LA PATRIA | MANIZALES
De los cuatro vendedores informales que amarraron sus puestos a la pila de agua de la Plazoleta de la Alcaldía, desde el 3 de septiembre, tres se declararon en huelga de hambre desde el pasado miércoles.
"Al ver que no había soluciones, decidimos estacionarnos en este lugar. Esperamos que la Alcaldía se manifieste, porque tenemos derecho al trabajo", indicó Ferney Castro.
Los comerciantes piden que la Administración los deje trabajar en el espacio público y no les decomise sus puestos de tinto, aromática, milo y pintadito. Ayer, los manifestantes se reunieron con el secretario de Medio Ambiente, Juan Carlos Barrera, pero no llegaron a un acuerdo.
El funcionario precisó que los tres hombres son vendedores nuevos que fueron notificados, y que la Alcaldía está formalizando a los comerciantes que son más antiguos.
"Se les ofreció el cambio de actividad, pero es difícil permitir que las cafeteras sigan generando riesgo deambulando con alimentos y portando cilindros de gas. La opción no es quitarles su mínimo vital, es cambiarlo para garantizar la salud y la seguridad de los ciudadanos. No hay nada en contra de ellos, nuestra diferencia es con la actividad", expresó Barrera.
Los vendedores decidieron continuar con la huelga de hambre hasta que les brinden nuevas opciones laborales, como la reubicación en un espacio legal para vender sus productos.
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