abierta.
"Estoy de acuerdo con que el costo de las matrículas es alto, pero deberíamos continuar las clases. Nos estamos afectando. Aunque a veces el paro es la única forma de que nos presten atención", comenta.
Liliana González, mamá de Lina, expresa que no saben qué va a pasar y espera que no cancelen el semestre. "Es un año de tiempo que se pierde, la plata se recupera, pero el tiempo no", resalta.
Indica que su hija sigue en Manizales porque el viaje dura unas 10 horas y en pasajes se gastarían $150 mil, pero permanecer en la ciudad le implica seguir pagando una habitación por $450 mil. "Es difícil conseguirme esa plata cada mes, porque gano un mínimo y tengo otro hijo en el colegio", apunta Liliana.
Otra estudiante de la Facultad de Artes y Humanidades, Helena Fuentes Serrano, dice que la música sin asesoría es compleja. "No puedo parar mi entrenamiento, pero no tengo los profesores que me digan que lo que hago es correcto. Puedo caer en malas costumbres en mi voz ", precisa.
Agrega que también acude a las asambleas y que defiende el tema de los contratos de profesores ocasionales. "El programa de música está lleno de docentes ocasionales, si nos mandan a vacaciones no les van a pagar. Si cancelan el semestre, el próximo año será un caos", asegura Helena.

Investigaciones bloqueadas
El bloqueo de la Universidad de Caldas afecta procesos como la investigación. La brasilera Lucimar Gomes Dias, docente de planta del Departamento de Ciencias Biológicas y líder del grupo Genética, biodiversidad y manejo de ecosistemas, manifiesta que sus actividades académicas se atrasaron.
En el grupo hay siete estudiantes de maestría, ocho de pregrado, dos investigadores y cuatro semilleros que no han podido avanzar en sus proyectos por no acceder a los laboratorios y oficinas administrativas.
"Un día sin trabajo en la Universidad implica grandes perdidas económicas y puede generar multas y hasta demandas por incumplimiento de compromisos", argumenta Gomes.
Explica que hay materiales, como reactivos refrigerados, en riesgo; no les han pagado a los proveedores y los investigadores financiados por Colciencias están sin sueldo este mes.
Sobre la situación de la Universidad, Gomes dice que está en contra del bloqueo. "No entiendo cómo van a recuperar la autonomía universitaria con bloqueos que vulneran nuestro derecho a trabajar y a estudiar. La discusión es bienvenida, en una universidad abierta, que construye el conocimiento", precisa la docente.

Hablan los representantes
Darío Arenas Villegas y Juan Carlos Yepes Ocampo, representantes de los estudiantes y de los profesores, respectivamente, negaron cualquier posibilidad de intimidación.
"Jamás se ha presentado eso, quienes lo dicen se están acercando a difamaciones. En las asambleas cada quien expresa lo suyo, están faltando a la verdad. A nadie se le impide el disenso", aseguró Yepes Ocampo.
"Los estudiantes tienen plenas garantías para expresarse en las asambleas, lo curioso es que en estas reuniones solo escuchamos tres o cuatro posiciones contrarias, que son sometidas a discusión y votación. No se han coartado criterios", sostuvo Arenas.
Sobre la politización de la protesta, Arenas manifestó que es un argumento de los más peregrinos que ha escuchado: "En el movimiento universitario están presentes todas las ideologías, partidos políticos y razas. Esto no puede ser el centro del debate".
El representante estudiantil reconoció que hay grafitis pintados por los estudiantes, pero aseguró que esto no significa un detrimento patrimonial. "Todos los días hacemos aseo y se revisa que las cosas estén en buen estado. Se pide carné para ingresar a la Universidad y se requisan maletines para que no entren alucinógenos ni bebidas alcohólicas. Los grafitis, en la Universidad, no deben generar mayor escozor".

Por redes sociales
La cuenta de Facebook Yo sí amo a mi Universidad de Caldas que planteó la semana pasada romper el silencio de quienes no pueden hablar en la institución y se sienten atropellados por asambleas, asociaciones y bloqueos, pidieron mantener sus identidades en reserva porque no quieren ser foco de matoneo ni de discriminación.
A este grupo se le envió, vía correo electrónico, el siguiente cuestionario, que respondió por la misma vía:

1. ¿Cuál es su posición sobre la situación de la Universidad?
Se trata de un tema de manipulación politiquera. El movimiento es una manipulación sumamente costosa para los 13 mil estudiantes, padres de familia, funcionarios y profesores.

2. ¿Están perjudicados con los bloqueos y el cese de actividades?
El pago de nosotros, los ocasionales y catedráticos, está en juego porque nuestro contrato tiene una clausula que suspende el pago si hay paros. Eso sin contar que la Universidad está convertida en una pocilga llena de grafitis. Nos ha tocado cancelar o posponer eventos y salidas académicas y hay compañeros que están en proyectos de regalías, que quedaron paralizados.

3. ¿Están de acuerdo con las decisiones de los estamentos y se han sentido presionados para hablar en las asambleas?
Somos muchos los que estamos en desacuerdo. Esa presión insoportable es la que nos hizo crear este grupo anónimo. A uno le preguntan los profesores del movimiento ¿usted está o no con nosotros? de manera desafiante y muchas veces son docentes que tienen poder sobre nuestro contrato o nuestro quehacer. La verdad, muchos optamos por la hipocresía. Decimos que estamos con ellos y luego nos desahogamos en Facebook.